La ONG y la UE solicitan al Gobierno ceilandés una investigación urgente sobre la matanza, que ha sido atribuida al Ejército
MADRID/BRUSELAS, 7 Ago. (EUROPA PRESS) -
La organización humanitaria Acción contra el Hambre (ACH) anunció hoy que suspende sus programas en Sri Lanka tras el asesinato, el pasado viernes, de 15 de sus trabajadores en la localidad de Muttur (distrito de Trincomalee) y pidió una investigación sobre la matanza.
El viernes 4 de agosto, explicó la organización en un comunicado, todas las comunicaciones con la zona quedaron cortadas y no tuvieron conocimiento del asesinato de sus 15 trabajadores, 11 hombres y cuatro mujeres de etnia tamil, hasta el sábado. Según los primeros datos de que dispone ACH, los trabajadores fueron ejecutados, pese a que todos ellos vestían la camiseta que les identificaba claramente como trabajadores humanitarios de Acción contra el Hambre.
Según el portal de información 'Tamilnet', que no cita fuentes directas, soldados del Ejército de Sri Lanka entraron a primera hora de hoy en Muttur y asesinaron a a tiros a los 15 empleados.
El equipo de ACH se encontraba en esta ciudad portuaria prestando asistencia a las poblaciones desplazadas por el recrudecimiento de los combates entre el Ejército de Sri Lanka y los Tigres de Liberación de la Tierra Tamil (LTTE). El equipo "no pudo ser evacuado porque ninguna de las partes en conflicto permitía el acceso a la zona", precisó la organización.
La directora de Recursos Humanos de la ONG en París viajó ayer a Sri Lanka para poner en marcha un operativo de apoyo psicológico a las familias de las víctimas y al resto del equipo de Acción contra el Hambre en el país. "Por el momento, la prioridad es tener acceso a la zona --casi siempre difícil o imposible debido a las tensiones crecientes en el distrito de Trincomalee-- y poder recuperar los cuerpos para entregarlos a sus familias", añadió ACH.
En esta zona Acción contra el Hambre apoya a cerca de 1.000 familias para mejorar sus condiciones higiénicas y el acceso a agua potable. Esta intervención urgente había sido necesaria para ayudar a las personas desplazadas debido a las tensiones interétnicas y a la reanudación de los combates en los meses de abril y mayo pasados. Además, otros programas como la reactivación de la producción agrícola y de otras actividades económicas, se venían desarrollando para atender a las víctimas del tsunami de diciembre de 2004.
Acción contra el Hambre ha detenido, por el momento, todas las actividades que desarrollaba en Sri Lanka (Jaffna, Batticaloa, Trincomalee) y reexamina su presencia en el país.
"Es la primera vez que Acción contra el Hambre es golpeada de este modo en 27 años de existencia. Esta matanza pone de manifiesto una vez más las dificultades encontradas por los actores humanitarios sobre los terrenos de conflicto", declaró hoy el presidente de Acción contra el Hambre Francia, Denis Metzger.
"Los valores humanitarios defendidos y detentados en todas las misiones de Acción contra el Hambre --neutralidad, imparcialidad, acceso libre a las víctimas e independencia-- han sido burlados una vez más. Este acto, más allá de su horror, devuelve una vez más el valor a la causa de la acción humanitaria, tal como es defendida y llevada a cabo por una organización como la nuestra", agregó.
Acción contra el Hambre Francia interviene en Sri Lanka desde 1996, trabajando directamente en las consecuencias humanitarias de la guerra que enfrenta a los tigres tamiles con el Ejército, así como con las poblaciones víctima del tsunami de diciembre de 2004. La misión se compone de 15 cooperantes expatriados y 224 trabajadores locales.
CONDENA DE LA UE
La Comisión Europea condenó hoy el asesinato de los 15 trabajadores de ACH y urgió al Gobierno ceilandés a investigar "inmediatamente" lo sucedido y a "garantizar la existencia de un espacio para la ayuda humanitaria".
Bruselas reiteró además su apoyo a un proceso de paz duradero en el país y al "valioso trabajo" que está llevando a cabo el mediador noruego en la zona. A través de su comunicado, la Comisión urgió a las partes a poner fin a la violencia y a retomar las negociaciones como "único modo de conseguir una solución duradera y aceptable por todos".
Los comisarios de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, y de Desarrollo y Ayuda Humanitaria, Louis Michel, condenaron en una nota conjunta la matanza. "Estamos profundamente conmocionados por la avalancha de ataques violentos a civiles y a personal de ayuda humanitaria en Sri Lanka", manifestaron. "Enviamos nuestras más sinceras condolencias a la familia y amigos de las víctimas", agregaron.
En la actualidad hay más de 325.000 personas "altamente vulnerables" y desarraigadas en el noreste de Sri Lanka, según datos de la Comisión, entre los que se cuentan más de 30.000 desplazados víctimas de los acontecimientos de los últimos días. El Ejecutivo comunitario teme que, de continuar los ataques, las condiciones de esta población podrían empeorar si "el acceso humanitario se ve amenazado" y "afecta a las operaciones de socorro financiadas por la Comisión en la zona".
El Ejecutivo comunitario pidió de este modo el fin de la violencia, "que no es el modo de resolver los problemas en Sri Lanka", y la liberación de la población del país que "durante más de 20 años ha sufrido los acontecimientos que este conflicto ha generado persistentemente".
Otros 15 civiles, de la etnia tamil, fallecieron en las últimas horas cuando las tropas gubernamentales lanzaron disparos de artillería contra los rebeldes que controlan el noreste del país, nuevamente en las cercanías de la reserva en disputa donde perdieron la vida los trabajadores de ACH, según informó una página web cercana a los rebeldes.
Por otra parte, un importante funcionario de la Policía murió en un atentado con bomba en una localidad del centro de Sri Lanka, explicó el Ministerio de Defensa. El superintendente de la Policía Upul Seneviratne se encontraba viajando hacia Digana, una localidad del distrito de Kandy (en el centro del país), cuando su vehículo se vio alcanzado por una explosión. Seneviratne estaba a cargo del entrenamiento de comandos antiterroristas.