La CE y la Presidencia de la UE evitan referirse a la acción del ejército israelí y piden la liberación de los rehenes
ESTRASBURGO (FRANCIA), 15 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los partidos políticos del Parlamento Europeo acusaron hoy al Gobierno de Israel de provocar una escalada de violencia en los territorios palestinos por medio del asalto de la prisión de Jericó (Cisjordania), que consideraron fue un intento por parte del primer ministro interino y candidato del partido Kadima, Ehud Olmert, de ganarse al ala derecha del electorado israelí.
Los principales grupos coincidieron en sus reproches a Israel durante el debate que celebraron esta mañana de manera extraordinaria, puesto que no contó, como estaba previsto, con la presencia del presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, quien tuvo que regresar ayer a Ramala para tratar de calmar la situación y reestablecer el orden.
El Partido Socialista Europeo (PSE), Los Verdes y la Izquierda Unida Europea (GUE) acusaron directamente a Olmert de orquestar la operación para ganar el apoyo de los sectores más extremistas, mientras que el Partido Popular Europeo (PPE) y la Alianza de Liberales y Demócratas de Europa (ALDE) pidieron una investigación a fondo sobre lo sucedido y reclamaron la protesta de la comunidad internacional ante Israel.
El presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell, dio la palabra al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y al secretario de Estado de Relaciones Exteriores de Austria, país que ostenta la Presidencia de la UE, Hans Winkler. Estos dos últimos se mostraron mucho más cautos que los eurodiputados, limitándose a lamentar "las acciones unilaterales" y la violencia que llevan a la desestabilización de la región y a pedir a los palestinos que liberen a los rehenes europeos.
Borrell inició el debate reconociendo la trayectoria de Abbas, a quien situó dentro del grupo de "los que a pesar de todo piensan que es posible encontrar una solución a través de la paz" y, como todos los grupos políticos, lamentó su ausencia, ya que "su presencia hoy aquí hubiese sido una oportunidad de oro para apoyar su actitud". En lugar de esto, señaló que lo ocurrido es "otra posibilidad perdida debido a una operación militar innecesaria, ilegal y a la violencia que ha provocado".
Afirmó que "el mundo entero se pregunta hoy por qué y cómo una acción militar de este tipo sirve para reforzar la seguridad de Israel, por qué y cómo las imágenes humillantes que hemos visto por televisión y la destrucción de esa cárcel con bulldozers contribuye a la seguridad de Israel" y se preguntó si "los europeos tendremos que pagar una nueva cárcel como tantas otras cosas destruidas en estos acontecimientos trágicos".
En términos generales, los grupos lamentaron el regreso repentino de Abbas a Ramala y condenaron tanto el asalto de la cárcel de Jericó como los actos violentos, ataques a oficinas europeas y secuestros de occidentales perpetrados posteriormente por palestinos. Asimismo, los grupos llamaron a la cautela y la calma para evitar una escalada de violencia en toda la región.
El líder del PPE, Hans-Gert Poettering, manifestó que "hay que tener cuidado, no precipitarse y no reforzar esta espiral de violencia, pero también hay que exigir que este asalto a la prisión de Jericó se investigue y se aclare y se nos den respuestas de por qué han ocurrido estos hechos, respuestas convincentes si es que puede haber alguna".
El jefe del grupo del PSE, Martín Schultz, se preguntó "quién sale ganando en este tipo de circunstancias" y consideró inútil el asalto de la prisión por parte de "un Estado que está en condiciones de matar de forma precisa".
"Espero que no sean razones de política interna israelíes, por las elecciones que están a las puertas. Sería algo muy lamentable porque les puede parecer una victoria a nivel interno pero sería una derrota a nivel internacional", aseguró Schultz.
PROTESTA INTERNACIONAL
El presidente de la ALDE, Graham Watson, consideró que Israel es un "factor desestabilizador" en la región, tal y como lo es, opinó, la firma de un acuerdo sobre energía nuclear entre Estados Unidos e India.
Indicó que "la comunidad internacional debería protestar ante Israel" y se preguntó si "ha habido una conspiración entre las tropas de Estados Unidos y Reino Unido que custodiaban la cárcel que abandonaron antes del ataque" del Ejército israelí.
Daniel Cohn Bendit, líder de Los Verdes, mostró su certeza en que "son las elecciones internas". Recordó que Olmert y su partido, Kadima, "decían que iban a retirarse de los asentamientos (de Cisjordania)", con lo que "se ganaron a unos". "Ahora se han ganado a otros con esta demostración de fuerza, el futuro de esta región se va a sacrificar por unas elecciones".
El presidente de la GUE, Francis Wurtz, abundó en esta idea al afirmar que la acción del Ejército de Israel se ideó "únicamente como una manera de congraciarse con la franja de más extremistas de su electorado" y aseguró que "si se permite esto es porque los dirigentes norteamericanos dan carta blanca a Israel y porque los responsables de la UE han permitido una impunidad total". "Hay que plantearse si vamos a continuar o no aceptando sin reaccionar esta manera de torpedear la paz", reclamó.
Entre las críticas a Israel y las peticiones de responsabilidades destacó el pesimismo de las palabras del presidente de la comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento, Elmar Brok, que afirmó que "en momentos donde reina la incertidumbre, uno se pregunta si es el comienzo de una mala evolución después de que desde hace años teníamos la esperanza de que se lograse un acuerdo" de paz entre palestinos e israelíes.
Reconoció que Abbas "tenia la posición clave de mediar entre aquello que están a favor de reconocer el derecho de la existencia del Estado de Isarel y Hamas", unas negociaciones que temió peligrar en las que "uno teme que (Abbas) pueda perder esa posición clave", dijo Brok.
REHENES EUROPEOS
Barroso y Winkler también tomaron la palabra en el debate extraordinario para lamentar la ausencia de Abbas, condenar lo sucedido, la violencia y llamar a la calma, pero siendo menos concretos en la atribución de responsabilidades sobre la situación actual en los territorios palestinos. Sus mensajes, además, se centraron particularmente en la toma de rehenes europeos y los daños materiales contra oficinas comunitarias o de los Estados miembros.
El presidente de la Comisión lanzó "un llamamiento a la responsabilidad y contención de todas las partes" y suscribió las manifestaciones de los grupos de "preocupación ante la gravedad de la situación".
Barroso lamentó concretamente la toma de rehenes de ciudadanos europeos y los daños causados a las sedes de las instituciones europeas y recordó que "nadie ha ayudado más al pueblo palestino que la UE, que quiere estar allí y por eso nuestro llamamiento para que no se utilice ninguna tipo de violencia contra instalaciones de la UE o de los Estados miembros".
Por su parte, el secretario de Estado austriaco indicó que "la idea prioritaria es que se proteja el orden, la paz y los derechos humanos" y recordó a los palestinos "la responsabilidad de proteger vidas y que se liberen los rehenes".
Reclamó a la ANP y a Israel "que eviten una mayor escalada de violencia" y aseguró que "las medidas unilaterales son algo que tenemos que evitar" y que "el ataque a las instalaciones, la toma rehenes y todo tipo de violencia se vuelve contra nuestros valores y dificulta los esfuerzos para crear la paz".
