KATMANDÚ, 4 Feb. (EUROPA PRESS) -
'Caos electoral', el último informe de International Crisis Group sobre Nepal, advierte de que el Gobierno de este país está provocando enfrentamientos al forzar la celebración el próximo 8 de febrero de unas elecciones que no serán libres, justas ni creíbles. Además, considera que "colocando en puestos locales a sus hombres de palacio" no restaurará el proceso democrático ni facilitará la pacificación del país.
Este es el último de una serie de acontecimientos que han aumentado la tensión y la polarización entre la monarquía y el resto de fuerzas políticas en el país asiático. El rey Gyanendra, que hace un año se hizo con el poder absoluto mediante un 'autogolpe' de Estado, asegura que las elecciones reforzarán la democracia, pero "harán lo contrario", asegura IGG.
La oposición, que ha formado una alianza para tratar de instaurar de nuevo un sistema multipartidista y democrático, ha llamado al boicot de los comicios y los rebeldes han advertido de "consecuencias muy serias" para todo el que se presente a la contienda.
Mientras, las fuerzas gubernamentales han respondido con decenas de detenciones a las manifiestaciones contra las elecciones convocadas por activistas pro democráticos, políticos y estudiantes. "Tenemos informes de que más de 600 activistas pro demócratas han sido arrestados por la policía y que siguen habiendo redadas", afirmó el pasado miércoles Krishna Sitaula, miembro del Congreso Nepalí, el partido político más grande del país.
"ELECCIONES FALSAS"
"La agenda de Palacio es clara: apartar a los partidos democráticos y consolidar el régimen monárquico", aseguró el subdirector de proyectos de ICG para el sur asiático, Rhoderick Chalmers. "Nepal necesita un proceso de paz, no unas elecciones falsas que no harán nada para restaurar la democracia o resolver el conflicto", agregó.
Mientras, el régimen del rey Gyanendra ha rechazado las oportunidades para llegar a la paz, al negarse a corresponder el alto el fuego de cuatro meses declarado por los rebeldes maoístas o a explorar el acuerdo de noviembre de 2005 alcanzado por los maoístas y los partidos principales, que mantiene abierto un posible compromiso con la monarquía.
El alto el fuego declarado por los rebeldes no fue renovado después de que expirara el pasado 1 de enero. Inmediatamente después se reanudó su ofensiva, que demostró que "no sólo son todavía una fuerza a tener en cuenta, sino que todavía son el único actor político con una estrategia coherente", agrega el informe.
Mientras continúa la disputa sobre cómo llegar hasta la paz, el conflicto permanece "soluble". "Los partidos políticos deben resolver sus diferencias internas y desarrollar una agenda clara, y los maoístas deben ofrecer un plan concreto para su desarme y comprometerse a un nuevo alto el fuego", aconseja el grupo internacional.
Por su parte, la comunidad internacional "debería mostrar al rey que no tiene un cheque en blanco para atrasar el reloj político una generación mediante sanciones dirigidas hacia su familia y a responsables clave y revisando la ayuda entregada a través del Gobierno", agrega.
"El mundo debe ayudar a convencer al rey Gyanendra para revertir el rumbo y crear un ambiente para un proceso de paz genuino o la guerra civil en Nepal empeorará, con la monarquía aumentando sus víctimas", afirmó el director del programa de ICG para Asia, Robert Templer.
CANDIDATOS RETIRADOS O ASUSTADOS
Más de 600 candidatos se retiraron esta semana de las listas para las elecciones locales convocadas por el rey Gyanendra después de que la guerrilla maoísta amenazara a todo aquel que se presente a dichos comicios, según informaron responsables electorales citados por la cadena británica BBC.
La retirada de los candidatos supone que no existen personas para ocupar más de 1.000 de los 4.146 puestos por los que se competirá el próximo día 8.
Además, cientos de candidatos han sido realojados en casas seguras con protección oficial a lo largo del país, con objeto de alejarles de los rebeldes, tras el asesinato de dos candidatos esta semana. Sólo en la ciudad sureña de Janakpurdham más de 70 candidatos se encuentran cobijados por el Gobierno en un centro de entrenamiento.
Las elecciones se celebrarán sólo en 36 municipalidades, ya que en las otras 22 no habrá comicios porque no existen suficientes candidatos. Un portavoz electoral, Tejmuni Bajracharya, informó de que en todo Nepal muchos candidatos se han retirado por la presión de sus familias y se han registrado testimonios de personas que afirman haber sido engañadas o forzadas por funcionarios a permanecer como candidatos.
Además, de los puestos reservados para mujeres, el 60 por ciento no tiene candidata, según aseguran las autoridades electorales y en muchos distritos existe sólo una persona para competir, o incluso ninguna.
Amnistía Internacional (AI) y Human Rights Watch (HRW) denunciaron esta semana los abusos y las violaciones masivas de Derechos Humanos registradas en este último año en Nepal desde que el rey Gyanendra asumiera plenamente todos los poderes mediante un 'autogolpe' de Estado, del que el pasado día 1 se celebró el primer aniversario.
"Desde el golpe de Estado del Rey del 1 de febrero de 2005, los militares del Gobierno y las fuerzas de seguridad han suspendido de forma sumaria o han ignorado los derechos civiles y políticos y siguen implicados en la práctica de las desapariciones, que han convertido a Nepal en el país de la ONU con mayor número de casos registrados", aseguró Human Rights Watch.
En estas circunstancias, según HRW, las fuerzas de seguridad han detenido a cerca de 3.000 activistas políticos, periodistas y estudiantes. Aparte, el conflicto armado entre el Ejército y el Partido Comunista de Nepal (de orientación maoísta) continúa con la misma intensidad que antes del golpe de Estado, salvo una tregua unilateral de cuatro meses de los maoístas que concluyó el pasado 1 de enero.
A lo largo del año pasado, prosiguió Human Rights Watch, las fuerzas del seguridad causaron la muerte de más de 1.000 personas, incluidos civiles, mientras que los maoístas fueron responsables de al menos 600 muertes. En este periodo, el Rey firmó numerosos decretos que anulaban las normas constitucionales o legislativas que limitaban sus poderes.
"Mientras que el rey Gyanendra afirma que está comprometido con la democracia multipartidista y las normas constitucionales, sus actos demuestran que su objetivo es permanecer en el poder", declaró el director para Asia de HRW, Brad Adams. "Está a tiempo de dar el paso y permitir que los partidos políticos y la sociedad civil del país pueda poner fin a la crisis", añadió.
Por su parte, Amnistía recordó que el propio Rey Gyanendra afirmó durante su discurso a la nación pronunciado con motivo del primer aniversario de su 'autogolpe' que "se debe permitir al pueblo ejercer sus derechos democráticos de forma pacífica". "Para que estas declaraciones se hagan realidad, el Gobierno debe liberar inmediata e incondicionalmente a todas las personas detenidas por el ejercicio pacífico de sus derechos", afirmó Amnistía.
La organización hizo especial hincapié en la represión política contra la oposición que se ha vivido a lo largo de las dos últimas semanas. Según estimaciones citadas por Amnistía, más de 1.350 personas han sido detenidas desde el pasado 19 de enero por participar en manifestaciones políticas, de las cuales al menos 888 podrían seguir encarceladas. La mayoría de los detenidos, según AI, eran manifestantes pacíficos, como es el caso de Krishna Pahadi, el doctor Mathura Shrestha o la doctora Devendra Raj Panday.