Israel advierte de que suspenderá la retirada si el Ejército libanés no se despliega en los próximos días
BEIRUT, 16 Ago. (EP/AP) -
El Gobierno libanés ordenó hoy el despliegue de su Ejército en el sur del país, de manera paralela a la retirada de las fuerzas israelíes, pero evitó el tema más espinoso, el desarme de la guerrilla chií libanesa Hezbolá, incluida en la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. Israel, por su parte, advirtió de que suspenderá su retirada si las tropas libanesas no se despliegan en el sur en un plazo de días.
El despliegue de 15.000 efectivos libaneses es una de las claves de la resolución de alto el fuego aprobada por el Consejo de Seguridad que acabó desde el lunes con el conflicto entre Israel y la milicia chií que se ha extendido durante 34 días y ha dejado el país al borde de la destrucción.
Sin embargo, la decisión libanesa no ha dejado claro qué se hará respecto a la presencia de Hezbolá y sus armas en la frontera con Israel. El gabinete evitó hoy especificar medidas concretas, aunque se cree que el Ejército libanés no desarmará a las guerrillas pero permitirá a estas que almacenen sus armas en búnkeres cerrados.
Esta fue la decisión tomada tras suspenderse hasta dos veces la sesión para la implantación del plan de alto el fuego, ya que los miembros de Hezbolá en el Gobierno se negaban a la demanda de la ONU de que la milicia sea desarmada.
El Ejército, que se ha estado desplegando en la orilla norte del río Litani, será reforzado por una misión de estabilización de la ONU, lo que permitirá la retirada del Ejército hebreo por completo.
"No habrá más autoridad o armas que las del Estado", aseguró el ministro de Información, Ghazi Aridi. La misión del Ejército es "defender el territorio nacional, salvaguardar la seguridad y prevenir de ningún tipo de autoridad fuera del Estado libanés", dijo el ministro.
Asimismo, el Gobierno libanés ha pedido a su Ejército "asegurar el respeto" de la Línea Azul, que demarca la frontera entre ambos estados, "y la aplicación de las leyes existentes sobre la vigilancia de cualquier arma que no pertenezca a la autoridad del Estado libanés", según la declaración de Aridi en nombre del Gobierno.
Además, según fuentes de la ONU, dos delegaciones militares de Líbano e Israel acordaron hoy los detalles para desplazar las tropas libanesas en un encuentro celebrado en el paso fronterizo de Ras Naquora y en el que también participó FINUL.
"El mecanismo y el área geográfica de la primera retirada israelí del sur de Líbano, y el primer despliegue libanés han sido acordados", declaró el responsable de asuntos políticos de la misión provisional de la ONU (FINUL), Richard Morczynski, que calificó el encuentro de "largo y constructivo". Las tropas libanesas empezarán a moverse al sur del río Litani "desde mañana en adelante".
El responsable de la ONU precisó que las tropas de FINUL, actualmente unos 2.000 efectivos, están desplegándose en puestos en el sur de Líbano a medida que Israel se retira.
Pese al anuncio libanés, el jefe de Estado Mayor de la Defensa israelí, Dan Halutz, advirtió de que sus tropas suspenderán la retirada si el Ejército libanés no se despliega en el sur del país en un plazo de días. "La retirada de la IDF (Fuerza de Defensa Israelí) en un plazo de 10 días depende del despliegue del Ejército libanés", dijo a la Comisión de Asuntos Exteriores y Defensa de la Knesset (Parlamento). "Si el Ejército libanés no se mueve hacia el sur en unos días... tal como yo lo veo, debemos parar nuestra retirada", añadió.
FORMACION DE LA FUERZA DE LA ONU
Al tiempo que se anuncia el despliegue de las Fuerzas Armadas libanesas, se continúan realizando gestiones para recabar contribuciones a la fuerza de apoyo multinacional que debe aportar la ONU en el sur de Líbano y que debería contar con unos 15.000 efectivos.
La UE por su parte confió que los Estados miembros contribuyan "de una forma u otra" a la fuerza internacional de la ONU para el sur de Líbano, afirmaron fuentes del Consejo de la UE que de momento no pudieron dar más detalles sobre las diferentes contribuciones y que aseguraron que el Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común, Javier Solana, está tratando de coordinar la aportación europea con el secretario general de la ONU, Kofi Annan.
"La sensación es que todos los Estados miembros quieren ayudar de una manera y otra", dijeron las fuentes, que, sin embargo, señalaron que "desafortunadamente es demasiado pronto" para determinar la aportación concreta.
Las fuentes recordaron que, de momento, Italia ya ha comunicado la intención de sus tropas lleguen a Líbano en el primer contingente militar que se envíe y que otros países como Francia, Luxemburgo y España también están dispuestos a contribuir. También Alemania y Reino Unido, aunque recordaron que Londres "dijo que sería difícil contribuir con tropas de tierra, pero quizá sí con apoyo aéreo y marítimo". De la misma manera, el Gobierno español planea enviar unos 700 soldados, para lo que tiene el apoyo de todos los grupos políticos. Además, Francia, a través de su ministra de Defensa, Michele Alliot-Marie informó de que su país está preparado para liderar la fuerza de interposición que debe ser enviada a Líbano para apoyar al Ejército libanés. Sin embargo, la ministra afirmó que Francia quiere conocer más detalles sobre los poderes de dicha fuerza multinacional antes de decidir el número de tropas que enviará.
Mientras tanto Alemania no se mostró tan dispuesta y confirmó que decidirá si participa en la fuerza internacional sólo después de conocer las reglas de compromiso y de que las condiciones estén establecidas, informó el portavoz del Gobierno germano, Thomas Steg.
"Básicamente, nada se decide antes de que todo se decida", dijo. Las reglas de compromiso, que establecen cuándo están autorizados los soldados a disparar, tendrán que ser decididas por la ONU antes de que Alemania pueda anunciar el envío de tropas, manifestó Steg. Cualquier decisión gubernamental que implique el despliegue de tropas precisa además ser aprobada antes por el Parlamento alemán.
Por su parte, el Gobierno de Austria comunicó hoy que no participará en la fuerza "bajo la actual situación de los planes", según dijo un portavoz del Ministerio de Exteriores.
Así, el viceministro de Asuntos Exteriores de Argentina, Roberto García Moritán explicó que el Gobierno de Néstor Kirchner "no está en condiciones" de participar de la misión de paz que la ONU desplegará en el sur del Líbano (FINUL), tal como lo había pedido el secretario general de la ONU, Kofi Annan.
"En esta ocasión el análisis ha tenido en cuenta que tenemos una presencia ya importante en la ONU de más de 750 hombres, con lo cual no hay muchos ejemplos de un apoyo tan sostenido de un país a la estructura de mantenimiento de la paz como la que tiene Argentina", afirmó.
EL BLOQUEO CONTINUA
Mientras todos estos pasos se llevan a cabo, Israel mantiene el bloqueo por aire, tierra y mar sobre Líbano, lo que dificulta la llegada de la ayuda humanitaria para la población libanesa, que se desplaza caóticamente hacia el sur del país, tratando e regresar a sus hogares.
En este sentido, el ministro de Asuntos Exteriores francés, Philipe Douste-Blazy aseguró que ya "no hay motivo" para mantener esta medida y aseguró que "el bloqueo impuesto sobre el aeropuerto y los puertos libaneses debe ser levantado". "Pedimos a las autoridades que levantes el bloqueo terrestre y marítimo sobre Líbano y pedimos al Gobierno libanés que refuerce la vigilancia" de los puntos de entrada para asegurar que la milicia chií Hezbolá no recibe armas, motivo por el que Israel asegura que debe mantener cerrados los puntos de entrada de suministros.
