Los demócratas consiguen la mayoría en la Cámara de Representantes y compiten por dos escaños en el Senado
NUEVA YORK, 8 Nov. (EP/AP) -
Cansados de la guerra y enojados con el presidente que la inició, los estadounidenses lanzaron ayer en las urnas un claro llamamiento a favor del cambio. La mayoría absoluta obtenida por los demócratas en la Cámara de Representantes y la que muy probablemente obtengan en el Senado ha supuesto el primer desafío serio para el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y puede contribuir a alterar drásticamente el equilibrio del poder en Washington.
El Partido Demócrata ha sido el gran vencedor del 'Election Day' la jornada electoral en la que los estadounidenses renovaron la totalidad de la Cámara de Representantes, un tercio del Senado y a 36 de los 50 gobernadores estatales de la unión. Con las nuevas mayorías del Congreso estadounidense --que abarca las Cámaras Baja y Alta--, Bush tendrá muchos quebraderos de cabeza de aquí al final de su mandato, ya que le obligará a aceptar por primera vez compromisos con la oposición en el Congreso o incluso a utilizar su poder de veto, algo que únicamente ha hecho una vez en seis años de presidencia.
Con los comicios de ayer, los republicanos han perdido el control de la Cámara de Representantes por primera vez desde hacía 12 años. Los demócratas han alcanzado los 227 escaños en la Cámara de Representantes (lo que supone un incremento en 28), frente a los 191 de los republicanos (una pérdida de 27). Ello supone que los demócratas han superado claramente los 218 asientos requeridos para la mayoría absoluta de la Cámara, que cuenta con 435 escaños. Aún quedan 17 escaños por decidir.
En el Senado las cosas están mucho más ajustadas, y de momento ambas formaciones cuentan con 49 escaños, cuatro más para los demócratas y cuatro menos para sus rivales. Los demócratas compiten todavía por los escaños correspondientes a dos Estados hasta la fecha en poder de los republicanos, Virginia y Montana, para obtener la mayoría absoluta en la Cámara Alta.
En ambos Estados la ventaja provisional es para los demócratas. En Montana se han registrado problemas con las máquinas de votación en el condado de Yellowstone, por lo que no se darán resultados antes de las 07:00 horas locales (13:00 en España), mientras que en Virginia no se conocerá el ganador hasta que se cuenten los votos por correo, lo que sucederá dentro de algunas horas.
"EL CAMBIO"
"De costa a costa, los estadounidenses han votado por el cambio", declaró la líder del grupo demócrata, Nancy Pelosi, quien será la nueva presidenta de la Cámara. "Hoy hicimos historia. Ahora debemos lograr progresos", agregó.
Por su parte, el actual presidente de la Cámara, el republicano Dennis Hastert, podría dimitir como jefe del grupo, a pesar de haber sido reelegido, y no se descarta su retirada del Congreso. "Ha sido una jornada bastante dura", comentó.
Irak ha sido uno de los asuntos de debate centrales de la campaña y no faltarán los analistas que atribuyan los resultados a la política de Bush en el país árabe. Los líderes demócratas no han tardado en poner sobre la mesa su postura sobre el tema desde la posición de fuerza que les dan estos resultados: "Señor presidente, necesitamos una nueva orientación para Irak", afirmó Nancy Pelosi.
Aunque la guerra en Irak ha sido un gran problema para los republicanos, el escándalo y la corrupción reinantes en Washington los han lastimado más. Tres cuartos de los electores a los que se les preguntó en las encuestas a pie de urna dijeron que la corrupción fue muy importante a la hora de decidir su voto, y que era más probable que votaran por los demócratas. Incluso los evangélicos de raza blanca, firmes partidarios tradicionales de los republicanos, han reconocido que la corrupción les ha llevado a cambiar su voto. Casi un tercio de ellos votó a los demócratas.
Lo cierto es que los asuntos internos han pesado mucho en estos comicios. Los demócratas e incluso algunos republicanos han basado sus campañas electorales en su oposición a las iniciativas de Bush sobre inmigración, la Seguridad Social, la investigación con células madre y el abultado déficit público. Por ello, las elecciones han supuesto una especie de referéndum sobre la Presidencia, que se ha visto debilitada por los elevados precios de la gasolina, la inseguridad económica y la lenta respuesta gubernamental ante los estragos causados por el huracán Katrina.
La debacle más llamativa ha sido la del senador republicano Rick Santorum, cuyo escaño por Pennsylvania en el Senado ha ido a parar a Bob Casey. Santorum, estrecho colaborador de Bush, se ha destacado por su defensa de la guerra de Irak y los valores conservadores en temas como el aborto o el matrimonio homosexual.
En Ohio, Mike Dewine (republicano) también dejará su puesto a un demócrata, Sherrod Brown, congresista que se ha destacado por su oposición a los tratados de libre comercio. También Lincoln Chafee, reconocido como el más liberal de los republicanos de la Cámara Alta, cederá su escaño a un demócrata, Sheldon Whitehouse.
En la Cámara de Representantes, el Partido Republicano ha perdido un escaño en Indiana, dos en New Hampshire, uno en Carolina del Norte y el asiento vacante de Arizona también ha ido a parar a los demócratas. Las elecciones de Ohio y Pennsylvania también se saldaron con victorias demócratas.
La senadora por el Estado de Nueva York, Hillary Clinton, mantuvo su escaño en el Senado con un 66,7% del apoyo popular, frente al 31,2% del candidato republicano, John Spencer. Se trata del segundo mandato de Clinton como senadora por Nueva York y su aplastante victoria en las legislativas de hoy podría ser interpretada como un aval para aquellos que cuentan con su candidatura para acudir en el año 2008 como candidata démocrata a las próximas elecciones presidenciales.
GOBERNADORES
Por su parte, el cargo de gobernador en Nueva York no cambiará de tendencia política en la próxima legislatura estatal tras la victoria del candidato demócrata, Eliot Sptizer, quien se hizo con el 69% de los votos, mientras que su oponente, al candidato republicano John Faso, quien obtuvo el 29% del apoyo popular. Spitzer sustituirá al republicano George Pataki en el cargo.
En California, el actor Arnold Schwarzenegger, ganó las elecciones a gobernador celebradas ayer al vencer con autoridad al candidato demócrata Phil Angelides, según el escrutinio del 22,2% conocido hasta ahora. Schwarzenegger obtendría el 61,9% de los votos frente al 33,6% de papeletas depositadas para Angelides.
La victoria del gobernador Schwarzenegger se produce después de un inicio de campaña decepcionante para el actor republicano que partía con un amplio rechazo de los ciudadanos californianos a su política en el Estado.
Ante la fuerte oposición ciudadana del pasado año, el gobernador Schwarzenegger varió su política e incluyó en su equipo de Gobierno a miembros de la oposición demócrata, algo que fue recibido con satisfacción por los sectores liberales y mejoró su imagen ante el público californiano.
REFERÉNDUMS
La propuesta de prohibir el matrimonio entre homosexuales mediante una enmienda a la constitución estatal logró hoy el apoyo de los estados de Carolina del Sur, Tennessee, Virginia y Wisconsin a la espera de conocer los resultados en otros tantos estados, como es el caso de Dakota del Sur, Idaho, Colorado y Arizona.
Por otra parte, Dakota del Sur rechazó la legislación antiabortista que podría haberse convertido en la más dura de todo el país, una normativa que prohibía el aborto incluso en casos de violación o incesto.
Asimismo, los ciudadanos de Arizona aprobaron una serie de propuestas para contener el flujo de inmigrantes ilegales. Arizona recibe la mayor cantidad de extranjeros que cruzan ilegalmente la frontera entre México y Estados Unidos.
