JERUSALÉN, 21 Ene. (EUROPA PRESS) -
Tras un año de retrasos, los palestinos están llamados el próximo miércoles a las urnas para decidir la formación de su Parlamento, en unas elecciones que podrían desembocar en una difícil cohabitación que dificultaría la situación en Oriente Próximo. En el caso de que el Movimiento para la Resistencia Islámica, Hamás, se hiciera con el triunfo electoral y se impusiera a Al Fatá, los palestinos estarían representados por primera vez en su historia por una formación ajena a la Organización para la Liberación de Palestina, rompiendo así con la herencia política de Yasir Arafat.
Más de 1,3 millones de palestinos, del total de 3,5 millones que viven en los territorios de la Autoridad Palestina, están registrados para emitir las dos papeletas electorales que decidirán la formación del Consejo Legislativo Palestino (CLP), ante la mirada de más de 17.000 observadores, entre ellos 343 miembros de equipos de observación internacionales.
El presidente de la Comisión Electoral Central (CEC), Hanna Nasir, ha declarado que su organización está haciendo todo lo posible "para asegurar que las elecciones se desarrollan de una manera justa y transparente" y manifestado su confianza en que la implicación de la comunidad internacional "facilitará el proceso en gran medida", si bien reconoció las "difíciles circunstancias" que rodean el proceso electoral.
De esta manera, un total de 728 candidatos, entre ellos 85 mujeres, lucharán por hacerse con los 132 escaños que conformarán el nuevo Parlamento palestino, del que saldrá el próximo Gobierno. Estos comicios servirán de barómetro de la vida política palestina, poco más de un año después de la muerte del histórico líder palestino, Yasir Arafat, cuyo fallecimiento desencadenó las rivalidades internas en el partido que él mismo fundó.
SISTEMA MIXTO
La ley electoral aprobada el 18 de junio de 2005 estableció un sistema electoral mixto que combina el sistema mayoritario, o por distritos, y el sistema proporcional, o por listas. Así, el número de escaños se divide en dos grupos de 66 diputados que se eligen de manera diferente.
En función del sistema mayoritario, los Territorios Palestinos están divididos en 16 distritos electorales, a los que se ha asignado un número de escaños proporcional en relación a la población. Así, los distritos que contarán con más diputados son Hebrón, con nueve, y Gaza, con ocho. Con seis escaños se sitúan Jerusalén Este y Nablús. Además, de estos 66 escaños, seis se han reservado a candidatos cristianos.
Los votantes podrán elegir hasta un número máximo de diputados igual al de escaños que corresponde al distrito al que pertenezcan. En un distrito con cuatro escaños, como los de Jenín y Belén, los cuatro candidatos con más votos ocuparán un lugar en el Consejo Legislativo. Para las elecciones por distrito se han presentado un total de 414 candidatos, de los que 258 lo han hecho como independientes y entre los que se encuentran 15 mujeres.
En otra papeleta diferente los votantes tendrán que optar por una sola de las once listas electorales, aplicables al conjunto de los Territorios Palestinos. Los 66 escaños en disputa por este sistema se distribuirán de manera proporcional al número total de votos recibidos por las formaciones.
En total, se han presentado once listas electorales, entre las que se encuentran la del Movimiento Nacional para la Liberación de Palestina, más conocido como Al Fatá, y la del Movimiento para la Resistencia Islámica (Hamás), que concurre a las elecciones bajo el nombre de Cambio y Reforma. Se espera que estas dos listas, y sus candidatos, se repartan el Parlamento.
Según los últimos sondeos, el partido en el poder, Al Fatá, del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, y Hamás se acercan con resultados muy ajustados a la jornada electoral.
Hamás supone un serio desafío para Al Fatá, que ha dominado el escenario político palestino durante décadas. De hecho, la fuerza demostrada por el movimiento de resistencia obligó al partido de Abbas a unificar sus listas en una propia, reuniendo así a la vieja guardia con la nueva generación dirigida por Marwan Barghuti, que aparece el primero en la lista de Al Fatá, y que se encuentra encarcelado en Israel, condenado a varias cadenas perpetuas.
Según datos publicados el viernes por el Centro de Comunicaciones y Medios de Comunicación de Jerusalén, Al Fatá obtendría el 32% de los votos en los comicios de la próxima semana, mientras que Hamás se haría con un 30%.
La promesa de Hamás de 'limpiar' el Gobierno de corrupción ha calado entre los votantes palestinos, cansados de las acusaciones de mal gobierno de Al Fatá y de un conflicto que no llega a su fin.
En general, los estudios de opinión más recientes han mostrado entre uno y dos puntos de ventaja al partido de Abbas. De los 132 escaños, Al Fatá se mueve en una horquilla de entre 50 y 52 escaños y Hamás oscila entre los 38 y los 49, mientras que el resto se lo repartirían los independientes.
AL FATÁ E INDEPENDIENTES
Dado que la mayoría en el Parlamento queda establecida en los 67 escaños, los miembros del partido gubernamental esperan hacerse con el poder con la ayuda de los independientes, impidiendo así que los radicales de Hamás, en la lista de organizaciones terroristas de Estados Unidos y la Unión Europea, se hagan con el poder legislativo.
Israel ha amenazado con impedir de todas las maneras que Hamás alcance el poder, aunque el veterano político hebreo Simon Peres, que espera volver al Gobierno después del 28 de marzo, se ha manifestado dispuesto a negociar con los radicales si abandonan las armas. Mientras, diplomáticos europeos reconocen la preocupación por el posible buen resultado de Hamás y el impacto político que puede acarrear, y ponen de manifiesto la falta de movilización de Al Fatá como una de las causas que podían llevar al triunfo del movimiento de resistencia.
Por su parte, la comisaria de Relaciones Exteriores y Política de Vecindad de la Unión Europea, Benita Ferrero-Waldner, dejó claro esta semana ante el pleno de la Cámara de Estrasburgo que Bruselas apoyará a "cualquier Gobierno palestino que busque la paz a través de medios pacíficos".
La pasada semana, el presidente palestino se declaraba dispuesto a dimitir de su cargo si en las elecciones Hamás resulta ganador e impone su programa político al Gobierno.
Esta expectación contrasta con la creada por el primer ministro israelí en funciones, Ehud Olmert, que aseguró que después de los comicios palestinos e israelíes espera iniciar negociaciones con Abbas que conduzcan a "un acuerdo de paz duradero". Estas posibilidades se verían claramente dificultadas si los militantes de Hamás, que en su programa fundacional preconizaba la destrucción del Estado de Israel, se hacen con el Gobierno.
El resultado oficial del escrutinio se conocerá dos semanas después de la jornada electoral, aunque los primeros resultados se conocerán una vez cierren los colegios electorales, según los previsto a las 19:00 horas locales, después de doce horas abiertos.