SEÚL 19 Oct. (EP/AP) -
El Gobierno de Corea del Sur decidió hoy intensificar las inspecciones de mercancías procedentes o con destino a Corea del Norte y congelar la financiación para un proyecto turístico conjunto como medida de presión contra su vecino del norte después de conocerse que Pyongyang realizó su primera prueba nuclear el pasado 9 de octubre.
Seúl decidió hoy interrumpir la financiación de un proyecto de turismo en la Montaña del Diamante, en Corea del Norte, que funcionaba desde 1998, según informó la agencia surcoreana Yonhap. El Ministerio de Unificación surcoreano no confirmó de inmediato la información, ya que esta decisión estaba siendo considerada y no hay aún nada firme.
Corea del Sur también podría estar planteándose modificar la forma de pago de los salarios de los empleados de la ciudad fronteriza de Kaesong. Hasta ahora esos salarios eran ingresados en una cuenta común que luego era dividida, pero Corea del Sur se plantea ahora pagar directamente a sus ciudadanos. Las críticas contra el sistema de pago actual se centran en la posibilidad de cometer fraudes.
El endurecimiento de la política contra Pyongyang también podría extenderse a la exportación de materias primas y herramientas destinadas a la construcción de vías de tren que unan ambos países. Corea del Norte y Corea del Sur continúan técnicamente en guerra y están separados por la frontera más fortificada del planeta.
Además, Seúl se plantea inspeccionar todos los barcos norcoreanos que hagan escala en los puertos de Corea del Sur y que tengan como destino terceros países. Otra de las medidas que baraja Seúl es cancelar los envíos de ayuda extraordinaria que prometió para paliar las enormes inundaciones sufridas a mediados de julio. Seúl ya ha congelado los envíos de ayuda regular.
Estas posibles medidas surcoreanas se conocen horas antes de la llegada a Seúl de la secretaria de Estado norteamericana Condoleezza Rice, que viaja a la región para presionar al Gobierno surcoreano para que endurezca su política contra el vecino régimen estalinista.
Mientras Estados Unido apuesta por una línea más dura contra Pyongyang, Corea del Sur hasta ahora prefería mantenerse en una posición intermedia que le permitiese apaciguar las tensas relaciones.