GINEBRA, 27 Sep. (EP/AP) -
Las violaciones de Derechos Humanos abundan en Corea del Norte y van desde la tortura de prisioneros hasta la privación de alimentos a la población, según denunció hoy un responsable de Naciones Unidas experto en el país asiático, Vitit Muntarbhorn.
Muntarbhorn señaló ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU que persiste la represión a los disidentes políticos, la censura a los medios de comunicación, la restricción de movimientos dentro del país y unas alarmantes condiciones en las prisiones. Asimismo, agregó que el sistema judicial norcoreano está "influido fuertemente por el régimen que está en el poder".
Especialista en leyes de Derechos Humanos, el tailandés Muntarbhorn dijo que desde que fue designado en el año 2004 para supervisar la situación de Corea del Norte, las autoridades de este país no le han permitido visitar la nación.
No obstante, explicó que ha visto "informes que muestran condiciones lamentables, el uso de la tortura, tratamiento inhumano y denigrante, en un amplio número de centros de detención y prisiones, pese a que la propia ley del país prohíbe este tipo de prácticas". Sin embargo, alabó las noticias de que Pyongyang estaba permitiendo de nuevo la distribución de ayuda internacional.
La escasez de alimentos ha sido uno de los males que ha afectado a Corea del Norte desde mediados de la década de 1990, "en gran parte por desastres naturales y un mal manejo por parte de las autoridades", dijo el responsable, quien criticó las pruebas balísticas de Pyongyang en julio de 2006, ya que "varios países proveedores de ayuda la discontinuaron a raíz de ello".
Muntarbhorn explicó a los 47 miembros del Consejo que la negativa de Pyongyang a su entrada a Corea del Norte era uno de los ejemplos de la escasa cooperación con la ONU y aseguró que sus cartas enviadas al Gobierno norcoreano no han tenido resultado alguno.
Choe Myong Nam, responsable norcoreano en la sede de la ONU en Ginebra, dijo que su Gobierno rechaza el informe presentado por Muntarbhorn. Consideró que el mandato del observador de la ONU "es el resultado de una conspiración por parte de Estados Unidos, Japón y la Unión Europea, que constantemente durante más de medio siglo han perpetrado hostilidades contra el gobierno norcoreano".
