En algunos comercios y gasolineras comienza a haber ya problemas de abastecimiento
ROMA, 12 Dic. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, G. Moreno) -
La protesta de transportistas desatada este lunes en Italia de modo inesperado volvió hoy a bloquear las principales autopistas del país por tercer día consecutivo, además de causar graves problemas de abastecimiento en numerosos comercios y gasolineras. Aunque la situación ha mejorado ligeramente en las últimas horas, la red de autopistas siguió registrando retenciones, colas y el cierre al tráfico de algunos tramos.
La escasez de carburante y de productos de primera necesidad como la leche, la carne, la fruta y la verdura, se agravó hoy todavía más, dada la persistencia de los camioneros, que siguieron invadiendo las carreteras italianas.
Largas colas de coches se acumularon a lo largo de todo el día en las gasolineras en las que todavía quedaba combustible, situación que, en algunos casos, originó escenas de tensión entre los ciudadanos que esperaban su turno para llenar el depósito. De hecho, la Policía tuvo que acudir a algunos de estos establecimientos para evitar peleas y mantener el orden.
La falta de abastecimiento llegó incluso a la Ciudad del Vaticano, cuyo Governatorato optó por racionar la gasolina todavía disponible, imponiendo a los conductores un límite máximo de 20 euros para repostar.
La protesta también podría poner en riesgo el servicio de las ambulancias y medios de emergencia, aunque "por el momento no hay emergencias porque están utilizando las reservas". No obstante, "para los particulares, la situación es muy difícil", afirmaron fuentes de la prefectura de Roma.
La crisis se extendió también a los servicios de recogida de residuos, especialmente en la región sureña de la Campania, donde las deficiencias en este ámbito ya suelen provocar problemas en circunstancias normales.
REPERCUSIONES EN COMPRAS NAVIDEÑAS
Las asociaciones de consumidores y de comerciantes también alertaron sobre la falta de suministro en los supermercados. De hecho, temen que la huelga pueda repercutir de modo especialmente negativo en el balance económico de las empresas, dado el periodo del año, en que las familias empiezan a aprovisionar viandas de cara a la celebración de las fiestas navideñas.
En concreto, la protesta está provocando "daños directos e indirectos" en el sector de la agricultura, lo que podría repercutir en el precio final de los productos alimentarios, según aseguraron las asociaciones de agricultores. Justo en estos días se tendrían que haber entregado a los mercados los productos necesarios para la semana de Navidad, algo que "no está sucediendo" y cuyas consecuencias serán "inevitables", advirtieron.
La huelga también impidió el funcionamiento en algunas compañías, como la Fiat, donde la actividad se paralizó por la falta de algunas piezas necesarias para la producción.
PROTESTA POR ELEVADO COSTE DE LA GASOLINA.
En el origen de la protesta se encuentra el elevado coste de la gasolina, así como la falta de recursos destinados por el Gobierno para potenciar el sector y hacerlo más competitivo frente a las empresas extranjeras.
Precisamente este mediodía tuvo lugar una importante reunión entre el Ejecutivo italiano y los sindicatos, con el objetivo de dar una salida a la crisis, pero que no sirvió para disuadir a los huelguistas.
Éstos confirmaron la continuación de la protesta, según declaró el portavoz del sindicato Cna-Fita, Maurizio Longo, a la salida del encuentro. Por su parte, el Gobierno les entregó un documento de propuestas, que los líderes sindicales analizarán en las próximas horas y emitirán una valoración conjunta.
No obstante, los sindicatos se comprometieron a garantizar los servicios esenciales a los ciudadanos, tales como la distribución de leche, medicinas y gasolina.
MEDIDAS CONTRA HUELGUISTAS
Además de las presiones ejercidas por el Ministerio de Transportes, que ayer conminó a los transportistas a abandonar la protesta y volver al trabajo, la Fiscalía de Roma abrió hoy una investigación sobre el bloqueo en su circunscripción, identificando la matrícula de los vehículos que tomaron parte en la protesta.
Ya ayer, el primer ministro del país transalpino, Romano Prodi, condenó con firmeza la actuación de los transportistas, calificándola como una "inadmisible violación de la libertad de los ciudadanos" y con la que se produce un "daño al país, justo en vísperas de las fiestas de Navidad".
La huelga de transportistas llega sólo dos semanas después del imprevisto paro e invasión de las calles protagonizado por los taxistas de Roma y que conllevó la paralización de gran parte de la ciudad y el enlace con los aeropuertos cercanos, de Ciampino y Fiumicino.
Todavía más recientemente, Italia afrontó una huelga general de transportes durante la que se pararon trenes, autobuses, aviones, barcos e incluso los trabajadores de las autopistas, causando graves molestias a los ciudadanos.
En este último caso, el paro también fue convocado para protestar contra los Presupuestos del Estado para 2008, con los que se "agrava" la ya precaria situación de los trabajadores y la falta de inversiones en el sector, según argumentaron los sindicatos.
