Crónica Filipinas.- Arroyo decreta el estado de emergencia tras anunciar una intentona golpista

Actualizado: viernes, 24 febrero 2006 19:03

Al menos 25 detenidos en manifestaciones contra la presidenta, en el 20 aniversario del derrocamiento de Marcos

MANILA, 24 Feb. (EUROPA PRESS) -

La presidenta filipina, Gloria Macapagal Arroyo, decretó hoy el estado de emergencia después de que el Ejército anunciara que había desbaratado un intento de golpe de Estado previsto para hoy mismo. Sin embargo, la decisión de Arroyo fue recibida con manifestaciones de protesta por la oposición, que teme una regresión de las libertades, precisamente el día en que se conmemoran los 20 años del derrocamiento del dictador Ferdinand Marcos. Al menos 25 personas fueron detenidas.

Esta mañana, el jefe del Estado Mayor filipino, general Generoso Senga, anunció que se había desbaratado un complot para perpetrar un golpe de Estado, por parte de "elementos desencaminados", gracias a "la fuerza preventiva y al diálogo".

Anunció además la detención del general de brigada Danilo Lim, comandante del Primer Regimiento Scout Ranger --una fuerza de élite del Ejército--. Lim, que fue relevado de su cargo y puesto bajo custodia militar, es uno de los fundadores del Sindicato de Jóvenes Oficiales (YOU, en inglés) que organizó el sangriento intento de golpe de Estado de 1989 contra la presidenta Corazón Aquino.

A última hora, el asesor de Seguridad Nacional de Arroyo, Norberto Gonzales, afirmó que Lim recibió "algún dinero" del depuesto presidente Joseph Estrada, derrocado en una revuelta popular en 2001 y al que sucedió la actual presidenta. "Creo que es uno de ellos, pero ¿qué podemos hacer?, ya está arrestado", dijo, según el portal 'INQ7'.

Además, el secretario de gabinete de Arroyo, Michael Defensor, señaló que además de un número sin especificar de personas detenidas en relación con el intento de golpe de Estado, se está buscando a entre ocho y diez más. Los rumores de golpe de Estado llevaban ya circulando varias semanas, y el jefe del Ejército dejó claro que la amenaza no ha terminado. "Hemos reducido la amenaza pero no podemos decir que haya sido frenada", declaró el general Senga.

El jefe del Estado Mayor afirmó que los golpistas le contactaron para pedirle su apoyo pero, en una entrevista radiofónica, garantizó su lealtad "a la Constitución y a la República", y aseguró que los comandantes de los Ejércitos se mantendrían también esta posición.

Según Senga, Lim y el resto de golpistas "planeaban unirse a las concentraciones de protesta" previstas para hoy. Tanto el dictador Ferdinand Marcos como el antecesor de Arroyo, Joseph Estrada, fueron derrocados por revueltas populares, lo que en Filipinas se conoce ya como "el poder del pueblo".

"Fuimos capaces de persuadirles de que lo que estaban planeando hacer no era lo adecuado", afirmó, De acuerdo con el general, los golpistas eran "unos pocos elementos concentrados cerca de Manila" capital.

La presidenta convocó una reunión de emergencia de su gabinete antes del amanecer y declaró el estado de emergencia en el país, advirtiendo "a los que planean tomar el poder" de que "su traición será tratada con toda la fuerza de la ley". En su mensaje, retransmitido en directo por la televisión, la presidenta aseguró asismismo que no se permitirá que "los financiadores y los políticos que respaldaron esta rebelión huyan".

Arroyo invocó su derecho recogido en la Constitución de declarar el estado de emergencia y que le permite llamar a las fuerzas armadas a prevenir o suprimir una rebelión. Esta medida permite al Gobierno tomar el instalaciones, incluidos los medios de comunicación, y prohibir las concentraciones.

El secretario de Defensa, Avelino Cruz, precisó que la detención sin autorización no está entre los poderes que confiere a Arroyo el estado de emergencia.

Según Cruz, el principal poder con que cuenta la presidenta bajo el estado de emergencia es el de perseguir a las compañías públicas que violen la ley. Sin embargo, no quiso precisar si el Gobierno pretende tomar el control de dichas compañías o de los medios de comunicación.

Durante su intervención, Arroyo había denunciado que en los últimos meses, "elementos de la oposición política han conspirado con los autoritarios de extrema izquierda representados por el Frente Democrático Nacional, el Partido Comunista de Filipinas y el Nuevo Ejército del Pueblo, y la extrema derecha, representado por militares aventureros --los enemigos históricos del estado democrático filipino-- que forman ahora una alianza táctica y están comprometidos en conspiraciones concertadas y sistemáticas, en un amplio frente, para derrocar al Gobierno debidamente constituido en mayo de 2004".

REPRESION VIOLENTA

Así, las celebraciones previstas para conmemorar el 20 aniversario de la democracia tras el derrocamiento de Estrada derivaron en manifestaciones de protesta contra Arroyo. La Policía antidisturbios tuvo que dispersar dos manifestaciones, que sumaban unas 10.000 personas, una de ellas de forma pacífica, pero en la otra recurrió a porras y cañones de agua y detuvo a al menos 25 personas, según AP.

Así ocurrió en una de las manifestaciones, secundada por unas 5.000 personas que marchaban por la autopista que une Manila con el monumento de homenaje al 'poder del pueblo' que logró la destitución de Marcos en 1986. Las imágenes retransmitidas por televisión mostraron a varios policías pegando, por turnos, a un manifestante ensangrentado caído en la agencia.

Además, la Policía dispersó pacíficamente otra manifestación celebrada en el distrito financiero de Manila y liderada por la ex presidenta Corazón Aquino. Los concentrados reclamaban la dimisión de Arroyo, y habían desafiado la prohibición de seguir su marcha después del anochecer.

AQUINO LIDERA PROTESTAS

"No dejemos que nadie nos quite otra vez nuestra democracia", proclamó Aquino ante la concentración en el distrito de Makati. Aquino, una antigua aliada de Arroyo que se ha vuelto contra ella, fue aclamada por los manifestantes mientras pedía la dimisión de la presidenta. Vestida de amarillo, como suele hacer en las protestas, lideró la marcha hacia la estatua de su esposo, Benigno Aquino, cuyo asesinato en 1983 desencadenó la revuelta que acabó con la dictadura de Marcos.

El también derrocado presidente Joseph Estrada acusó desde prisión a la presidenta de emprender políticas "nada diferentes de la ley marcial", en referencia a la dictadura de Marcos. El líder de la izquierda, Teodoro Casino, que se sumó a la protesta encabezada por Aquino, aseguró que las protestas continuarán y pidió a las fuerzas de seguridad que retiren su apoyo a Arroyo y se sumen a los manifestantes.