Corea.- El presidente surcoreano, Roh Moo Hyun, acepta la aplastante derrota de su partido en las elecciones locales

Europa Press Internacional
Actualizado: jueves, 1 junio 2006 16:48

SEÚL 1 Jun. (EUROPA PRESS) -

El presidente surcoreano, Roh Moo Hyun, declaró hoy que acepta la aplastante derrota de su partido en las elecciones locales, según informó la agencia de noticias coreana, Yonhap.

"El Gobierno continuará llevando a cabo su política firmemente", dijo el portavoz del Gobierno, Chung Tae Ho. Según Chung, Roh pidió paciencia a su partido Uri y que tuvieran amplitud de miras en consideración con la gente.

El partido gobernante sólo ganó una de las 16 alcaldías y escaños gubernamentales en la elecciones celebradas ayer. El principal partido de la oposición, el Gran Partido Nacional (GPN), ganó 12 mientras que el partido democrático obtuvo dos y un candidato independiente una.

Por otra parte, el presidente del partido Uri, Chung Dong-young, presentó hoy su dimisión tras la victoria de la oposición. Se espera que Chung comparezca en rueda de prensa esta tarde, según un portavoz del partido.

El GPN ha obtenido una amplia victoria en las elecciones locales al ganar en la mayoría de los distritos, incluyendo Seúl y Busan, la segunda ciudad más importante del país. Los candidatos del GPN han ganado en seis de las siete grandes ciudades del país y presentaban una amplia ventaja otras seis circunscripciones, según los primeros datos presentados por la Comisión Nacional Electoral recogidos por la agencia de noticias Yonhap.

Con más del 70 por ciento de los votos escrutados, la única victoria del partido Uri ha tenido lugar en la provincia de Jeolla del Norte, donde reside el núcleo de su electorado.

La alcaldía de Seúl queda en manos del candidato del GPN Oh Se Hoon, que mantenía en torno a los 740.000 votos de ventaja respecto del representante del partido Uri, Kang Kum Sil, con un 68 por ciento de los votos escrutados.

Esta votación se ha contemplado como un referéndum sobre la labor del partido Uri, en el poder, y cómo afrontará las elecciones presidenciales que tendrán lugar el próximo año, bajo la vigilancia estrecha de Corea del Norte, que teme que la victoria de los conservadores enfríe las relaciones entre los dos países.

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