Los territorios palestinos viven una huelga general mientras las facciones radicales liberan a todos los extranjeros retenidos
GAZA, 15 Mar. (EP/AP) -
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, calificó hoy de "crimen imperdonable y un insulto al pueblo palestino" el asalto de ayer a la prisión de Jericó, por parte del Ejército israelí, durante una visita que hizo a las ruinas del complejo, demolido. Gaza y Cisjordania vivieron hoy una jornada de huelga en protesta por el asalto, mientras el primer ministro israelí en funciones, Ehud Olmert, prometió que los seis militantes palestinos capturados en la operación serán acusados y juzgados en Israel.
Abbas, que se encontraba de gira por Europa, regresó anoche precipitadamente a Ramala y no compareció hoy, como estaba previsto, ante el pleno del Parlamento Europeo en Bruselas. Esta tarde, el presidente palestino tenía previsto visitar en el hospital de Jericó a los heridos en el enfrentamiento.
Por otra parte, sugirió que hubo una estrecha coordinación entre los israelíes y los observadores británicos y estadounidenses desplegados en la prisión. Según Abbas, éstos abandonaron el recinto a las 09:20 horas de ayer, y las tropas estadounidenses entraron diez minutos después. "Sólo estoy comunicando los hechos. Ellos (los observadores) se marcharon a las 9:20 de la mañana, y los israelíes entraron a las 9:30", afirmó.
Además, negó la acusación británica y estadounidense de que los palestinos hayan vulnerado el acuerdo en virtud del cual esta cárcel alojaba a los cinco sospechosos del asesinato del ministro de Turismo israelí, Rehavam Zeevi, en 2001.
En una carta enviada la semana pasada, Londres y Washington denunciaron que los guardias palestinos no vigilaban a los reclusos suficientemente. "Nos enviaban informes semanales, protestando por violaciones pequeñas, porque alguien recibió un teléfono móvil, alguien era visitado por sus familiares, pero nunca cosas serias", señaló.
En este punto redundó el primer ministro israelí en funciones, Ehud Olmert, acusando socarrónamente a la seguridad palestina de ser la responsable del asalto en tanto no contaba con una buena seguridad en la prisión. De todas formas, reconoció que la salida de los guardias estadounidenses y británicos fue lo que definitivamente le animó a ordenar la operación, ya que hasta ahora se había mostrado "reacio" a ello.
En este sentido, Blair defendió ante la Cámara de los Comunes la retirada de los observadores británicos, asegurando que hacía tiempo que no se podía garantizar su seguridad. Por ello, señaló que su partida no fue "ni precipitada ni equivocada".
SERAN JUZGADOS EN ISRAEL
Por otra parte, Olmert prometió que los seis militantes palestinos capturados serán acusados y juzgados en Israel. "Se les acusará de acuerdo con la ley israelí y se les castigará según se merecen. Ningún terrorista podrá escapar a la Justicia del Estado de Israel", anotó.
Israel sostiene que cinco de los hombres tomados en la incursión del Ejército están implicados en el asesinato del ministro Rehavam Zeevi. El sexto es un hombre de negocios sospechoso de un envío ilegal de armas a la Autoridad Palestina hace varios años. "Serán procesados según la ley israelí y serán castigados como se merecen", declaró Olmert.
Poco antes, expertos jurídicos israelíes advirtieron de que aún había barreras legales que solventar antes de que Israel lleve a juicio a los seis palestinos. Cuatro de ellos ya fueron condenados a penas de entre uno y 18 años de cárcel, por un tribunal palestino en 2002. Saadat nunca fue acusado del asesinato de Zeevi.
Las leyes israelíes prohíben que una persona pueda ser juzgada dos veces por el mismo delito, según el experto jurídico Moshe Negbi. El abogado de Saadat, Daniel Machover (residente en Londres), declaró además en una entrevista telefónica que su cliente nunca ha sido condenado o juzgado por las autoridades palestinas.
A pesar de estas cuestiones legales, Israel pretende mantener en su poder a Saadat y a los otros cinco militantes, declaró la ministra de Asuntos Exteriores, Tzipi Livni, a la radio pública israelí. "No tengo ninguna duda de que estarán con nosotros mucho tiempo", afirmó.
Mientras, el ministro palestino de Asuntos Exteriores, Nasir al Kidwa, exigió a Israel que devolviera a los seis palestinos inmediatamente. "Cualquier intento de juzgarlos en un tribunal israelí constituiría una violación del Derecho Internacional", opinó.
HUELGA GENERAL
El asalto de ayer a la prisión de Jericó desató una ola de violentas protestas y secuestros en territorios palestinos. Hoy, los habitantes de Cisjordania y la franja de Gaza llevaron a cabo una huelga general. Negocios y escuelas permanecieron cerrados como consecuencia del paro, convocado por distintas organizaciones y facciones palestinas.
Por otra parte, milicianos palestinos liberaron en Gaza a los últimos cuatro extranjeros que habían secuestrado ayer. Agentes de los servicios de seguridad palestinos escoltaron a los cuatro ex rehenes --un periodista surcoreano, dos franceses y un cooperante canadiense-- al cuartel general de la agencia de seguridad preventiva palestina en Gaza. Los rehenes, todos ilesos, llamaron a sus familias antes de partir hacia Israel, escoltados por diplomáticos y representantes de Cruz Roja.
La Unión Europea condenó "con firmeza" los secuestros y pidió a la Autoridad Palestina que garantice la "protección de instituciones y ciudadanos extranjeros". En un comunicado de la presidencia de turno del Consejo, en manos de Austria, la UE asegura que está "seriamente preocupada" por los hechos ocurridos ayer, e insiste en la necesidad de que se adopten "las medidas adecuadas" para restablecer la calma y el orden.
Además, reclama "contención" a israelíes y palestinos, así como medir el impacto de sus acciones para evitar una "escalada" de violencia. Señala, también, que permanece en estrecho contacto con todas las partes afectadas, para observar la evolución de la situación y recuerda, asimismo, que la Unión Europea desea seguir ayudando al pueblo palestino, por lo que subraya la importancia de crear "condiciones" para la paz.