Crónica Filipinas.- Arroyo firma la abolición de la pena de muerte pero promete firmeza contra el crimen y el terrorismo

Europa Press Internacional
Actualizado: sábado, 24 junio 2006 16:27

La presidenta filipina viaja al Vaticano y a España, que hizo una fuerte campaña por el español condenado a muerte Paco Larrañaga

MANILA/MADRID, 24 Jun. (EUROPA PRESS) -

La presidenta filipina, Gloria Macapagal Arroyo, firmó hoy la ley que prohíbe la imposición de la pena de muerte en Filipinas al mismo tiempo que, para tranquilizar a los críticos, prometió firmeza contra los criminales y los terroristas, según informó la Presidencia filipina.

Arroyo dio el visto bueno final a esta ley, que ya había sido aprobada por el Parlamento, poco antes de comenzar una gira europea que la llevará al Vaticano, a Italia y a España. De hecho, los críticos de la presidenta la acusan de haber aprobado esta ley para ganarse a la Iglesia, un poder clave en Filipinas. Arroyo necesita a los obispos para mantener su apoyo popular frente a las acusaciones de fraude electoral en los comicios de 2004, una crisis política que dura ya un año.

La presidenta tendrá ocasión de presentar la nueva ley al Papa Benedicto XVI, y también al primer ministro italiano, Romano Prodi, a los Reyes de España y al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, con el que se reunirá en el Palacio de la Moncloa el próximo viernes. El Gobierno español se sumó a la campaña de la sociedad civil en contra de la pena de muerte impuesta a un ciudadano español, Francisco Larrañaga, por un doble crimen que afirma que no cometió.

De todas formas, ya antes de la abolición formal de la pena capital, Arroyo decretó el pasado Domingo de Resurrección medidas de gracia para todos los condenados a muerte, conmutándoles la pena por cadena perpetua.

Además, Arroyo, católica practicante, impuso una moratoria a la aplicación de la pena de muerte ya en su primer mandato. Con la nueva ley, los condenados a muerte --unos 1.000-- pasarán a ser condenados a cadena perpetua o a 40 años sin posibilidad de libertad condicional.

La presidenta firmó hoy la ley, horas después de haber sido de alta del hospital, donde ingresó el pasado jueves aquejada de problemas intestinales. En su discurso, la presidenta afirmó que el Gobierno dedicará ahora recursos "a la prevención y el control de crímenes serios, más que a quitar la vida a quienes los cometen". Arroyo describió su decisión como una "celebración de la vida" y dio las gracias a la Iglesia por su papel de "guía" a la hora de decidir sobre un asunto como este.

Pero además, hizo hincapié en que el fin de la pena capital no implicará ser blandos contra el crimen. "Quiero despejar las preocupaciones de los que piensan que la abolición de la pena de muerte abrirá la puerta a los actos atroces", afirmó, apostando por dedicar más recursos a la prevención y el control.

"Nunca nos intimidarán estos actos de traición, y combatiremos el terror tan seriamente como defendemos la paz y el desarrollo. No pararemos hasta la derrota total de los terroristas en todo el país", proclamó, un día después de que una bomba matara a seis personas en el sur del país.

La abolición de la pena de muerte fue saludada por el Nuncio del Vaticano en Filipinas, el arzobispo Fernando Filoni. "No podemos hablar de Derechos Humanos cuando existe la pena de muerte", señaló.

También los defensores de los Derechos Humanos han elogiado la medida, subrayando que la pena de muerte no ha logrado detener el crimen y que existe el riesgo de ejecutar a inocentes.

Sin embargo, algunas asociaciones salieron en defensa de la pena capital. Dante Jimenez, fundador del grupo, Voluntarios Contra el Crimen y la Corrupción, opinó que la nueva situación puede animar a los familiares de las víctimas de crímenes a "tomarse la justicia por su mano".

El abogado Lonardo Vera, del Movimiento para una Justicia Igualitaria, acusó al Gobierno de ignorar a las víctimas del crimen "porque ya no pueden votar".

VISITA A ESPAÑA

La abolición de la pena de muerte ha sido una petición insistente a Manila por parte de todos los responsables políticos y parlamentarios españoles quen han visitado Filipinas en los últimos dos años, a causa del caso del español Paco Larrañaga, que lleva ocho en prisión, dos en el corredor de la muerte, condenado por la violación y asesinato de dos jóvenes en un juicio con irregulariaddes.

Arroyo podrá presentar la nueva ley cuando se reúna con las autoridades españolas.

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