Crónica O.Próximo.- La ola de violencia entre Hamás y Al Fatá refleja la tensión producida por el embargo económico

Actualizado: domingo, 1 octubre 2006 21:22

Siete muertos, 75 heridos y el Parlamento en llamas tras un enfrentamiento entre funcionarios públicos y milicianos de Hamás

MADRID, 1 Oct. (EUROPA PRESS) -

Al menos siete personas han muerto, entre ellas un joven de 15 años, y 75 han resultado heridas tras los enfrentamientos de hoy domingo entre los funcionarios de la Policía que reclamaban el pago de sus salarios atrasados; y los milicianos del Movimiento para la Resistencia islámica (Hamás), en un nuevo brote de violencia originado por la tensión que se vive en la región, castigada por el embargo económico sobre el Gobierno de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que ha provocado una crisis económica y social que ha afectado profundamente a un pueblo deprimido y que ha perdido la confianza en el Gobierno.

Los combates han comenzado por la mañana, cuando un grupo de policías se manifestaba delante de la sucursal del Banco de Palestina, en la ciudad de Jan Yunis, para solicitar el pago de sus salarios atrasados. Milicianos de Hamás, que habían recibido ayer sábado la orden de desplegarse a lo largo de la Franja de Gaza para contener las protestas, se presentaron para dispersar a la multitud.

Según uno de los policías que participaban en las protestas, los manifestantes se concentraron pacíficamente, cuando los milicianos de Hamás ordenaron disolver la concentración. Posteriormente, abrieron fuego contra los funcionarios del orden, que se defendieron disparando al aire.

La emisora Radio Hamás difundió mensajes en los que se acusaba al presidente de la ANP, Mahmud Abbas, de provocar la inestabilidad en la region y dividir al pueblo palestino, y atacó sus esfuerzos para presionar a Hamás para que reconozca a Israel como parte de la política del nuevo Gobierno de unidad que se pretende crear para dirigir Palestina.

Sin embargo, horas después el conflicto aumento en intensidad, esta vez en Gaza, donde seis personas fallecieron y 75 resultaron heridas. Los nuevos enfrentamientos tuvieron lugar entre milicianos de Hamás, armados con rifles automáticos, lanzamisiles y granadas; y el personal de seguridad leal al presidente Abbas. Durante los combates, que han tenido lugar en dos de las calles principales de la ciudad, cerca del Parlamento, los civiles se han visto atrapados por el fuego cruzado, mientras los niños que se encontraban en una escuela cercana se han visto obligados a parapetarse detrás de sus mochilas.

Entre las víctimas se cuentan un joven de 15 años, un miembro de la guardia presidencial de Abbas, y un oficial médico. Quince de los 75 heridos son civiles, incluyendo a tres escolares y a un cámara de la cadena de televisión Al Arabiya.

En respuesta a los ataques, seguidores de Al Fatá comenzaron a concentrarse en la ciudad cisjordana de Ramala, hasta la sede del Gobierno de la Autoridad Palestina, donde comenzaron a quemar neumáticos y a gritar consignas contra el Gobierno de Hamás y su primer ministro, Ismail Haniya. Algunos de estos manifestantes iban armados y procedieron a prender fuego al edificio.

Posteriormente, el enfrentamiento se extendió hasta un barrio cercano a la residencia de Abbas. Miembros de Hamás emplearon el tejado del Ministerio de Agricultura como refugio desde el que lanzaron varias granadas que se han cobrado la vida de otra persona.

REACCIONES

Estos nuevos enfrentamientos ponen de relieve las diferencias entre Al Fatá y el Movimiento. Abbas desea que Hamás reconozca a Israel para facilitar el levantamiento del embargo económico sobre la región por parte de Israel y la mayor parte de la comunidad internacional, pero Hamás ha empleado su victoria en las elecciones del pasado enero para aplicar su política apoyado en la legitimidad que le otorga el plebiscito popular.

"Vamos a acabar con puño de hierro con estos elementos que intentan sabotear el proceso electoral de nuestro pueblo, que intetnan destruir la propiedad pública y cerrar las calles", afirmaba el portavoz de la milicia de Hamás, Islam Shawhan, en declaraciones recogidas por el diario israelí 'Haaretz'. "No vamos a dudar a la hora de tomar medidas contra ellos".

Por su parte, el portavoz del Gobierno, Ghazi Hamed, ha calificado estos actos de "lamentables" pero también ha declarado que sus milicianos han actuado con contención, y respondiendo a los ataques de los manifestantes. "Las protestas de hoy se encuentran más allá de los límites de lo aceptable por las normas legales y se ha convertido en un acto descontrolado", opinó.

CRISIS ECONÓMICA Y EMBARGO INTERNACIONAL

El pasado 7 de abril, la Comisión Europea y el Gobierno estadounidense anunciaron recortes en sus ayudas directas a la Autoridad Palestina, a la vista de que el nuevo Gobierno no ha cumplido las condiciones impuestas para continuar prestando asistencia financiera, es decir: renunciar a la violencia, reconocer al Estado de Israel y asumir los compromisos internacionales del anterior Gobierno, incluida la 'Hoja de Ruta'.

En el caso de Washington, se suspendió el envío de 240 millones de dólares (197 millones de euros), pero se reorientará parte de los fondos a ayuda humanitaria, que crecerá un 57 por ciento, hasta 287 millones de dólares (236 millones de euros), en los próximos años, según una fuente del Departamento de Estado citada por Associated Press. Además, se comprometió a destinar otros 13 millones de dólares (11 millones de euros) a financiar procedimientos de inspección para garantizar que cualquier ayuda humanitaria no acaba en manos de Hamás, considerado tanto por Washington como por la UE un grupo terrorista.

El pasado día 21 de septiembre, Abbas afirmó ante la Asamblea General de la ONU que el futuro Gobierno de unidad nacional reconocerá al Estado de Israel. Sin embargo, un día después, Haniya aseguró que Hamás está dispuesto a establecer un Estado palestino en Cisjordania, la franja de Gaza y Jerusalén Este, zonas ocupadas por el Ejército israelí en 1967, y a acordar una tregua a largo plazo con Israel. "En la fase actual apoyamos el establecimiento de un Estado palestino en los territorios de 1967, pero no el reconocimiento" de Israel, aseveró.

IMPACTO SOBRE LA POBLACIÓN

En medio del conflicto político, la población esta experimentando una crisis de pobreza que ha sumido a los palestinos en un estado de profunda depresión marcada no solo por el descontento con los gobernantes, sino por la falta de ayudas para cubrir sus necesidades básicas, según un estudio realizado por la empresa cisjordana Near East Consulting y recogido por IRIN.

Así, la Autoridad Palestina ha sido incapaz de pagar los salarios de 165.000 funcionarios, que subsisten en unas condiciones que rozan "la extrema pobreza", según el documento. Obligados a llegar a final de mes a base de préstamos de sus familias y sus amigos para adquirir bienes de primera neceisdad. La deuda personal media acumulada por cada funcionario asciende a 2.000 dólares, y, según el informe, solo un 12 por ciento de los ciudadanos de Gaza se muestran satisfechos con la labor del Gobierno.

Pero además los problemas de los palestinos se manifiestan de otra forma: el estrés psicológico comienza a formar parte de la vida de los palestinos y la tensión parece destinada a proseguir durante los próximos meses. "Los síntomas son incontinencia urinaria, irritabilidad, depresión e insomnio", afirma el doctor Mouaweia Hassanein, del Ministerio de Salud.

"La terrible situación económica es estresante", lamentaba el doctor Adel Oda, director adjunto del hospital Psiquiátrico de Gaza. "¿A dónde va toda esa ira? A los músculos, al corazón, al estómago y al cerebro.", explicaba Oda, que hizo hincapié en la sensación claustrofóbica que se respiraba en la Ciudad de Gaza. "La frontera con Egipto apenas se abre y las demás permanecen cerradas. Escuchas a los aviones israelíes en el cielo. Sientes rabia.", concluyó.