SEÚL 25 Abr. (EUROPA PRESS) -
Corea del Sur ha convocado al embajador de Japón en Seúl, Koro Bessho, para expresar formalmente su protestar por la visita de altos cargos del Gobierno de Shinzo Abe al santuario bélico de Yasukuni, según han informado fuentes gubernamentales a la agencia de noticias Yonhap.
El viceministro de Exteriores de Corea del Sur, Kim Kyou Hyun, ha convocado a Bessho para trasladarle el "fuerte rechazo" de su Gobierno a la visita a Yasukuni y a las declaraciones realizadas por Abe, que dudó de la versión oficial sobre la invasión nipona a la península coreana durante una comparecencia parlamentaria.
Además, Kim ha instado a las autoridades japonesas a "corregir su distorsionado conocimiento sobre la historia regional y sus anacrónicas declaraciones".
Corea del Sur ya manifestó su descontento el pasado lunes, cuando anunció la cancelación de la visita que su ministro de Exteriores, Yun Byung, tenía previsto hacer este fin de semana a Japón para "dar un nuevo rumbo a las relaciones bilaterales".
Corea del Norte también ha criticado la visita a Yasukuni al considerar que es "una provocación inaceptable" que "muestra cómo el fascismo está echando raíces y avivando el militarismo" en Japón y evidencia el deseo del país de invadir de nuevo la península coreana.
Seúl y Pyongyang todavía tienen vivo el recuerdo del periodo colonial japonés en la península coreana (1910-1945), durante el cual los coreanos fueron utilizados como combatientes a favor de los intereses de Tokio y las coreanas como esclavas sexuales.
Por su parte, el Gobierno de China ha presentado una queja formal. "La clave para resolver este asunto es que las autoridades japonesas interpreten correctamente la historia de invasión de su país y respeten los sentimientos de los países victimizados", ha sostenido.
La polémica se desató el pasado domingo, cuando tres ministros y decenas de legisladores japoneses visitaron Yasukuni, erigido para honrar a los fallecidos durante los conflictos armados en los que ha participado Japón durante el siglo XX, incluidos 14 criminales de la Segunda Guerra Mundial.
Japón ha considerado "desafortunado" que la visita a Yasukuni haya generado problemas diplomáticos con sus vecinos regionales, argumentando que los altos cargos que fueron al santuario bélico lo hicieron en calidad de ciudadanos, no de representantes gubernamentales.