Los refugiados y desplazados internos han aumentado drásticamente desde el recrudecimiento de la violencia interconfesional
GINEBRA, 20 Oct. (EP/AP) -
Al menos 914.000 iraquíes han huido de sus casas desde que comenzó la invasión de Irak en 2003, más de un tercio de ellos desde que aumentara la violencia interconfesional a principios de este año, según informó hoy la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Sin embargo, según el portavoz jefe de ACNUR, Ron Redmond, el número posiblemente aumentará. La agencia de la ONU ha estimado que de los casi un millón de personas que han abandonado sus hogares, 754.000 son desplazados internos en el país, mientras que el resto han buscado refugio en el exterior.
Redmond explicó a AP que al menos 160.000 iraquíes han llegado a Siria en los últimos cuatro meses, aunque faltan datos de los que huyeron durante los primeros tres años después de la invasión de las tropas de la coalición liderada por Estados Unidos.
"Estamos extremadamente preocupados por la situación que se está deteriorando rápidamente en Irak y por el desplazamiento en curso que se está creando tanto fuera como dentro de Irak", explicó Redmond a los periodistas.
Según el portavoz, la mayoría de los que han abandonado sus casas desde el inicio de la guerra proceden de la zonas del centro del país alrededor de Bagdad. "Hay también algunos en el norte y el sur, pero la mayoría están en el centro, muchos de ellos van a zonas suníes, o chiíes, donde tienen familia, parientes, u otros grupos sociales que les ayudarán y cuidarán de ellos", agregó.
Redmond explicó que los datos fueron recopilados por miembros del equipo de ACNUR a través de información proporcionada por miembros del Gobierno iraquí y otras agencias de ayuda. Según el Ejecutivo iraquí, actualmente hay 1,5 millones de personas clasificadas como desplazados internos, aunque estos datos también incluyen a 800.000 personas que habían abandonado sus hogares antes de la invasión de 2003.
MÁS REFUGIADOS
Redmond subrayó que el flujo de refugiados a países vecinos también ha aumentado bruscamente después del atentado contra un importante santuario chií en la ciudad de Samarra el pasado febrero, pero los Gobiernos todavía no han proporcionado a la agencia con datos globlales.
ACNUR estima que hay 1,6 millones iraquíes en otros países de la región, principalmente en Jordania y Siria, aunque algunos de ellos viven fuera de su país desde hace más de una década. Asimismo, la agencia de la ONU también manifestó su preocupación por la situación apremiante en la que se encuentran miles de refugiados palestinos que viven en Irak.
Ayer, cuatro palestinos murieron y una decena sufrieron heridas por un ataque de mortero contra un barrio de refugiados en Bagdad, según información recibida por ACNUR. Las ambulancias que intentaban atender a los heridos fueron obligadas a irse por milicianos armados.
Por otro lado, ACNUR agregó que unos 34.000 palestinos se encuentran refugiados en Irak en 2003, pero unos 14.000 han huido debido a la violencia y a las amenazas contra ellos. Por ello, la agencia pide a Siria y Jordania que acogan a los refugiados palestinos, y a Israel que les permita entrar en los Territorios Palestinos. "Ahora mismo, hay una situación insostenible para los palestinos y parece que está emperorando", agregó Redmond.
TOMA DE AMARAH
Mientras tanto, las milicias chiíes del clérigo radical Muqtada al Sadr se hicieron hoy con el control de la ciudad de Amarah, según informaron varios testigos y fuentes policiales, en lo que se considera como uno de los actos de desafío más atrevidos llevados a cabo por las milicias radicales.
El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, convocó una delegación de seguridad de emergencia entre la que se incluye al ministro de Estado para la Seguridad, Shirwan al-Waili, así como a representantes de los ministerios de Defensa e Interior, según informó Yassin Majid, el consejero para la información del primer ministro.
El portavoz del Ministerio del Interior, Karim Jalaf, afirmó que las fuerzas de seguridad iraquíes habían llegado a las afueras de la ciudad de Amarah después de que las milicias de al Sadr, conocidas como el Ejército del Mahdi atacaran, a primera hora de la mañana de hoy, tres comisarías de Policía que fueron completamente destruidas con explosivos, según informaron los residentes.
La ciudad, que permanecía bajo control iraquí después de una ofensiva llevada a cabo por fuerzas militares británicas el pasado mes de agosto, debe prepararse ahora por una contraofensiva que será llevada a cabo por una fuerza conjunta formada por el Ejército y la Policía iraquí.
Según los testigos, al menos 800 milicianos armados con rifles de asalto Kalashnikov y con lanzacohetes patrullaban las calles de la ciudad, mientras que otros guerrilleros habían establecido barricadas en todos los accesos de la ciudad mientras advertían a los más de 750.000 residentes de que permanecieran en sus hogares.
Al menos 15 personas, entre las que se incluyen cinco milicianos, un policía y dos civiles han muerto durante los combates, según el doctor Zamil Shia, director del departamento de salud de la ciudad, situada a 320 kilómetros al sureste de Bagdad. Además, otras 59 personas han resultado heridas, entre las que se cuentan 31 milicianos, seis policías y 22 civiles, entre los que se incluyen tres niños, según Riyad Saed, el médico de guardia en el principal hospital de la ciudad.
La lucha comenzó el pasado jueves, cuando el jefe de la inteligencia policial y líder de la facción chií rival de al Sadr, las milicias de las Brigadas de Badr, Qassim al Tamini, falleció asesinado por la explosión de una bomba en una carretera. En respuesta, su familia secuestró al hermano adolescente del comandante del Ejército del Mahdi en Amarah, Shiek Fadel al Bahadli, para pedir que se entregaran a los asesinos de al Tamini. Según el portavoz del Ministerio del Interior iraquí, al menos tres personas habían sido detenidas en relación a este asesinato.
