Ninguna de las dos coaliciones deja claro como ayudará a superar la crisis económica en el país
ROMA, 7 Abr. (de la corresponsal de EUROPA PRESS C. Giles) - .
Los más de 50 millones de italianos llamados a votar en las próximas elecciones generales del 9 y 10 de abril tendrán que elegir entre dos programas de gobierno, el del centro derecha de la Casa de las Libertades y del centro izquierda, La Unión, en los que en ambos se promete, salvo algunas diferencias, prácticamente lo mismo: la reducción de los impuestos, el aumento de las pensiones y la ayuda a las familias.
Algunos días antes del comienzo de la campaña electoral, los partidos que forman la coalición liderada por Romano Prodi firmaron aunque con dificultad un programa denso y largo de 281 páginas en el que se recogen las promesas y los principales puntos en caso de un gobierno de centro izquierda.
Lo mismo ocurrió con la Casa de las Libertades de Silvio Berlusconi, aunque el programa del centro derecha se reduce a 23 páginas. El presidente del gobierno añadió hace unos días al programa original la promesa de la eliminación del impuesto sobre los bienes Inmuebles (IBI) relativo a la primera vivienda, un anuncio que sacudió la campaña electoral y que para algunos podría ser su arma ganadora.
MENOR COSTE DEL TRABAJO Y OBRAS PUBLICAS
En el programa de La Unión la principal promesa en materia laboral es la reducción en cinco puntos de la llamada "brecha fiscal" --que es la diferencia entre el coste del trabajo para la empresa y el sueldo de los trabajadores--, así como la homogeneización de la contribución de cada trabajador, sea con contratos por obra o indefinidos. Mientras, en la Casa de las Libertades se habla de la reducción del 3 por ciento del coste del trabajo a través de las contribuciones del trabajo temporal.
Berlusconi promete --como hace cinco años-- la creación de un millón de puestos de trabajo, una reducción del 4,5 por ciento del desempleo. La Unión, en cambio, no da cifras pero promete cambiar algunos puntos de la ley sobre el trabajo aprobada por este Gobierno para eliminar algunos tipos de contratos precarios.
En el caso de las obras públicas, Prodi promete potenciar el transporte de mercancías por barco o tren, invertir en el sur "teniendo en cuenta los recursos financieros disponibles", y paralizar el proyecto de construcción del puente sobre el estrecho de Messina, que uniría Italia con Sicilia y que era el principal proyecto de infraestructura del Gobierno Berlusconi.
Uno de los temas que daría quebraderos de cabeza a Prodi si llegara a gobernar sería la construcción del Tren de Alta Velocidad (TAV) Turín-Lyon, al que se oponen los ciudadanos de la zona, ya que mientras que en el programa se dice "sí" a su realización, partidos de la coalición como Refundación Comunista se han mostrado siempre en contra. En el programa de Berlusconi se promete completar la realización del 80 por ciento de las infraestructuras comenzadas en estos cinco años.
IMPUESTOS Y "BONUS BEBE"
La gran batalla durante esta campaña electoral ha sido las acusaciones al centro izquierda de querer subir los impuestos. Berlusconi acusa a Prodi de querer introducir impuestos sobre las transacciones bursátiles y reinstaurar los impuestos en las herencias de grandes patrimonios. Pero el centro izquierda se defiende explicando que éstos se aumentarán sólo cuando se hable de cifras que superen los millones de euros.
Berlusconi y su coalición prometen volver a bajar los impuestos y crear solo dos cuotas: el 23 por ciento a aquellos que declaren hasta 100.000 euros y del 33 a aquellos que los superen, además de la eliminación del IBI para la primera vivienda, Prodi habla de homogeneizar los impuestos para llegar a una cuota media del 20 por ciento.
Además, ambas coaliciones prometen el aumento de las pensiones a los jubilados "para adecuarlas al coste de la vida". El centro derecha da cifras y habla de 800 euros, pero en la pasada legislatura se prometió llegar a los 516 euros y según la oposición no se cumplieron las promesas, y más de 4 millones de ancianos siguen percibiendo pensiones inferiores a los 550 euros.
Además, tanto Prodi como Berlusconi anuncian ayudar a las familias que tengan hijos con los llamados "Bonus Bebé". El centro derecha ya tiene preparado un cheque de 1.000 euros por cada niño que nazca mientras que el proyecto del centro izquierda es de dar 200 euros al mes por cada recién nacido y hasta los 3 años.
En el programa se diseña muy vagamente como se resolverá el gran problema del país, la crisis económica, ya que el último informe del Instituto Nacional de Estadística Italiano (Istat) señaló que el crecimiento del país fue nulo en el 2005.
El Producto Interior Bruto (PIB) italiano registró un crecimiento cero en 2005, colocándose a la cola de los países de la Unión Europea, donde el promedio fue del 1,3%, lo que suponía un retroceso con respecto al aumento del 1,1% del PIB en el 2004.
A todo esto se le tiene que sumar la perdida de 102.000 empleos en 2005 y, pese a un pequeño aumento del consumo de 0,1% en 2005 y al aumento de las exportaciones de 7,6%, los resultados son decepcionantes, ya que las importaciones también aumentaron un 8.9% por lo que el crecimiento del intercambio económico exterior se quedó en el 0,3 por ciento.
El dato más positivo del estudio de Istat es la disminución del déficit público de Italia a un 4,1%, aunque aún queda lejos de los parámetros establecidos por la Unión Europea que son del 3 por ciento, por lo que Italia tiene hasta el 2007 para regularizar sus cuentas si no quiere sufrir sanciones.
Para relanzar la economía del país, se tendría que realizar una política de contención de los gastos pero las promesas de ambas coaliciones demuestran todo lo contrario. Tanto la derecha como la izquierda prevén recaudar los fondos necesarios recortando los gastos públicos --aunque no se sabe bien cómo-- y sobre todo se centran en la lucha a la evasión fiscal, que por el momento en los últimos años se demostró un fracaso.
PACS Y RETIRO DE LAS TROPAS
Otro de los temas de la campaña electoral e incluidos en los programas ha sido la legalización o no de las parejas de hecho. Mientras que en la Casas de la Libertades se cierra la puerta completamente a esta posibilidad y se comenta que ya existen leyes en este sentido para garantizar los derechos, la Unión realiza una tímida apertura explicando que se aplicará "el modelo francés (el Pacto Civil de Solidaridad)" los problemas jurídicos y civiles de las personas que quieren unirse, aunque especifica en "formas diferentes al matrimonio".
Respecto a la política exterior y la retirada de las tropas italianas presentes en Irak, La Unión habla de "lo más rápido posible tras acordarse con las autoridades locales", "sólida alianza con Estados Unidos" y "mandado a ONU Y UE para el uso de la fuerza en caso de conflictos". Mientras que la Casa de las Libertades explica que se realizará "una retirada gradual a partir de septiembre" se apoya en "una relación privilegiada con el presidente de Estados Unidos" y "buena relación con el presidente de Rusia".
En materia de inmigración, Prodi quiere abolir la ley "Bossi-Fini", que regula la entrada de inmigrantes en el país, promete el permiso de residencia a quien denuncie el trabajo irregular y el derecho al voto para los inmigrantes.
Además, La Unión promete introducir una ley que regule los diferentes casos del "conflicto de intereses" para que no se repitan casos como el de Berlusconi y anuncia una ley sobre la radiotelevisión inspirada en la que pretender aplicar el Gobierno español.