NUEVA YORK/MADRID, 10 Oct. (EUROPA PRESS) -
Corea del Norte cumplió ayer el aviso que realizó hace apenas una semana y realizó su primera prueba con armas nucleares, lo que supone que el régimen comunista de Pyongyang se ha convertido en el octavo país del mundo que, oficialmente, posee armas atómicas -el noveno de ser ciertos los rumores que apuntan que Israel también tiene esta capacidad-. La respuesta de la comunidad internacional ha sido unánime al expresar su rechazo a la prueba nuclear subterránea desarrollada por Pyongyang. De hecho, el Consejo de Seguridad de la ONU, en una reunión de tan sólo 30 minutos, logró condenar por unanimidad de los 15 países que lo componen el test atómico y en los próximos días hará públicas las posibles sanciones a Corea del Norte.
"La prueba nuclear es un acontecimiento histórico que ha traído la felicidad a nuestros militares y a nuestro pueblo", confirmó la Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA) en lo que muchos coinciden como señalar como la voladura de la tapa de la caja de los truenos. Además de las condenas mundiales y de las posibles medidas del Consejo de Seguridad de la ONU o de grandes potencias como Estados Unidos o Japón, todo este asunto podría derivar en una carrera armamentística en Asia e incluso aumentar el riesgo de la proliferación de armas atómicas en todo el mundo.
"Es un acontecimiento histórico que ha traído la felicidad a nuestros militares y a nuestro pueblo", añadió la agencia oficial norcoreana, que no dio más detalles de la prueba nuclear. Fue la surcoreana Yonhap, citando fuentes oficiales de Defensa, la que confirmó que el test atómico se llevó a cabo a las 10:36 horas de ayer, en Hwaderi, cerca de la ciudad de Kilju. El Instituto de Geología y Recursos Minerales de Seúl informó de que la potencia alcanzada por el ensayo pudo equivaler a 550 toneladas de TNT, una potencia mucho menor que las dos bombas lanzadas por EE.UU. contra Hiroshima y Nagasaki.
Sin embargo, el ministro de Defensa, Sergei Ivanov, que aseguró conocer "el lugar exacto y su potencia", aseguró que la potencia de la explosión nuclear fue de entre cinco y 15 kilotones (5.000 y 15.000 toneladas de TNT). La noticia provocó gran revuelo a nivel internacional, y en Corea del Sur, el presidente Roh Moo-hyun, convocó a sus consejeros de seguridad en una reunión de urgencia para tratar la cuestión, incrementó el nivel de alerta del país e inició una serie de contactos con el resto de países de la zona, entre ellos Japón.
DESAFÍO A LA COMUNIDAD INTERNACIONAL
La tensión en Corea del Sur se hizo palpable con las declaraciones de su presidente, que si bien aseguró que tratará de resolver la crisis mediante el diálogo y en estrecha cooperación con la comunidad internacional, a continuación advirtió de que su Ejército "tiene capacidad para afrontar cualquier provocación por parte del Norte". Tras un encuentro con Moo-hyun, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, mantuvo una conversación telefónica con el presidente estadounidense, George Bush, que pudo constatar, tras contactar del mismo modo con Rusia, China y Corea del Sur, que todos los líderes mundiales consideran la prueba nuclear como "un desafío a la comunidad internacional".
"El régimen norcoreano sigue siendo uno de los mayores proliferadores de misiles del mundo, incluyendo transferencias a Irán y Siria. La transferencia de armas o material nuclear por parte de Corea del Norte a otros países o entidades no gubernamentales será considerado como un grave desafío para Estados Unidos y haremos a Corea del Norte completamente responsable de esa acción", añadió Bush en discurso a primera hora de la mañana del lunes en la Casa Blanca. Con este panorama internacional, al que también se unieron la UE y la OTAN, la reacción del Consejo de Seguridad era casi previsible.
Sin embargo, la de ayer fue una de las pocas reuniones de urgencia en las que el Consejo de Seguridad, por unanimidad y en tan sólo 30 minutos, llega a una conclusión y emite una condena. El embajador de EE.UU. en la ONU, John Bolton, subrayó este hecho, "como ya sucedió el viernes pasada cuando se hizo la declaración presidencial de advertencia a Corea del norte, de la que ha hecho oídos sordos y poniendo en peligro la paz y la seguridad internacional". "Nadie en el Consejo de Seguridad ha defendido o ha protegido a Corea del Norte", resaltó el diplomático norteamericano.