Crónica JJOO.- RSF acusa al presidente del COI de traicionar el espíritu olímpico por las violaciones de DDHH en China

Actualizado: domingo, 24 agosto 2008 20:59

La ONG propone que el respeto a la libertad de expresión se tenga en cuenta al designar futuras sedes olímpicas

MADRID, 24 Ago. (EUROPA PRESS) -

La ONG Reporteros sin Fronteras (RSF) denunció la incapacidad del presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, para hacer respetar la Carta Olímpica, que establece que el deporte debe ponerse "al servicio del desarrollo armonioso del hombre, con vistas a animar el establecimiento de una sociedad pacífica, preocupada por preservar la dignidad humana".

Un a vez clausurados los Juegos Olímpicos, RSF hace un balance negativo del respeto a la libertad de expresión durante su duración. "Aunque la mayoría de periodistas extranjeros han podido cubrir las pruebas deportivas en buenas condiciones, la policía, respaldada por voluntarios civiles, ha impedido muchas veces a los reporteros cubrir manifestaciones, o investigar sobre temas sensibles según el criterio del gobierno chino", denuncia el grupo.

Al designar en 2001 a Pekín para ser la sede de los Juegos, el COI sabía que los derechos humanos iban a estar en el centro del acontecimiento, pero a lo largo de los siete años que han separado la concesión y el comienzo de los Juegos, el COI, y especialmente su presidente Jacques Rogge, han sido incapaces de incitar a las autoridades chinas a mejorar de forma duradera el respeto de la libertad de expresión.

"Como nos temíamos, los JJOO de Pekín han sido período propicio para las detenciones, condenas, censura, vigilancia y acoso de más de cien periodistas, bloggers y disidentes (...). El Comité Olímpico Internacional (COI) tiene una gran responsabilidad. Nos parece primordial que los miembros del COI saquen todas las consecuencias para cuando llegue el momento de elegir a su próximo presidente, ya que el mandato de Rogge finaliza dentro de un año", recuerda RSF.

"Hacemos también un llamamiento para que, de ahora en adelante, la libertad de expresión sea uno de los criterios, a la hora de conceder los JJOO a una ciudad candidata. Dado que el movimiento olímpico ha reincidido en el error de Pekín atribuyendo los Juegos de Invierno de 2014 a la ciudad rusa de Sochi, Reporteros sin Fronteras continuará movilizándose para que en estos acontecimientos deportivos se garantice la libertad de prensa", afirmó el secretario general de Reporteros sin Fronteras, Robert Ménard.

RSF emplazó además a la dirección del movimiento olímpico a que replanteen los criterios de concesión de los futuros JJOO. "Naturalmente deben incluir consideraciones técnicas y materiales, pero también la cuestión del medio ambiente. ¿Por qué, en este caso, no añadir un criterio relativo al respeto de la libertad de expresión en el país de la ciudad candidata? El COI podría, por ejemplo, tener en cuenta la existencia, o no, de medios de comunicación independientes, el grado de censura y la libertad de circulación de los periodistas, nacionales y extranjeros", indica el comunicado.

PROMESAS CHINAS ROTAS

Las más altas autoridades chinas se comprometieron a defender la libertad de prensa. El propio presidente Hu Jintao declaró el 1 de agosto, ante los periodistas extranjeros, que su país iba a "facilitar el trabajo" de los periodistas extranjeros "antes y después de los Juegos Olímpicos de Pekín". Liu Binjie, responsable de la Administración General de Prensa y Publicaciones, aseguró que "la puerta abierta a los medios de comunicación extranjeros no se iba a cerrar después de los Juegos".

Sin embargo, al menos 22 periodistas extranjeros han sido agredidos, detenidos, o se les ha obstaculizado el trabajo durante los Juegos. Dos bloggers norteamericanos, Brian Conley y Jeffrey Rae, se encuentran actualmente detenidos en Pekín por cubrir las actividades de militantes pro tibetanos.

Además, son muchos los periodistas que se han quejado de la intervención de las fuerzas del orden o de voluntarios civiles cuando intentaban entrevistar a chinos. Una periodista de una agencia de prensa segura que, en una semana, al menos cinco de las personas que entrevistó fueron después detenidas por la Policía.

A esto hay que sumar la denegación de visado para dos periodistas a pesar de estar acreditados para cubrir los Juegos y para seis miembros de RSF o la negativa de las autoridades del Comité Organizador a comentar los incidentes relacionados con la libertad de expresión.

Las autoridades hicieron promesas respecto al mantenimiento, tras los JJOO, de las reglas adoptadas en enero de 2007 para facilitar el trabajo de los periodistas extranjeros. Pero, de momento, no se ha adoptado ninguna directiva. En octubre, cuando acaben los Juegos Paralímpicos, terminará teóricamente la libertad de movimientos y de hacer entrevistas.

CENSURA EN INTERNET

En lo que respecta a la censura en Internet, RSF ha constatado que en China siguen bloqueados una treintena de sitios informativos en chino y de organizaciones de defensa de los Derechos Humanos, incluso en los centros habilitados para la prensa extranjera. La última censura en el tiempo es la del sitio de música iTunes porque, según una organización pro-tibetana, permitía a los atletas presentes en Pekín escuchar canciones en favor del pueblo del Tibet.

Las autoridades siguen limitando a los internautas tibetanos ya que muchos sitios, y entre ellos los de RSF y Amnistía Internacional, no se han desbloqueado nunca en la provincia himalaya.

Además, los ataques informáticos a sitios dedicados a los derechos humanos se han multiplicado con motivo de los Juegos Olímpicos Es algo que ha ocurrido en China, en la publicación digital Yizhou Xiwen, y en el extranjero, como ha sido entre otros el caso de la página de RSF (www.rsf.org).

En cuanto a otros derechos, como el derecho de manifestación, es cierto que los organizadores han delimitado espacios en Pekín para que los manifestantes puedan reunirse, pero, de hecho no se ha autorizado ninguna manifestación, a pesar de las 77 demandas presentadas en la Oficina de la Seguridad Pública de Pekín. Además al menos a una quincena de chinos fueron detenidos por pedir una autorización.

Ante la imposibilidad de manifestarse libremente, varias organizaciones internacionales han llevado a cabo acciones callejeras sin autorización o han celebrado ruedas de prensa en habitaciones de hotel. Más de cincuenta extranjeros han sido detenidos, y después expulsados. Seis de ellos continúan detenidos en Pekín en relación con estas protestas.