La salida del Partido Laborista del Ejecutivo por la investigación por corrución de dos de sus ministros, provoca la caída del Gobierno
VILNIUS, 31 May. (EP/AP) -
El primer ministro lituano, Algirdas Brazauskas, anunció hoy su dimisión y la de su gobierno al término de una reunión de emergencia de su gabinete, convocada tras la salida de la coalición de Gobierno del Partido Laborista, un socio clave, al que se está investigando por presuntos cargos de corrupción.
"No veo ninguna posibilidad de seguir desempeñando mis funciones por lo que dimito junto con mi gabinete", declaró Brazauskas, que ha dirigido dos gobiernos sucesivos desde 2001. La decisión se produjo después de que el Partido Laborista, con 31 escaños de los 141 con que cuenta el Parlamento, abandonara la coalición, lo que dejó al Gobierno en minoría en la Asamblea.
Brazauskas, de 73 años y ex líder del Partido Comunista lituano, fue el primer presidente de esta antigua república soviética cuando recuperó su independencia en 1991. Su coalición de Gobierno --el décimotercer ejecutivo en 15 años de independencia-- ya se había visto minada tras la salida de otro miembro de coalición, Nueva Unión, en abril pasado para protestar por la destitución de su líder, Arturas Paulauskas, del puesto de presidente del Parlamento en medio de acusaciones de que su personal hacía un uso indebido de los fondos estatales.
Esta mañana, el Partido Laborista había anunciado que retiraba a sus cinco ministros del gabinete después de que dos de ellos hayan sido acusados de uso indebido de fondos públicos y del partido. "Es imposible seguir trabajando en estas condiciones. Hemos decidido retirarnos de la coalición de Gobierno", anunció el diputado laborista Jonas Jagminas.
Los escándalos políticos son frecuentes en Lituania, que es miembro de la Unión Europea desde el 1 de mayo de 2004. El ex presidente Rolandas Paksas fue sometido a un proceso de destitución y relegado del cargo en abril de 2004, y un tribunal le condenó por filtrar secretos de Estado a uno de sus principales promotores financieros, un empresario ruso. Con ello, Lituania se convirtió en el primer país europeo en destituir a un presidente.
Dos ministros laboristas, el de Cultura, Vladimiras Prudnikovas y el de Sanidad, Zilvinas Padaiga, están siendo investigados por la Policía de seguridad. Prudnikovas es sospechoso de apropiación indebida de fondos estatales para enviar a su mujer y su hija a viajes internacionales, mientras que Padaiga admitió esta semana haber recigido pagos de los fondos del partido, medida que muchos consideran es ilegal.
Durante un programa de radio ayer, el presidente lituano, Valdas Adamkus, había cuestionado la ética de los ministros y había dicho que ya no podía seguir confiando en ellos. Adamkus deberá elegir ahora un nuevo primer ministro que tendrá que formar un nuevo gabinete. Su elección requerirá la aprobación del Parlamento.
El Partido Social Demócrata de Brazauskas se espera que desempeñe un papel clave en las conversaciones para la formación del nuevo Gobierno. "Discutiremos esta cuestión en una reunión del consejo del partido, pero creo que nuestro grupo podría participar en la formación del nuevo Gobierno", declaró Brazauskas a la prensa.
INVESTIGACION AL PARTIDO LABORISTA
El Partido Laborista es objeto además de una investigación más amplia por corrupción. La Policía registró la semana pasada las oficinas del partido y el apartamento particular de su presidente, Viktoras Uspaskich, en Vilnius, incautándose de ordenadores y archivos. Además, el contable del partido fue interrogado.
La Policía está investigando la financiación del partido, específicamente si está demandando "tributos" a empresas que quieren hacerse con fondos de la Unión Europea y si está consiguiendo dinero de intereses dudosos desde Rusia. Uspaskich, nacido en Rusia y que dimitió como ministro de Economía el año pasado en medio de alegaciones de que abusó de su cargo para promover interses privados en contratos de negocio en Moscú, lleva presuntamente en Siberia desde hace dos semanas. Los medios locales han especulado con que no prevé volver a Lituania, aunque su partido lo niega.