VIENA, 30 Mar. (EUROPA PRESS) -
Durante el año 2005 un total de 65 periodistas perdieron la vida en el ejercicio de su profesión, 23 de ellos en Irak, que sigue siendo el país más peligroso para la prensa, según indicó hoy el Instituto Internacional de Prensa (IPI) con motivo de la publicación de la Revisión de la Libertad de Prensa en el Mundo 2005 (World Press Freedom Review 2005). Esta cifra es sensiblemente inferior de los 78 reporteros asesinados en 2004, pero sigue siendo "un año horrendo para aquellos que intentan investigar la corrupción y otras actividades ilegales o que informan sobre los acontecimientos en zonas de conflicto", según el IPI.
El informe muestra que "virtualmente en todas las zonas del mundo los medios están comprometidos en una lucha por mantener su derecho fundamental de informar". Además de los 23 muertos en Irak, hubo asesinatos de periodistas en otros 21 países, entre los que destaca Filipinas, donde nueve reporteros fueron asesinados. En Haití y Bangladesh, por ejemplo, hubo tres muertos en cada uno.
La región de Oriente Próximo y el norte de Africa, con 26 periodistas muertos, es "la zona más uniformemente restringida en el mundo". En Irak, afirma el IPI, la insurgencia ha tomado como objetivo a la prensa, y en particular a los periodistas iraquíes. Además, dos reporteros fueron asesinados en Líbano en un intento por silenciar cuestiones de política nacional.
En Asia, 20 periodistas fueron asesinados en 2005, nueve de ellos en Filipinas, lo que convierte a este país en el más peligroso del mundo sin ser escenario de un conflicto. De hecho, en esta nación un total de 65 informadores han sido asesinados desde que se restableció la democracia en 1986. Mientras, en Bangladesh, tres periodistas fueron asesinados por su labor investigadora. Además, en Sri Lanka, según el IPI, han vuelto los asesinatos de periodistas por su afiliación política y en Nepal los periodistas luchan por la libertad de prensa, mientras que China se camina hacia el capitalismo sin introducir las libertades necesarias y se sigue encarcelando a reporteros.
LATINOAMERICA
A continuación se sitúa América, con once periodistas muertos en el ejercicio de su profesión, aunque según el IPI, se han registrado avances en la retirada de algunas leyes por desacato en Chile, Guatemala, Honduras y Panamá, y se han reducido los ataques violentos contra periodistas en Venezuela.
Sin embargo, la autocensura ha aumentado en toda la región y los ataques contra los periodistas en Colombia y México continúan. En estos dos países se produjo el asesinato de cuatro reporteros, dos en cada uno. En el caso de México, los periodistas que informan sobre el tráfico de drogas en la frontera con Estados Unidos corren el riesgo de ataques e incluso la muerte a manos de los traficantes locales.
Asimismo, Haití continúa siendo el país más peligroso en la región, con tres periodistas muertos en 2005. Según el IPI, en Estados Unidos las restricciones al acceso a la información y la persecución judicial de las fuentes periodísticas hicieron del año pasado un año difícil par los medios.
AFRICA Y ESTE DE EUROPA
En Africa, fueron asesinados cuatro reporteros el año pasado --uno en la República Democrática del Congo (RDC), otro en Sierra Leona y dos en Somalia--. En opinión del IPI, uno de los incidentes más serios fue la detención de periodistas durante un asalto de fuerzas gubernamentales a los medios independientes. Además, en Zimbabue, los medios siguen trabajando bajo una legislación restrictiva.
En el este de Europa fueron asesinados cuatro periodistas --uno en Azerbaiyán, uno en Bielorrusia y dos en Rusia--, pero, según el IPI, el acontecimiento más significativo en Europa Occidental fue los atentados de Londres del 7 de julio. La organización internacional destaca que el ataque llevó a las autoridades británicas a redactar una ley que prohíbe la "exaltación" del terrorismo.
Además, en septiembre, la Comisión Europea presentó su Libro Blanco de la Comunicación en el que discutía sobre la implicación de los medios en la "radicalización" del terrorismo y apuntaba como solución la creación de códigos voluntarios de conducta. Estas medidas, según el IPI, señalan un cambio en el equilibrio entre libertad y seguridad y también han determinado el debate sobre las controvertidas viñetas de Mahoma publicadas por el diario danés 'Jyllands-Posten' en septiembre pasado y que provocaron una ola de violentas protestas en los países musulmanes.
El director del IPI, Johann P. Fritz, en su comentario valorando la situación general, destacó que "una prensa libre siempre ha sido esencial para la democracia". "Sin embargo, 2005 vio un cambio sutil en esta manera de pensar y ahora hay un preocupante pensamiento político que ve el trabajo de algunos medios como dañino tanto para la guerra contra el periodismo como para las relaciones con el Islam", apostilló.