Crónica Timor.- Comercio y seguridad, principales asuntos por resolver en la frontera entre Timor Oriental e Indonesia

Europa Press Internacional
Actualizado: sábado, 6 mayo 2006 15:38

Según un informe de ICG, los temores de que la tensión desemboque en violencia son "infundados"

YAKARTA/BRUSELAS, 6 May. (EUROPA PRESS) -

El legado de la 'perdida' Timor Orienal continúa atormentando a Indonesia, afectando a las actitudes hacia las regiones con aspiraciones independentistas de Aceh y Papúa, aumenta las sospechas de una intervención extranjera, complican las relaciones con Australia y perpetúa los temores por su integridad territorial. Sin embargo, a pesar del pasado, la frontera compartida entre timoreses e indonesios no ha vivido grandes tensiones, y la atención debería centrarse en el establecimiento de infraestructuras para el comercio y la mejora de la seguridad.

'Controlar la tensión en la frontera entre Timor Oriental e Indonesia', el último informe de International Crisis Group, analiza las últimas tensiones entre los dos países y recomienda medidas específicas que timoreses e indonesios pueden emprender para mejorar sus relaciones y las vidas de las personas que viven a ambos lados de la frontera.

Los recientes incidentes violentos de la pasada semana en Timor Oriental, con las protestas de cientos de ex soldados que protestaban por la reciente destitución de cerca de 600 militares del Ejército han puesto de manifiesto la frágil estabilidad de la región.

Sin embargo, el mensaje lanzado por el informe de ICG es esperanzador, ya que, según señala, aunque Timor Oriental tiene importantes problemas de seguridad, "los temores de que se produzcan actos de violencia significativa a lo largo de la frontera entre ambos Estados son ampliamente infundados".

"A pesar de un legado problemático, la frontera de tierra compartida ha sido generalmente pacífica", aseguró un analista de ICG, Dave McRae. "El contrabando y los cruces ilegales, más que las incursiones de la milicia, han emergido como los dos principales asuntos de seguridad en la frontera entre Indonesia y Timor Oriental"

Tras años de dependencia a la metrópoli portuguesa y una posterior invasión de Indonesia, Timor Oriental obtuvo la independencia en 1999, tras un cruento conflicto que dejó el país totalmente devastado y después de dos décadas y media de represión y marginación que dejó un saldo de 200.000 muertos, un tercio de la población.

"BUENAS RELACIONES"

Ahora, la 'perdida' Timor Oriental continúa obsesionando a los indonesios, preocupados por su integridad territorial, pero Indonesia y Timor Oriental han conseguido establecer buenas relaciones bilaterales, según Crisis Group.

Aunque el 'think tank' reconoce que la frontera es escenario de incidentes esporádicos de violencia, asegura que son más raros de lo que uno pueda esperar. Además, aunque los conflictos en la frontera podrían recrudecerse a largo plazo, particularmente en el enclave de Oecusse --rodeado en tres partes por el Timor Occidental indonesio y separada por 60 kilómetros de Timor Oriental--, una escalada hasta un conflicto de mayores dimensiones requeriría un dramático desarrollo externo, como por ejemplo una nueva oleada de refugiados timoreses huyendo de la inestabilidad.

Según ICG, la medida más urgente se refiere a la necesidad de imponer un régimen fronterizo 'suave', dada la falta de un amplio compromiso para generar sustento y proporcionar una solución duradera a la situación de los ex refugiados. Así, el informe considera que la política debería centrarse más en el establecimiento de infraestructuras para un mercado legal transfronterizo, así como en la mejora de la seguridad.

Otras recomendaciones del ICG incluyen la inversión en carreteras cerca de la frontera para facilitar el acceso, desplegar más policías en la frontera, y mejorar la cooperación en seguridad para solucionar los incidentes fronterizos de una mejor manera en el momento en que ocurran.

Asimismo, considera Crisis Group, los dos países deberían trabajar junto a los donantes en relación a los proyectos futuros, así como tratar con seriedad los asuntos judiciales relacionados con las violencias de 1999. Finalmente, considera ICG, los países deberían encontrar una solución duradera para los ex refugiados.

"Algunos de estos pasos han sido planeados desde hace años, pero su implementación se ha retrasado", señaló el director de proyectos para el sureste asiático de Crisis Group, Sidney Jones. "Los dos Gobiernos parecen determinados en conseguir buenas relaciones, pero esto tiene que ser combinado con esfuerzos prácticos en el terreno", agregó.

Tras una ocupación de 24 años, la dependencia de Indonesia concluyó tras el referéndum de autodeterminación de 1999 promovido por Naciones Unidas. En los días inmediatamente posteriores al referéndum se desencadenó una fuerte represión por parte de las fuerzas de seguridad indonesias y sus aliados paramilitares, con ciudades y aldeas arrasadas y con más de 1.000 muertos y cientos de miles de refugiados.

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