Crónica Irak.- Más de un centenar de peregrinos chiíes fallecen en varios atentados suicidas

Actualizado: martes, 6 marzo 2007 20:54

Bush mientras tanto ve "signos esperanzadores" en el plan de seguridad BAGDAD, 6 Mar. (EP/AP) -

Un nuevo episodio de violencia sectaria en Irak acabó hoy con la vida de más de un centenar de peregrinos chiíes en varios ataques suicidas en diversos puntos del país, mientras estos se dirigían a Kerbala para participar en uno de los principales festivales del chiísmo en el que se conmemora la muerte del Imán Husein, uno de los principales patriarcas, y que pone en evidencia que el nuevo plan iraquí de seguridad esté dando algún tipo de resultado.

Pese a las cifras de hoy y un día después de que las fuerzas estadounidenses en Irak sufrieran su día más mortal en el último mes, con la muerte de nueve militares en explosiones en el norte de Bagdad, el presidente estadounidenses, George W. Bush, declaró que ve "signos esperanzadores" de que el nuevo plan de seguridad triunfe.

Los ataques sobre peregrinos chiíes se produjeron en las localidades de Hilla (95 kilómetros al sur de Bagdad), donde se produjo la mayor cifra de muertos que alcanzó los 93, y en otros puntos en dirección a Kerbala, donde se celebra el fin de los 40 días de luto por la muerte del nieto del profeta Mahoma, el Imán Husein, en Latifiya (a 30 kilómetros al sur de Bagdad) donde grupos armados abrieron fuego y asesinaron a tres peregrinos.

El peor de los ataques fue el causado por dos suicidas que se inmolaron ante una multitud de peregrinos en Hilla, informó la Policía, causando 93 muertos y 164 heridos.

Otro de los ataques se registró en la barrio de Dora de Bagdad, donde hombres armados acribillaron a balazos un minibús y asesinaron a sus ocho pasajeros, informó la Policía. Un automóvil cargado de explosivos estalló cerca del sitio del ataque horas más tarde, matando a otras dos personas, informaron las autoridades.

Además, otros cuatro peregrinos murieron tras la explosión de un coche bomba en el barrio de Yarmuk, en Bagdad, según indicó la Policía, que añadió que, además, más de una decena de personas resultaron heridas en este ataque.

Otro peregrino chií murió en un ataque con bomba en una carretera del barrio bagdadí de Waziriya, en el norte de Bagdad. Otros cinco resultaron heridos en distintos ataques que tuvieron lugar en el sur de la capital.

Sin embargo, la violencia no sólo se centró en los peregrinos. Al menos cinco policías murieron por la explosión de una bomba al paso de su convoy en Maamil, un suburbio bagdadí del sureste de la capital. También en el sur de Bagdad, un comandante de la Policía murió y cuatro agentes resultaron heridos después de que los insurgentes atacaran su convoy, según informaron los cuerpos de seguridad iraquíes.

Por otra parte, en la localidad de Musayyib, a unos 60 kilómetros al sur de Bagdad, un antiguo miembro del partido Baas murió por los disparos de unos atacantes no identificados desde un BMW, mientras caminaba en la zona de Al Hur Al Gharbi.

Finalmente, dos personas murieron y otras cuatro resultaron heridas por la explosión de una bomba al paso de un camión cisterna lleno de gasolina por el barrio de Sarafiyah, en el norte de Bagdad, según informó la Policía.

No fueron sólo los iraquíes los que se vieron un día más perjudicados por la violencia que arrasa el país. El Ejército estadounidense sufrió su peor día en el último mes y anunció la muerte de nueve de sus soldados en el día de ayer al norte de Bagdad, informó el Ejército.

DIA NEFASTO PARA EL EJERCITO DE EEUU

Los nueve soldados, pertenecientes a la Fuerza de Operaciones Relámpago, murieron ayer como consecuencia de la explosión de dos bombas en las provincias de Salahuddin y Diyala, al norte de Bagdad. Por una parte, seis soldados fallecieron tras la explosión de una bomba cerca de varios vehículos militares durante una operación de combate en Salahuddin, según un comunicado del Ejército. Otros tres soldados resultaron heridos y fueron trasladados a un hospital militar estadounidense.

En otro incidente registrado el mismo día, tres soldados estadounidenses murieron y un cuarto resultó herido como consecuencia de la explosión de una bomba colocada al borde de una carretera en Diyala, según otro comunicado. La cifra de soldados norteamericanos muertos en Irak asciende a 3.184.

Ayer fue "un día muy traumático" para las tropas estadounidenses en Irak, dijo un portavoz del Ejército en el norte de Irak, Michael Donnelly. "Nuestros corazones y oraciones están con las familias ahora en el momento de la pérdida, y nuestra resolución es mayor para cumplir nuestra misión aquí", apuntó.

BUSH VE "SIGNOS ESPERANZADORES"

Pese a la nefasta jornada sobre el terreno, desde Washington, el presidente estadounidense, George W. Bush, habló durante una sesión de evaluación de los progresos en Irak y observó "signos esperanzadores" tras el despliegue de la nueva estrategia conjunta entre las autoridades militares norteamericanas e iraquíes para consolidar de forma paulatina la seguridad en la capital iraquí, si bien reconoció que "no hay atajos en Irak".

Asimismo, subrayó el hecho de que los mandos castrenses en Irak deberían poder llevar a la práctica su misión "sin la interferencia de políticos de Washington". "Las fuerzas iraquíes y estadounidenses están progresando de manera gradual pero de forma importante casi todos los días y nos mantendremos en nuestros trece hasta que hayamos alcanzado nuestros objetivos", agregó.

"Otros miembros del Congreso parecen creer que podemos tenerlo todo: que podemos encontrar a Al Qaeda, alcanzar la reconciliación nacional, iniciar una diplomacia agresiva y frenar la ambición de Irán en Irak al tiempo que nos replegamos de Bagdad y reducimos los niveles de nuestras fuerzas (militares)", criticó Bush. "Eso suena bien en teoría, pero hacerlo en este momento (reducir las tropas estadounidenses) repercutiría en todo aquello por lo que han trabajado nuestras tropas", agregó, defendiendo una vez mas su decisión de aumentar el contingente.

Pese a todo el presidente estadounidense advirtió de que "todavía es demasiado pronto para juzgar el éxito de esta operación" para contener la imperante violencia en Bagdad, aunque matizó que incluso ahora "hay ciertos signos esperanzadores" en Irak. "Podemos esperar que Al Qaeda y otros extremistas intenten descarrilar esta estrategia impulsando espectaculares ataques", apuntó.

Por ello, urgió a los demócratas en el Congreso a aprobar su última petición de fondos para financiar la guerra de Irak por valor de 100.000 millones de dólares (76.300 millones de euros). "Los miembros del Congreso tienen todo el derecho a expresar sus opiniones", admitió, recordando que "también tienen la responsabilidad de financiar" a los soldados estadounidenses.