EEUU espera que el nombramiento de un nuevo Gobierno acelere las posibilidades de retirada de sus tropas
BAGDAD, 26 Abr. (EP/AP) -
El secretario de Defensa norteamericano, Donald Rumsfeld, y la secretaria de Estado Condoleezza Rice, viajaron hoy a Bagdad para mantener un primer contacto con el nuevo primer ministro, Jawad al Maliki, que les aseguró que la prioridad de su gobierno será acabar con la lucha fratricida entre suníes y chiíes.
Además, según declaró el propio Rumsfeld, uno de los temas que se tratarán con el nuevo Gobierno iraquí, tan pronto como esté formado, será el traspaso progresivo de las tareas de seguridad, algo que permitiría empezar a retirar tropas estadounidenses.
Tras almorzar con el embajador estadounidense, Zalmay Khalilzad, Rumsfeld y Rice se reunieron durante 50 minutos con Al Maliki, que les garantizó que su prioridad será acabar con la desconfianza entre suníes y chiíes como primer paso para mejorar la seguridad y combatir el terrorismo, la violencia y la corrupción.
En este sentido, garantizó a los responsables estadounidenses que prevé nombrar para los puestos clave de su Gobierno a personas competentes y no sectarias, para que los iraquíes tengan confianza en su equipo. El anterior gobierno provisional fue acusado de sectarismo y discriminación contra los suníes y entró en crisis después de que decenas de suníes fueran hallados en los sótanos de un edificio de la seguridad con signos de desnutrición y de haber sufrido torturas.
Rice explicó a los reporteros en el avión que la visita conjunta pretende "garantizar que no hay fisuras entre lo que hacemos políticamente y lo que hacemos militarmente". "El secretario Rumsfeld y yo estaremos juntos allí porque gran parte del trabajo que hay que hacer está en la intersección entre lo político y lo militar".
De hecho, a su llegada, Rumsfeld se reunió con el máximo jefe militar estadounidense en el país, el general Tom Casey, con el que habló de la necesidad de negociar con las autoridades iraquíes sobre las bases militares norteamericanas y la división de tareas entre tropas iraquíes y norteamericanas.
"No hay duda de que cuando se forme el nuevo gobierno y los ministros estén en sus puestos será apropiado que empecemos las conversaciones sobre las condiciones sobre el terreno, y el ritmo al que entregar la responsabilidad en las provincias", dijo Rumsfeld a la prensa.
El secretario de Defensa, que llegó de madrugada a Bagdad, tenía previstas reuniones con varios responsables iraquíes, entre ellos el nuevo primer ministro. Horas después llegó a la capital iraquí Condoleezza Rice, que se encontraba ayer en Ankara.
REDUCCION SUSTANCIAL DE TROPAS
En declaraciones a la prensa, el general Casey no quiso facilitar un calendario de retirada de las tropas, aunque en el pasado él mismo habló de una reducción "bastante sustancial" este año si no aumentaba la insurgencia y continuaba bien el traspaso de las responsabilidades a los iraquíes. Hasta ahora sólo ha habido una pequeña reducción, de 138.000 a 132.500 efectivos, y no están previstos más recortes.
El general sí admitió que el nombramiento de un nuevo primer ministro, que prevé tener conformado su gobierno en dos semanas, es un "gran paso" en el objetivo de reducir tropas. "Diría que ahora vemos la situación un poco más clara, y cuanto más clara la vea mejor podré hacer mis recomendaciones", añadió.
Rumsfeld recordó que la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU en la que se basa la actual fuerza multinacional expira a finales de año, de modo que será necesario acordar con los iraquíes la cobertura necesaria a partir de entonces.
El secretario de Defensa, que con ésta ha viajado 12 veces a Irak, aseguró que "no" será su última visita al país como jefe del Pentágono, cuando un periodista le planteó esta posibilidad, aludiendo a las peticiones de dimisión lanzadas por varios generales retirados.