Al menos 56 muertos en una nueva jornada de violencia, cerca de la mitad por un coche bomba en Bagdad
BAGDAD, 23 Mar. (EP/AP) -
Los tres miembros de la organización cristiana Christian Peacemakers Teams (Equipos Cristianos de Acción por la Paz) que permanecían secuestrados en Irak desde el pasado mes de noviembre, fueron liberados hoy en el marco de una operación militar por parte de fuerzas estadounidenses e iraquíes. La noticia coincide con la muerte violenta de al menos 56 iraquíes en varios puntos de Irak, 25 de ellos tras la explosión de un coche bomba a la entrada de una oficina del Ministerio del Interior en el centro de Bagdad.
Norman Kember, británico, y James Loney y Harmeeth Singh Sooden, ambos canadienses, fueron secuestrados el pasado noviembre en Bagdad junto al estadounidense Matthew Fox, cuyo cuerpo sin vida apareció en la capital iraquí hace dos semanas. Kember, de 74 años, se encontraba en "condiciones razonables", mientras que los otros dos rehenes fueron trasladados a un hospital.
Un portavoz del Ejército estadounidense, el mayor Rick Lynch, explicó que los rehenes habían sido capturados por una "banda dedicada al secuestro" y que el rescate se consiguió gracias a una pista dada por un hombre que había sido capturado por los estadounidenses unas horas antes.
El Ministerio iraquí del Interior afirmó que los cautivos fueron rescatados en una operación conjunta en una zona rural al noroeste de Bagdad entre los pueblos de Mishahda y Abu Ghraib, a entre 20 y 30 kilómetros de la capital iraquí.
El vicedirector de Christian Peacemakers Teams, Doug Pritchard, aseguró en una rueda de prensa en Toronto (Canadá) que los secuestradores no estaban presentes cuando los soldados liberaron a los rehenes, que se encontraban maniatados.
Los rehenes desaparecieron el pasado 26 de noviembre, y una hasta entonces desconocida Brigadas de las Espadas de la Verdad reivindicó el secuestro múltiple. A principios de marzo, los ahora liberados aparecieron en un vídeo emitido por el cadena de televisión qatarí Al Yazira, en el que suplicaron ayuda para su alcanzar la libertad.
JUBILO GENERALIZADO
Christian Peacemakers Teams manifestó su júbilo por la liberación en un comunicado publicado en su página web. "Christian Peacemaker Teams se alegra junto a sus familiares y amigos ante la expectativa de su regreso con sus seres queridos y comunidad. Juntos hemos soportado incertidumbre, esperanza, miedo, pesar y ahora júbilo durante los cuatro meses desde que fueron secuestrados en Bagdad", rezó el comunicado.
También el Gobierno británico mostró hoy su satisfacción. Un portavoz de Tony Blair indicó que "el primer ministro está encantado con esta noticia. Está muy complacido por los liberados y por sus familias y felicita a todo el mundo que participó en la operación de rescate".
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, Jack Straw, aseguró que la operación de rescate ha sido el fruto de "semanas de trabajo cuidadoso realizado por personal civil y militar, tanto de fuerzas de la coalición como iraquíes".
Straw declaró haber hablado con la esposa del liberado y explicó que durante el tiempo de su secuestro, el Foreign Office se ha mantenido en contacto con la familia. "La familia está encantada con la noticia, pero necesitarán tiempo y espacio. Espero que los medios de comunicación británicos e internacionales respeten sus deseos", afirmó.
"Sólo existe un punto triste y es que originalmente fueron capturados cuatro rehenes, incluyendo el señor Fox, un americano, y para todo el mundo supone una gran tristeza el hecho de que le mataran", explicó el jefe de la Diplomacia británica.
MÁS DE 50 MUERTOS
Por otra parte, Irak vivió hoy una nueva jornada de violencia en la que perdieron la vida, según cifras aún provisionales, 56 personas. Mientras, la Policía sigue descubriendo cadáveres de víctimas de la violencia sectaria entre suníes y chiíes.
Un coche cargado con explosivos detonó a la entrada de una oficina del Ministerio del Interior en Karrada, en el centro de Bagdad, matando a al menos 25 personas y dejando más de 35 heridos, informó la Policía.
Por el momento se desconoce cuántas de las víctimas eran transeúntes y cuántos empleados de la oficina ministerial, dedicada a investigar crímenes a gran escala, explicó el agente policial Falá al Mohamadaui.
Al menos seis muertos y 20 heridos causó la explosión de un segundo coche-bomba en una zona comercial a las afueras de una mezquita chií en Shurta, un barrio mixto chií-suní situado en el suroeste de Bagdad.
Por otra parte, dos policías que patrullaban una zona en la capital se vieron alcanzados fatalmente por bombas colocadas para atentar al paso de patrullas, una práctica insurgente muy utilizada. Dos civiles también murieron en el incidente.
Otro policía falleció al explotar otra bomba junto al camino en Iskandariya, a 50 kilómetros al sur de Bagdad. Las autoridades informaron de que docenas de personas resultaron heridas.
En otros incidentes en Bagdad, dos agentes fueron asesinados en enfrentamientos con rebeldes armados, mientras que dos civiles murieron al ser alcanzados por las balas.
Otros 12 cuerpos fueron hallados como consecuencia de la violencia sectaria entre chiíes y suníes. Cuatro de las víctimas fueron encontradas por la Policía en la capital y ocho las descubrieron las fuerzas estadounidenses asentadas en Faluya, a unos 65 kilómetros al oeste de Bagdad.
Asimismo, al norte de Bagdad se produjo un enfrentamiento entre la Policía e insurgentes armados que intentaban liberar a unos detenidos mientras eran trasladados a Mosul. Dos agentes murieron y otros dos resultaron heridos, pero la Policía logró abortar la acción guerrillera. Unos 60 rebeldes fuertemente armados consiguieron ayer liberar a un grupo de prisioneros en Madain, pero al menos 50 fueron recapturados por las fuerzas iraquíes y estadounidenses.