Crónica UE.- La CE propone liberalizar el sector del vino y orientarlo a la competencia en el mercado mundial

Actualizado: miércoles, 4 julio 2007 19:51

España ve "cambios significativos" en una propuesta que rechazan los productores de la UE y aplaude la industria

BRUSELAS, 4 Jul. (EUROPA PRESS) -

La Comisión Europea propuso hoy reformar el sector del vino en la UE con la eliminación en una primera fase de la producción que no encuentra salida en el mercado, con la supresión de 200.000 hectáreas, y la orientación de las ayudas europeas a la promoción en lugar de a subvencionar actividades como la destilación. En una segunda etapa, plantea acabar con las restricciones actuales para plantar nuevas cepas, con el objetivo general de que los vinos europeos recuperen la competitividad en los mercados internacionales, amenazada ahora por los caldos del nuevo mundo.

La comisaria de Agricultura, Mariann Fischer Boel, presentó el documento en una rueda de prensa en la que aseguró que sus términos son los más apropiados para devolver la competitividad del sector pero al que, sin embargo, auguró "muchas críticas" y "muchas objeciones".

Según dijo, la propuesta pretende "reforzar la competitividad de los productores europeos, recuperar los mercados, vaciar parte del 'lago de vino', de los excedentes, y simplificar los procedimientos". Al mismo tiempo, trata de "defender mejor las tradiciones, la elaboración y proteger el medio ambiente".

"La UE es el primer productor mundial (de vino), pero estamos perdiendo cuota de mercado frente a otros competidores, al mismo tiempo que desciende el consumo y aumentan un 10% las importaciones", advirtió Fischer Boel.

Para enderezar la situación del sector, Bruselas propuso una reforma en dos fases que se espera pueda entrar en vigor en julio de 2008, después del proceso negociador que se empezará en esta segunda mitad del año.

El presupuesto actual, de unos 1.300 millones de euros anuales, se mantiene, pero se empleará de manera distinta. Fischer Boel señaló que estos recursos "hasta ahora se han gastado de manera muy poco eficaz y difícil de justificar" y citó como ejemplo los 500 millones que se emplean para la destilación "de un vino que se produce cuando no tiene mercado".

Así, la propuesta plantea la eliminación desde el inicio mismo de la reforma de las ayudas a la destilación y también a las subvenciones para la importación de mostos -que suponen otros 200 millones anuales--. También la adición de azúcar al vino, la capitalización, que emplean sobre todo los productores del norte de Europa.

Por el contrario, la Comisión cuenta con 120 millones para financiar al 50% actividades de promoción del vino europeo fuera de la UE, de manera que el montante total para esta actividad deberá alcanzar los 240 millones de euros. ARRANCAR 200.000 HA

Al mismo tiempo, la propuesta incluye un plan para arrancar hasta 200.000 hectáreas a lo largo de un periodo de cinco años empezando a contar desde 2008. Bruselas quiere que los productores que lo deseen se acojan voluntariamente a esta medida cuanto antes, para lo que ofrece unas primas cuya cuantía irá descendiendo a medida que pasen los años. El primer año ascenderá a 7.174 euros por hectárea y se irá reduciendo progresivamente hasta los 2.938 euros por hectárea para el quinto y último año.

Fischer Boel destacó que la propuesta legislativa contempla el arranque solamente de 200.000 hectáreas, en comparación a las 400.000 que planteó en su comunicación anterior. Dijo que la modificación responde a las preocupaciones que mostró el sector durante el periodo de consultas que ha mediado entre la difusión de ambos documentos.

Precisó también que los agricultores podrán acogerse a este sistema de manera voluntaria y confió en que sean muchos quienes lo hagan. Aludió a las visitas que ha realizado a distintas regiones europeas donde "el problema no era que no habría clientes para el arranque, sino el contrario". De la misma manera, afirmó que "muchos agricultores manifestaron temer" que el arranque convirtiera ciertas zonas productoras en un "desierto".

Para evitarlo, la propuesta de la Comisión autoriza a los Estados miembros a limitar el arranque en montañas y viñedos en pendientes muy pronunciadas, así como en regiones medioambientalmente sensibles, y a interrumpir el arranque si el total alcanza el 10 % de la superficie del país cultivada de vid.

DERECHOS DE PLANTACIÓN

El régimen de arranque de cepas terminará en 2013, el último año en el que estará en vigor el actual régimen de derechos de plantación que Bruselas quiere que desaparezca en 2014, para liberalizar este ámbito y permitir que los productores competitivos que lo deseen expandan su actividad. Siempre teniendo en cuenta, no obstante, que estas nuevas empresas no contarán ya con subvenciones comunitarias para destilación o mosto, que también habrán desaparecido. Podrán "aumentar su producción sólo si encuentran salida para su producto", insistió Fischer Boel.

La propuesta también contempla autorizar en la UE las prácticas enológicas que reconoce la Organización Internacional del Vino (OIV) y que la Comisión quiere poder aprobar sin tener que contar con el respaldo de los Estados miembros.

En cuanto al etiquetado de los vinos, propone un sistema "más claro, más coherente y más orientado al mercado" que pasa por establecer un procedimiento para registrar y proteger las denominaciones de origen (DO), que se dividirá en vinos con indicación geográfica protegida y vinos con designación de origen protegida.

El objetivo es también "simplificar" los criterios de etiquetado, para lo que Bruselas plantea eliminar la distinción entre reglas de etiquetado para vinos con y sin denominación de origen (DO) y facilitando la indicación de la variedad de uva y cosecha en vinos que no tengan este estatus.

RECHAZO DE LOS PRODUCTORES

La propuesta legislativa fue acogida desfavorablemente por parte de los productores de vino, tanto de las cooperativas agrupadas en COPA-COGECA, como por parte de los productores de vinos con denominación de origen (DO).

A pesar de que consideraron que la reforma es "necesaria", criticaron algunos de sus términos, en particular la eliminación de los derechos de plantación que, en opinión de ambos colectivos, "desestabilizará" el sector. Igualmente, rechazaron la posibilidad de que el vino de mesa incluya datos como la añada o la variedad de el etiquetado, tal y como se hace con el vino de calidad.

Por el contrario, las industrias del vino, reunidas en el Comité Europeo de Empresas del Vino (CEEV) dio la bienvenida a una propuesta que, en su opinión, impulsará la "competitividad" y el "desarrollo sostenible" del sector.

ESPAÑA

Desde Madrid, la ministra de Agricultura, Elena Espinosa, observó un "cambio significativo" en el planteamiento de la Comisión, particularmente por lo que respecta al arranque de cepas, reducido a 200.000 hectáreas y "no obligatorio, sino voluntario".

Espinosa estimó que "la comisaria ha atendido las reivindicaciones de que (el arranque) no podía ser el eje de la reforma" y aseguró que el Gobierno seguirá trabajando "para ir mejorando la propuesta en otros ámbitos como mínimo hasta febrero de 2008, que es cuando tendrá el informe el Parlamento Europeo".

En la Eurocámara, la ponente del informe de iniciativa, la socialista griega Katerina Batzeli, afirmó que la propuesta de la Comisión "se examinará y evaluará" en base a los objetivos que debe perseguir la reforma: "mantener el viñedo europeo, reforzar su competitividad, simplificar el marco legislativo, consolidar la calidad y la política de promoción de vinos europeos e incitar a los productores a mejorar la calidad, controlar la producción y proteger el medio ambiente".