Crónica FAO.- FAO dice que "promesas no sustituyen alimentos" e insta a los líderes a que luchen contra el hambre

Diouf asegura que hace 10 años todo el mundo consideró el hambre "inaceptable y vergonzoso" y a día de hoy ha aumentado

Europa Press Internacional
Actualizado: lunes, 30 octubre 2006 17:57

ROMA, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -

El director general Organización para la Alimentación y la Agricultura de la ONU (FAO), Jacques Diouf, recordó hoy que "las promesas no sustituyen a los alimentos" e instó a los líderes mundiales a cumplir con los compromisos adquiridos y contribuir a la reducción de la pobreza a la mitad antes de 2015, según establecen los Objetivos del Milenio, algo que parece difícil si se tiene en cuenta que las cifras de personas que pasan hambre a diario han aumentado en lugar de reducirse.

En este sentido, Diouf aseguró que, diez años después de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación (CMA) celebrada en Roma en 1996, en la que se prometió reducir a la mitad el número de personas con malnutrición para 2015, hoy sufren hambre más personas en los países en desarrollo --820 millones-- que en 1996.

Según los datos del nuevo informe, en la actualidad hay 820 millones de personas que sufren malnutrición en el mundo, tres millones menos que los 823 millones que había en 1992, y que fueron los datos utilizados para establecer el objetivo de 2015 en la cumbre de Roma de 1996, lo cual supone una reducción apenas imperceptible.

Aún peor resultan los datos si se comparan con los de 1996: por entonces el número de personas que pasaban hambre a diario se estableció en 800 millones, 23 menos que en 2006. Para alcanzar el objetivo propuesto en 1996, la reducción anual debería ser de 31 millones de personas. Actualmente la cifra de malnutrición se reduce en cuatro millones por año, señala el documento.

"Lejos de disminuir, la cifra de personas que pasan hambre en el mundo está aumentando, a un ritmo de cuatro millones al año", subrayó Diouf durante la presentación del informe anual de la FAO 'El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo'.

En la cumbre de 1996, los dirigentes de 185 países, recordó el director general, consideraron el hambre mundial "inaceptable e intolerable" y hoy, "lamento profundamente informar de que la situación sigue siendo intolerable e inaceptable, tanto más porque han pasado 10 años", recriminó. "Seguir trabajando como hasta ahora no es suficiente", señaló Diouf, que aseguró que no cumplir con el Objetivo de reducir el hambre a la mitad antes de 2015 sería "vergonzoso".

ALGUNOS DATOS POSITIVOS

No todo son malas expectativas en el nuevo informe, pues en los últimos diez años, la cifra de personas que sufren el hambre en países en desarrollo ha disminuido respecto al crecimiento demográfico. En este sentido, mientras en el periodo 1990-1992 un 20 por ciento de las personas en países en desarrollo pasaba hambre, a día de hoy esta proporción ha disminuido al 17 por ciento.

Según las previsiones del informe, podría haber otra disminución del 17 por ciento al 10 por ciento en los próximos nueve años. "Esto significa que el mundo está encaminado al cumplimiento del Objetivo de Desarrollo del Milenio referente a la reducción del hambre", señala el documento.

Sin embargo, la proyección de la cifra total de personas malnutridas en los países en desarrollo para 2015 es de 582 millones, lo que representa un déficit de 170 millones respecto al objetivo de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, que era de 412 millones.

De ellos, más de la mitad de estas personas se concentrarían en Asia, con 326 millones, respectivamente. En África subsahariana esta cifra sería de 179 millones de personas con hambre, más del doble respecto al objetivo de la Cumbre.

En general, las tendencias de la disminución del hambre encubren importantes diferencias entre las regiones, según establece el informe. Por ejemplo, Asia y el Pacífico y América Latina y el Caribe han experimentado una reducción general del hambre, frente a la tendencia en Africa subsahariana, cuyos retos "siguen siendo impresionantes". Actualmente hay 206 millones de personas que sufren hambre en esta región, casi 40 millones más que en 1990-1992.

Pese a que los datos no son del todo alentadores, el documento asegura que aún es posible alcanzar el objetivo si se toman unas medidas determinadas, entre ellas dirigir programas e inversiones a los focos de pobreza y subnutrición; incrementar la productividad de la pequeña agricultura; crear condiciones adecuadas para la inversión privada; hacer que el comercio mundial beneficie a los pobres; e incrementar con rapidez el nivel de la Ayuda Oficial para el Desarrollo al 0,7 por ciento del PIB.

Contenido patrocinado