KINSHASA, 18 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los combatientes de uno de los últimos 'señores de la guerra' congoleños, el general disidente Laurent Nkunda, se incorporarán próximamente a las filas del Ejército regular de la República Democrática del Congo (RDC), según confirmó el propio militar renegado a Radio Okapi, la emisora de la Misión de Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUC).
Nkunda, un pastor evangelista tutsi que ha protagonizado en los dos últimos años, junto a otros militares desertores, numerosos ataques en la zona de Kivu Norte (en el este de la RDC), ganó notoriedad en 2004, después levantarse contra el Ejército. Sobre él pesa una orden de captura por crímenes de guerra y se especula que podría exiliarse en Sudáfrica o en Ruanda, el país muy ligado a su biografía militar y política.
Laurent Nkunda "ha declarado a nuestros micrófonos que está dispuesto a aportar un batallón de cerca de 600 hombres para integrarse próximamente en el Ejército regular", indicaron fuentes de la emisora a la agencia misionera de noticias MISNA, confirmando así el acuerdo entre las Fuerzas Armadas y Nkunda anunciado ayer por fuentes militares a la cadena de radiotelevisión británica BBC.
Según Radio Okapi, el militar rebelde podría enviar a sus hombres esta misma tarde a un punto concreto de Kivu Norte. Los combatientes pasarán a formar parte, exclusivamente, de la Segunda Brigada de las Fuerzas Armadas congoleñas, destinada en Kivu Norte. En una segunda fase, Nkunda entregará a otros 1.200 hombres integrados en dos batallones.
Por su parte, un comandante del Ejército de la provincia de Kivu Norte, Delphin Kahindi, afirmó ayer a la BBC que el proceso podría hacerse realidad de aquí al próximo domingo 21 de enero, después de que los hombres de Nkunda se reúnan en un campamento expresamente creado para ello en Nweso, en Kivu Norte.
EL ACUERDO Y ORDEN DE CAPTURA
Según Kahindi, el acuerdo fue alcanzado hace dos semanas en un encuentro con Nkunda en el que mediaron funcionarios ruandeses. Las negociaciones, según MISNA, fueron auspiciadas por la MONUC, que ha facilitado los encuentros entre los oficiales rebeldes y las Fuerzas Armadas y que mantiene sobre el terreno un dispositivo de supervisión, especialmente en los alrededores de Saké (27 kilómetros al noroeste de Goma, capital de Kivu Norte) y Bunagana (60 kilómetros al norte de Goma).
El propio Nkunda reconoció hoy, citado por fuentes locales, que se reunió en dos ocasiones a puerta cerrada con el comandante de la octava región militar de las Fuerzas Armadas, con sede en Goma. Las dos reuniones se celebraron en Kitchanga, el mismo lugar en el que se va a llevar a cabo la incorporación de los milicianos rebeldes a las filas del Ejército. "Los detalles deben aún definirse. Nkunda ha pedido que se paguen los salarios atrasados a sus soldados", indicó Radio Okapi.
Otro de los problemas que aún quedan por solucionar es el destino del propio Nkunda, sobre quien pesa una orden de captura por crímenes de guerra. Delphin Kahindi aseguró ayer que el acuerdo obligará al ex militar a exiliarse y que "el Gobierno ha aceptado retirar los procedimientos contra Laurent Nkunda".
Fuentes militares aseguraron bajo anonimato a la BBC que se están llevando a cabo negociaciones para buscar un país de acogida para el ex general, pero este extremo no ha sido confirmado oficialmente. Los dos países que se barajan para su exilio son Sudáfrica y Ruanda. De hecho, este segundo país, que ha jugado un papel de mediador en estas negociaciones, ha sido también acusado de prestar ayuda política, militar y económica al militar disidente.
PASTOR EVANGÉLICO TUTSI
Laurent Nkunda, un pastor evangélico nacido en 1967 en Masisi (Kivu Norte) y que celebra sus oficios religiosos todos los domingos, es un tutsi congoleño que en 1994 cruzó la frontera para defender al presidente ruandés Paul Kagame, que acababa de llegar al poder en pleno genocidio. En 1996 participó, como sargento del Ejército Patriótico Ruandés (APR), en el derrocamiento del dictador congoleño Mobutu Sese Seko.
En 1998 se unió a las filas de la Agrupación Congoleña para la Democracia (RCD), un grupo rebelde apoyado por Ruanda que se levantó contra el presidente Laurent-Désiré Kabila. Tras los acuerdos de paz posteriores al Diálogo Intercongoleño, que preveía la entrada de los grupos armados rebeldes en el Ejército, Nkunda fue ascendido a general de brigada en Kivu Norte, cargo que juró ante el actual presidente, Joseph Kabila.
En junio de 2004, se levantó en armas contra el Ejército, junto a otros 2.000 militares, en nombre de la minoría étnica tutsi. Desde entonces sus fuerzas han desestabilizado los territorios de Masisi y Rutshuru, en Kivu Norte, y han provocado desde diciembre el desplazamiento de más de 40.000 personas y la huida de muchas otras al extranjero, sobre todo a Uganda. La intervención de los 'cascos azules' conjuntamente con los soldados congoleños, no obstante, causaron una fuerte derrota a las fuerzas del militar disidente.
Junto a los grupos armados que continúan activos en la provincia de Ituri, en el noreste, los hombres de Nkunda siguen siendo uno de los principales obstáculos para la puesta en marcha de las instituciones congoleñas surgidas de las últimas elecciones generales y una de las principales amenazas en el proceso de recuperación de un país que entre 1998 y 2003 sufrió una de las guerras más cruentas de la historia, en la que murieron alrededor de cuatro millones de personas.
Fuentes locales contactadas por MISNA han expresado su satisfacción por el acuerdo con Nkunda. "Su disponibilidad para entregar un batallón es una noticia positiva que cuenta con el apoyo de las poblaciones locales que no tienen más que un deseo: vivir definitivamente en paz. Este acuerdo sin duda hará más fácil la situación sobre el terreno", indicaron.