JERUSALEN, 13 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Consejo de Ministros israelí aprobó hoy la resolución adoptada el pasado viernes por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas de alto el fuego, en un paso clave de cara al fin del conflicto que desde el pasado mes enfrenta a la milicia Hezbolá con el Ejército hebreo y que durante las últimas horas ha sufrido un recrudecimiento con el lanzamiento de más de 20 misiles sobre Beirut y otros ataques perpetrados cerca de la ciudad de Tiro.
La medida fue aprobada por 24 votos a favor, cero en contra y una abstención un día después de que el Ejecutivo israelí aceptase el acuerdo y el líder de Hezbolá, Hasan Nasralá, diese su consentimiento de manera implícita.
Durante la sesión se produjo un fuerte debate cuando el ministro Ofir Pines-Paz criticó la reciente decisión gubernamental de reforzar la ofensiva terrestre durante las horas previas a la entrada en vigor del alto el fuego, en un intento por acabar con las sedes de Hezbolá en el sur del país. El ex ministro de Defensa, Shaul Mofaz, representó la única abstención, según informaron fuentes oficiales desde el anonimato.
Sobre el terreno, al menos 13 libaneses, incluyendo una madre y sus tres hijos, murieron en ataques del Ejército israelí contra distintas localidades del país, según las autoridades libanesas. Del lado israelí, al menos un civil perdió la vida por el lanzamiento de cohetes (más de 250 en el día de hoy) por parte de Hezbolá contra poblaciones del norte.
CINCO SOLDADOS MUERTOS
Finalmente, el Ejército israelí aseguró que al menos cinco de sus soldados fallecieron hoy en intensos enfrentamientos con milicianos de Hezbolá en el sur de Líbano. Ayer perdieron la vida 24 militares, entre ellos el hijo del escritor pacifista israelí David Grossman.
Paralelamente, una nueva ofensiva aérea provocó destrozos en numerosas estaciones de energía cerca de Tiro y otros pueblos ubicados al sureste de la ciudad. Efectivos armados hebreos tomaron asimismo posiciones a lo largo del río Letani en un nuevo intento por intensificar su dominio sobre el país antes de las 07:00 horas de mañana, momento en que está previsto entre en vigor la tregua.
En Aita al Fujar, en el valle de Bekaa --oeste del país-- un convoy israelí disparó contra un vehículo del Ejército libanés causando heridas a dos de sus ocupantes, informan testigos. La Armada israelí continúa argumentando que ataca objetivos de Hezbolá e infraestructuras con el fin de acabar con sus líneas de suministro y comunicación.
Por su parte, la ministra de Asuntos Exteriores israelí, Tzipi Livni, indicó que Israel se retirará del sur de Líbano únicamente tras el despliegue del Ejército libanés y la fuerza de interposición internacional de Naciones Unidas. Asimismo, el Ejército hebreo se comprometió a no proseguir su ofensiva y a mantener sus posiciones actuales en Líbano después de que entre en vigor el alto el fuego si los milicianos de Hezbolá ponen fin a sus ataques.
Livni urgió además al primer ministro libanés, Fuad Siniora y a la comunidad internacional a implementar la resolución de Naciones Unidas que pide el fin de los enfrentamientos y la movilización de 15.000 tropas libanesas de la mano de otros 15.000 efectivos de un Ejército de paz internacional. En este sentido, instó a la Armada libanesa a ubicarse en el sur de Líbano "inmediatamente".
Sin embargo, una reunión del gabinete libanés que se debía celebrar hoy para hablar sobre la puesta en marcha del alto el fuego entre Israel y Hezbolá ha sido aplazada, un hecho que podría entrañar un aplazamiento del despliegue de 15.000 soldados de su Ejército en el sur del país y el fin de las hostilidades.