Los diputados de centroderecha piden al primer ministro que revise su posición y dialogue con los sindicatos
PARIS, 28 Mar. (Del corresponsal de EUROPA PRESS, Javier Gómez Muñoz) -
Bernard Thibault, secretario general del primer sindicato del pís, la CGT, anunció que tres millones de manifestantes han recorrido hoy las calles de Francia, en los 135 cortejos previstos, para protestar contra los nuevos contratos para jóvenes, llamados Contratos Primer Empleo (CPE). El primer ministro, Dominique de Villepin, sin embargo, confirmó que no dara su brazo a torcer y que no retirará la reforma laboral.
Esta movilización, confirmada por las primeras cifras aportadas por los medios y las autoridades galas, representa el doble que la protesta del pasado 18 de marzo, que reunió a 1,5 millones de manifestantes, y es síntoma del consenso existente en Francia contra el plan de empleo juvenil del Ejecutivo.
Sindicatos y organizaciones estudiantiles han conseguido paralizar en parte el transporte urbano de muchas de las grandes ciudades del país, así como reducir el transporte ferroviario y aéreo. Sólo ha funcionad el 40% de los trenes regionales y la Dirección General de la Aviación Civil se ha visto obligada a cancelar un tercio de los vuelos previstos hoy en toda Francia. La Educación Nacional también se ha sumado masivamente a la huelga, con unos paros a los que se ha unido casi el 50% de los trabajadores.
Los convocantes contrarios al CPE parecen haber conseguido vencer el pulso lanzado al primer ministro Dominique de Villepin, quien hoy, sin embargo, reiteró su inflexible oposición a retirar los nuevos contratos para jóvenes. Según diputados presentes en la reunión de Villepin con el grupo parlamentario de la UMP, el primer ministro insistió en que está "abierto" a modificar el CPE, pero no lo retirará ni cambiará la posibilidad de despido sin justificación que rige durante el periodo de prueba de dichos contratos, en principio de dos años.
En la Asamblea Nacional, Villepin dijo que "los sindicatos han rechazado la mano tendida". "Se la vuelvo a tender. Estoy dispuesto a dialogar", expresó el primer ministro, quien dijo estar dispuesto a reducir el periodo de prueba de 24 meses y a establecer una entrevista personal en caso de rescisión de contrato, aunque no una comunicación por escrito sobre los motivos del despido. "No permanezcamos inmóviles", dijo Villepin, "nadie ha conseguido avanzar hasta ahora contra el problema del paro juvenil".
No obstante, el grupo parlamentario de la gubernamental UMP, representado por el presidente de la formación y ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, se desmarcó del primer ministro y le pidió que entable de inmediato negociaciones con los sindicatos. Sarkozy, 'número dos' del Gobierno, pero que no oculta sus diferencias con el primer ministro sobre la gestion de la crisis, ha pedido que el CPE quede suspendido, antes de la promulgación de la ley, para que pueda negociarse con las organizaciones sociales.
Los sindicatos rechazan por el momento las invitaciones cursadas por el primer ministro para negociar mañana y exigen que el Contrato Primer Empleo sea retirado antes de discutir sobre el empleo juvenil. La reunión intersindical para decidir el futuro de la movilización tendrá lugar mañana a las 14.00 horas.
INCIDENTES EN PARÍS
En Marsella, la manifestacuón reunió entre 25.000 y 250.000 personas, en Nantes, entre 42.000 y 60.000, en Rouen, entre 18.000 y 40.000, en Grenoble, entre 26.000 y 60.000, cifras muy superiores a las de la movilización del 18 de marzo. Todavía no se tienen cifras del cortejo de París, que tiene lugar actualmente, bajo una fuerte lluvia y escoltado por más de 4.000 agentes de las fuerzas del orden.
Al inicio de esta manifestación, así como en algunos lugares de la periferia parisiense, la policía se ha enfrentado con grupos de jóvenes de los suburbios, que han intentado agredir a las fuerzas del orden y destrozar algunos comercios.
Dos de cada tres trenes de alta velocidad han cumplido su servicio habitual, y funciona el 40 por ciento de los trenes regionales. En los aeropuertos de la capital, Orly y Roissy, el retraso medio ha sido de una hora, y la Dirección General de la Aviación Civil se ha visto obligada a cancelar un tercio de los vuelos previstos hoy en toda Francia. En Orly, aeródromo a donde vuelan la mayoría de los aviones procedentes de España, se ha cerrado una de las dos pistas por motivo de la huelga.
En París, única ciudad donde se ha firmado un acuerdo de servicios mínimos entre los sindicatos y la empresa municipal de transportes, el metro ha funcionado al 75 por ciento de su frecuencia habitual, la misma proporción que los autobuses. Los trenes de cercanías, auténtica pasarela entre la capital y su periferia, sufren anulaciones al 50 por ciento ciento. Sin embargo, en las ciudades de provincia donde los autobuses suponen el único medio de transporte urbano, el efecto de la huelga ha sido mucho mayor.