El dirigente militar rechaza su responsabilidad en lo ocurrido y la comunidad internacional condena la represión
MADRID, 29 Sep. (EUROPA PRESS) -
Al menos 157 personas murieron ayer en Conakry como consecuencia de la violenta represión que llevaron a cabo las fuerzas de seguridad de Guinea de una manifestación contra la posible candidatura del líder golpista a las elecciones presidenciales, Musa Dadis Camara, quien ha rechazado su responsabilidad en lo ocurrido.
Los incidentes violentos han sido condenados por los organismos de Derechos Humanos, por la ONU y por la Unión Europea, mientras que Francia ha optado por suspender la cooperación militar y presionará a sus socios europeos para que se aprueben sanciones.
La cifra de fallecidos la facilitó el presidente de la Organización Guineana de Derechos Humanos, Thierno Maadjou Sow, que estimó en 1.250 el número de heridos. Estas cifras se basan en los datos de los hospitales de Conakry y no incluyen los cadáveres que aún no han ingresado en ningún centro.
El Ejército de Guinea disparó ayer balas reales contra las decenas de miles de manifestantes que se habían congregado, convocados por el Foro de Fuerzas Vivas de Guinea, en el estadio 28 de Septiembre de Conakry y en sus inmediaciones pese a que las autoridades no lo habían permitido.
Los militares les dejaron pasar al interior del estadio, pero luego cerraron las puertas detrás de ellos, según la emisora Radio France Internationale (RFI), que añadió que los soldados dispararon a los manifestantes, que tuvieron que salir, en medio de escenas de pánico, por la única puerta que había quedado abierta.
"Los soldados disparaban a la gente y los que intentaban salir del estadio eran capturados y liquidados con bayonetas", declaró a la agencia Reuters un activista guineano de Derechos Humanos, Souleymane Bah. "Vi cómo los soldados desnudaban a las mujeres, las abrían de piernas y las pateaban en sus partes íntimas con las botas", aseguró por teléfono.
La Junta, conocida como el Consejo Nacional para la Democracia y el Desarrollo (CNDD), ha advertido de que no negociará con los opositores y que detendrá a los que intenten desafiar a la autoridad del Estado.
El líder de la principal formación opositora, la Unión de Fuerzas Democráticas de Guinea (UFDG); el ex primer ministro y candidato presidencial Cellou Dalein Diallo; y el también ex primer ministro y líder de la Unión de Fuerzas Republicanas (UFR), Sidya Touré, fueron golpeados, trasladados al campamento militar de Alpha Yaya Diallo, sede de la Junta, y posteriormente ingresados en un hospital para ser atendidos.
Sus casas han sido saqueadas por los militares, según testigos presenciales. El líder golpista indicó que están en "una de las mejores clínicas", de la que saldrán "libremente" cuando se recuperen, y que él mismo ha pedido que "no les envíen a la Policía o la Gendarmería".
CAMARA ELUDE SU RESPONSABILIDAD
Los enfrentamientos en Guinea, primer exportador de bauxita del mundo, comenzaron el 23 de diciembre de 2008, cuando Camara se hizo con el poder mediante un golpe de Estado, tras el fallecimiento del presidente Lansana Conté, quien gobernaba desde 1984.
El nuevo 'hombre fuerte' contó al principio con el apoyo de una población hambrienta y deseosa de cambios, pero el comportamiento cada vez más errático de su Gobierno, las duras medidas contra antiguos partidarios de los militares golpistas, los ataques a las compañías mineras de las que tanto depende el país y la posibilidad de que decida presentarse a las elecciones de 2010 han contribuido a generar inestabilidad.
Restando aún más puntos a su nivel de popularidad, Camara rechazó este martes su responsabilidad en las muertes que se han producido a causa de los enfrentamientos en Conakry --de las que dijo no saber el número exacto-- y aseguró que "ni siquiera el jefe de Estado puede controlar" al Ejército guineano.
Cuando RFI le preguntó en una entrevista por qué las fuerzas de seguridad dispararon contra la gente, el capitán explicó que la protesta no podía llevarse a cabo el 28 de septiembre porque es el día en que Guinea conmemora su independencia. "Es una jornada de recogimiento (...), no podemos falsear una jornada histórica", dijo.
"Por la mañana (...) se empezó a saber que había una marcha y que las comisarías habían sido saqueadas. Cogieron armas y la gente se dirigió hacia el estadio 28 de Septiembre", y luego las fuerzas de seguridad entraron en el recinto y se produjo un "enfrentamiento", relató el dirigente militar.
No obstante, incidió en que él "no estaba allí" y en que sus datos se basan en el informe que le han entregado sobre lo ocurrido. "¿Es un informe falso o verdadero? Es un dilema", señaló.
"Me han dicho que hubo empujones, que también hubo disparos y que la gente había cogido armas en comisarías de Policía (...). Pero, ¿quién disparó? Signo de interrogación", comentó Camara. "Si al menos hubiese estado allí, si me lo hubiesen permitido (...), habría preguntado si, efectivamente, los militares tenían las armas", añadió.
Aunque en ningún momento culpó al Ejército de lo ocurrido --ni a sí mismo, ya que afirmó tener "honradez moral"--, admitió que esta institución es "patriótica" pero está "descontrolada" y necesita una "reestructuración". "Ni siquiera el jefe de Estado puede controlarlo", subrayó.
Es por eso, aseveró, por lo que aún no ha dicho si va a presentarse como candidato a los comicios presidenciales de enero. "¿Podrá un civil controlar a los militares en un Ejército que no está estructurado? Es un dilema", comentó.
"Yo sirvo al pueblo. Ya no se puede seguir mandando en una dictadura", admitió. "Una parte (de los guineanos) quiere al presidente Dadis, otra parte tiene otras simpatías. Eso es la democracia", manifestó, y añadió que va a realizar una serie de consultas regionales dentro de "una o dos semanas" para saber si su candidatura tiene apoyo o no. Estas consultas "nos van a dar lecciones", consideró.
FRANCIA SUSPENDE LA COOPERACIÓN MILITAR
La "sangrienta y salvaje" represión ejercida por las fuerzas de seguridad contra los manifestantes opositores ha llevado a Francia, antigua potencia colonial, a suspender su cooperación militar con Guinea. El Gobierno galo "también está revisando toda su ayuda bilateral", anunció el ministro de Asuntos Exteriores, Bernard Kouchner, en un comunicado.
"A petición nuestra, la Unión Europea se reunirá mañana en Bruselas para examinar medidas adicionales, particularmente contra individuos, que podrían tomarse rápidamente", añadió, precisando que París también ha mantenido contactos con la Unión Africana y con el Consejo de Seguridad de la ONU sobre la situación.
Por su parte, el comisario europeo de Desarrollo y Ayuda Humanitaria, Karel De Gucht, condenó con firmeza las acciones de las fuerzas del orden, pidió la liberación de los líderes políticos y otros militantes detenidos e hizo un llamamiento al diálogo.
Estados Unidos se mostró ayer "profundamente preocupado" y el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, condenó el "excesivo uso de la fuerza" contra los opositores y se confesó "horrorizado" por la muerte de manifestantes.
Por su parte, la Unión Africana (UA) anunció hoy en un comunicado que la Comisión de la Unión "está preparando un informe sobre los acontecimientos en Guinea y sobre las medidas que se adoptarán, que incluyen posibles sanciones".
La UA ha pedido a Camara que cumpla su compromiso de no presentarse a las elecciones presidenciales y permitir la transición a un gobierno civil. Camara no ha hecho aún un anuncio oficial sobre sus intenciones, pero fuentes diplomáticas han indicado que en privado ya ha expresado su deseo de presentarse a las elecciones.
Por último, la organización Human Rights Watch (HRW) pidió que se lleve ante la Justicia a los miembros de las fuerzas de seguridad que dispararon y abatieron a decenas de manifestantes.
