Actualizado: miércoles, 23 mayo 2012 5:40

SEÚL, 23 May. (EUROPA PRESS) -

Un portavoz del Ministerio de Exteriores de Corea del Norte ha aseverado que el país no pretende llevar a cabo una tercera prueba nuclear, tal y como se ha estado rumoreando en la escena internacional desde que el pasado 13 de abril lanzara un cohete de largo alcance para poner en órbita un satélite meteorológico.

En declaraciones a la agencia de noticias KCNA, el portavoz ministerial ha explicado que, "desde el principio, Corea del Norte no pretendía llevar a cabo acciones militares, como una prueba nuclear, sino que solamente había planeado lanzar un satélite científico con fines pacíficos".

Además, ha revelado que "hace varias semanas" Pyongyang informó a Washington de que, a pesar de la cancelación del acuerdo suscrito el pasado mes de febrero, "está evitando llevar a cabo acciones reales, teniendo en cuenta las preocupaciones expresadas y el objetivo de garantizar la paz y la estabilidad en la península coreana".

El pasado mes de febrero, Corea del Norte y Estados Unidos suscribieron un acuerdo, que se rompió tras el lanzamiento, por el que el primero se comprometía a suspender sus actividades nucleares y balísticas a cambio de que el segundo le enviara ayuda humanitaria.

No obstante, el portavoz ministerial ha advertido de que Corea del Norte "seguirá ejerciendo su derecho soberano a lanzar satélites para cumplir los requisitos indispensables para construir un poder económico".

En la misma línea, ha indicado que el régimen comunista "expandirá y fortalecerá sin freno sus poder de disuasión nuclear mientras Estados Unidos mantenga su política hostil". "Si sigue por el camino de las sanciones y aumentar la presión sobre nosotros, a pesar de nuestros esfuerzos por la paz, no nos dejará más opción que tomar contramedidas para la autodefensa", ha advertido.

El funcionario también ha dirigido sus críticas contra el G-8, que tras su reunión de la semana pasada emitió un comunicado advirtiendo a Corea del Norte de que, si continúa con las "provocaciones", podría afrontar fuertes sanciones, e instándole a abandonar sus programas nuclear y balístico "completa, verificable e irreversiblemente".

"Esta provocación política del G-8 es absolutamente intolerable. Viola la soberanía de Corea del Norte, recayendo en el mal hábito de apoyar la política hostil de Estados Unidos, sin aprecio a la justicia y la verdad", ha dicho.

Tras el lanzamiento del satélite, los rumores sobre la posibilidad de que Pyongyang lleve a cabo otra prueba nuclear se dispararon, ya que así lo hizo en 2006 y 2009, pocos meses después de lanzar misiles de largo alcance.