Crónica Alemania.- La 'Gran Coalición' alemana celebra su primer cumpleaños con escasa popularidad

Actualizado: sábado, 18 noviembre 2006 15:51

BERLIN, 18 Nov. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Rosa Aranda) -

La gran coalición de gobierno entre la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Ángela Merkel, su hermana de Baviera, la Unión Social Cristiana (CSU) y el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) celebra hoy su primer cumpleaños y si mira hacia atrás puede contemplar las numerosas reformas alcanzadas en el país, pero sobre todo, una espectacular pérdida de popularidad y credibilidad entre el electorado germano. En los últimos sondeos hechos públicos esta semana, tanto la CDU como los socialdemócratas recogen menos del 30% de los votos. Estas encuestas muestran las peores cifras desde la reunificación en 1990, aunque en el aspecto económico Alemania esté apuntándose algunos logros que responden a la promesa que hizo Merkel el 18 de noviembre de 2005: "volveremos a empujar a Alemania hacia delante".

Cuando en el pasado mes de noviembre se firmaron los acuerdos de coalición entre los tres partidos, Alemania miraba esperanzada a un gobierno que reunía a los tres principales partidos del espectro político germano y sobre todo, que estaba liderado por la primera canciller de la historia germana, que además, provenía de la extinta República Democrática Alemana (RDA).

Sin embargo, con los meses el entusiasmo inicial fue decayendo y frente a reformas positivas para la mayoría de los alemanes, como las del sistema federal o la de familia, otras como la inmigración hirieron de levedad a la coalición enfrentada entre sí, y de gravedad con la polémica reforma sanitaria, que no contenta ni a unos ni a otros en Alemania.

Angela Merkel fue considerada entonces por muchos como una canciller falta de carisma y de liderazgo, dispuesta a ceder ante las exigencias de los demás partidos políticos. La mayoría en el país considera que las arcas estatales seguirán creciendo con la subida de impuestos, como el IVA a partir de enero de 2007, y sus bolsillos se vaciarán con la misma rapidez.

FAVORITO STEINMEIR

El ministro de Asuntos Exteriores, Frank Walter Steinmeier es el único miembro del gabinete alemán que puede contar casi de un modo incondicional, con el favor del electorado alemán.

Principalmente su actuación como mediador entre la política del SPD (fracción política a la que pertenece) y la de la CDU con respecto a Estados Unidos, le ha hecho ganarse la confianza de los alemanes.

Si bien el anterior canciller, Gerhard Schroeder se hizo famoso por las tensas relaciones que mantuvo con ese país, sobre todo a raíz de la guerra contra Irak, los alemanes temían que la canciller conservadora diera un giro total a la política y cediera ante el poder de Bush.

No ha sido así y no solamente Angela Merkel ha criticado duramente aspectos de la política estadounidense, como la cárcel de Guantánamo, sino que junto a Steinmeiere ha intercedido para que las relaciones bilaterales fueran de nuevo más que cordiales.

Con sus misiones de paz en Afganistán, Líbano, Congo, Balcanes y Cuerno de Africa, Alemania se ha labrado una fama de país pacífico y comprometido con los derechos humanos y la seguridad en el planeta.

A la coalición de gobierno aún le queda mucho por delante. Sólo ha superado el primer año de mandato, pero aún tendrá que hacer frente a la segunda parte de la reforma del sistema federal: la parte fiscal, y a la reforma empresarial en el país.

A nivel internacional Alemania tiene de frente uno de los grandes retos de los últimos tiempos: la Presidencia del Consejo de la Unión Europea y del G8 (los países más industrializados del mundo y Rusia) a partir de enero del 2007.

El gobierno alemán ha asegurado que hará lo posible por revitalizar la Constitución. Para ello, quiere crear una hoja de ruta durante su Presidencia de turno del Consejo de la UE, que permita que la Constitución salga a la luz antes de los próximos comicios europeos en 2009.

Los objetivos de este país se centrarán también en una mayor cooperación de la UE para diseñar una política energética común, para mejorar la educación e investigación en los distintos países miembros y para lograr una mayor eficiencia en la lucha contra el cambio climático y contra el terrorismo internacional. Durante su Presidencia tanto del Consejo Europeo como del G8, Alemania intentará también potenciar el factor económico de la UE, para que ésta sea una "comunidad competitiva y capaz de crear trabajo".