MADRID, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un centenar de científicos y expertos marroquíes han elaborado un informe, con motivo del 50 aniversario de la independencia del país en el que proponen ideas para reformar las políticas públicas y entre ellas sugieren, por ejemplo, que se estudie la abolición de la pena de muerte, o la implantación del voto obligatorio en las elecciones municipales y legislativas a partir de 2009.
El documento, titulado '50 años de Desarrollo Humano. Perspectivas 2025', fue encargado por el Rey de Marruecos, Mohamed VI, y esta semana será presentado en Madrid --a políticos, empresarios y organizaciones civiles-- por una delegación marroquí encabezada por el presidente de la Universidad de Al Akhawayn, Rachid Benmokhtar, presidente de la comisión científica dentro del grupo de expertos que ha elaborado el informe, que pretende, de momento, abrir un debate.
En un encuentro con periodistas, Benmokhtar resumió las prioridades identificadas para la llamada 'Agenda 2025' de reformas que deberá afrontar el país: reforma educativa, reforma agrícola, lucha contra la desigualdad, creación de empleo, democratización y descentralización del poder.
Desde el punto de vista político, el informe habla de "un gobierno demasiado centralizado y una Administración ineficaz que ha fomentado corrupción y nepotismo", en palabras de Benmokhtar, que añadó no obstante que en Marruecos "el avance hacia la democracia ha sido lento pero real".
Por ello, sugiere medidas como el voto obligatorio, limitar la acumulacón de mandatos públicos y combatir las incompatibilidades entre cargos, instituir un "servicio nacional" que implique a los jóvenes en "grandes proyectos colectivos" para consolidar "el sentimiento de pertenencia a una organización nacional", "vigilar" el contenido de las enseñanzas para transmitir los valores de ciudadanía y tolerancia y fomentar la participación democrática en los centros de enseñanza.
Sin mencionar explícitamente la necesidad de que el Gobierno del país salga de las urnas, el documento sí apuesta por "la renovación del gobierno público", para "racionalizar" el sistema de decisiones y hacer que el Estado asuma tareas de "estratega y regulador". "Marruecos deberá romper irreversiblemente con las prácticas de corrupción y mala gestión", añade.
El texto propone, asimismo, crear un órgano independiente de evaluación y adutoría de las políticas públicas y unaa gencia de lucha contra la corrupción.
En su presentación, Benmokhtar incidió en que el monarca ha querido dar un "nuevo ímpetu" a la acción política y que tiene entre sus objetivos "emancipar más a la mujer y reconocer sus derechos, reconocer la idiosincrasia bereber, reconciliar a Marruecos con su pasado y normalizar el juego político".
SAHARA, EN 2 O 3 AÑOS
En este contexto, subrayó también que el informe apuesta también por una descentralización real del poder, que "hasta ahora no ha funcionado" y opinó que en este marco puede resolverse el contencioso del Sáhara, ex colonia española que Marruecos considera sus provincias del sur. Para este responsable universitario, "el problema ha durado mucho y debe tener una solución", que "puede estar en una verdadera política regional" y una "autonomía importante para el pueblo saharaui".
El informe apuesta por que Marruecos emprenda una descentralización real pero, a juicio de Benmokhtar, la cuestión del Sáhara debería resolverse mucho antes de que culmine este proceso, es más, "en los dos o tres años próximos". Según dijo, la propuesta de autonomía marroquí no ha hecho más que empezar, con consultas del Rey a los diferentes partidos políticos, y sólo en una segunda fase comenzarían las consultas internacionales. "La cuestión se toma muy en serio", manifestó.
RETO DEMOGRAFICO
En materia económica, el informe alerta de que Marruecos está en una situación de transición demográfica que "puede condicionar totalmente el desarrollo humano futuro del país". Desde 1970, la población del país se ha multiplicado por tres, llegando a 30 millones, y la esperanza de vida ha aumentado desde los 46 hasta 71 años.
En 2005, la tasa de fertilidad está en 2,5 hijos por mujer, frente a los 7 de 1970. Sin embargo, Marruecos se enfrenta aún al reto de tener que crear 400.000 empleos al año, más del doble de los 180.000 que se crean actualmente.
Necesita, además, acabar con los desequilibrios territoriales, ya que actualmente el 40% de la riqueza nacional se genera sólo en un 1% del territorio, el eje Casablanca-Rabat, mientras el 77% del territorio sólo aporta un 10%.
Otro problema, explicó Benmokhtar, es que alrededor del 50% de la población vive gracias a la economía "informal", un problema para el que se proponen soluciones como fomentar el microcrédito, simplificar la fiscalidad y estandarizar ciertas profesiones.
Pero además, está la necesidad de materializar la reforma educativa, acabar con las desigualdades en materia de acceso a la sanidad y luchar contra la pobreza. Marruecos ocupa el puesto 124 en el Indice de Desarrollo Humano de la ONU, algo que Benmokhtar calificó de "lamentable". Aunque ha reducido su tasa de pobreza, del 50% en 1960 al 14% en 2005, la cifra absoluta de personas que vive por debajo de este umbral permanece en cinco millones.
Otros retos que tendrá que afrontar el país son la escasez de agua o el coste creciente del petróleo y la energía, un ámbito en el que el informe sugiere recurrir a cooperación bilateral para "desarrollar la energía nuclear civil".
RELACIONES CON ESPAÑA
El propio informe repasa entre otros temas las relaciones entre Marruecos y España, y señala que ambos países se han dado la espalda. "Ahora las pateras han demostrado que la frontera del Estrecho no existe realmente", ilustró Benmokhtar. "Debemos definir conjuntamente una estrategia clara, leal, profunda y duradera de cooperación bilateral", prosiguió.
El documento dibuja varios escenarios para el futuro de Marruecos, desde un escenario de regresión --"nosotros lo pagaríamos, pero España también", dijo--, a uno de progreso, en el cual, con el horizonte del año 2025, Marruecos consigue cuadruplicar la renta per cápita, hasta situarse en 8.000 dólares al año, y generar empleos para 400.000 jóvenes al año (muy por encima de los alrededor de 180.000 actuales).
Para que ese escenario sea posible, son necesarias inversiones extranjeras, incluidas las españolas, y sobre todo, superar la "hostilidad" y las "suspicacias" que han primado en las relaciones entre los dos países.
"Ahora las relaciones entre los dos gobiernos son magníficas, pero nuestro temor es que si después de unas elecciones hay otro gobierno, eso puede acabar de un modo u otro, eso puede pasar. Queremos que Marruecos no sea objeto de discusión política entre los españoles", manifestó.
Para mejorar las relaciones, el responsable universitario propuso varias recetas, empezando por reunir a historiadores españoles y marroquíes para que reescriban la historia común de ambos países. Apostó también por fomentar el conocimiento mutuo entre los universitarios, y entre los periodistas, y sugirió la creación de un centro de pensamiento ('think tank') común hispano-marroquí que podría tener como base este informe.