Crónica UE.- Giscard cree que la UE acabará dotándose de un "único texto fundador" pese al fracaso de la Constitución

Considera que el nuevo Tratado conserva el 90% de la sustancia pero pierde "inspiración europea"

Europa Press Internacional
Actualizado: martes, 17 julio 2007 16:26

BRUSELAS, 17 Jul. (EUROPA PRESS) -

El ex presidente francés Valéry Giscard d'Estaing, responsable de la Convención que redactó el proyecto de Constitución Europea, aseguró hoy que el nuevo Tratado de Reforma conserva el 90% de la sustancia de la Carta Magna y altera sólo la "presentación", pero pierde "inspiración europea" y se sitúa en el terreno de la "frialdad técnica y burocrática". Giscard pronosticó que la Unión Europea no se detendrá con este Tratado sino que acabará dotándose de un "único gran texto fundador" pese al fracaso de la Constitución.

El responsable de la Convención expuso ante la comisión de Asuntos Constitucionales de la Eurocámara su análisis sobre el mandato aprobado por los líderes europeos en la cumbre de junio para redactar el Tratado de Reforma, cuyo objetivo es sacar a la UE de la crisis en que se encuentra desde hace dos años por el 'no' de Francia y Países Bajos a la Constitución Europea.

Giscard sostuvo que el mandato recoge "prácticamente sin cambios" la sustancia de las propuestas de la Convención y del Tratado constitucional y se limita a introducir "un orden diferente" y "rectificaciones menores que con frecuencia adoptan la forma de protocolos". No obstante, lamentó que acaba con la simplificación que suponía la Constitución Europea al mantener la estructura de varios Tratados en lugar de uno solo.

En cualquier caso, el ex presidente francés pidió que la Conferencia Intergubernamental (CIG) encargada de finalizar la redacción del texto --y que comenzará el próximo 23 de julio-- "no se aparte de ese mandato por maniobras o combates entre bambalinas".

"Si se obtiene este resultado, la forma se habrá modificado, lo que era difícil de comprender será ahora imposible de comprender, pero la sustancia se habrá preservado. En realidad, es esa sustancia la que dará más oportunidades a que continúe una unión cada vez más estrecha de Europa", subrayó Giscard d'Estaing ante los eurodiputados.

El ex presidente francés se mostró convencido de que "no nos quedaremos ahí" y de que "en un determinado momento llegará un impulso, que quizá venga de la opinión pública o de los medios parlamentarios, que será retomado por los líderes europeos para llevar a cabo los esfuerzos deseables: dotar a Europa de un único gran texto fundador".

RETROCESO EN INSPIRACIÓN EUROPEA

A juicio de Giscard, lo más negativo del Tratado de Reforma es el "retroceso" que representa en materia de "inspiración europea" por abandonar el concepto y el nombre de Constitución y por suprimir cualquier mención de los símbolos -himno, bandera o divisa-, algo que consideró "ridículo". También criticó que se renuncie al esfuerzo de simplificación que supondría fundir todos los Tratados en un texto único y que el nuevo Tratado se limite a enmendar el Tratado de Roma y el Tratado de la UE.

A su juicio, esta estructura de dos Tratados sólo se justificaría si uno de ellos contiene las "disposiciones fundamentales" y se convierte en "intocable" y el otro recoge las normas secundarias y es "más fácil de revisar". Sin embargo, estas condiciones no se cumplen con el nuevo texto por lo que sería posible hacer un único Tratado dividido en dos partes. Si no se ha hecho así, según el ex presidente francés, es "porque se parecería demasiado al Tratado constitucional cuya imagen se quiere borrar para facilitar su aprobación".

En cuanto al contenido, Giscard enfatizó que las novedades respecto a la Constitución "son muy limitadas y a menudo más aparentes que reales". Para ilustrar su tesis puso tres ejemplos: el nuevo protocolo sobre servicios públicos, que a su juicio no añade nada; la primacía del derecho comunicado, que deja de estar en un artículo del Tratado pero se recoge de manera "idéntica" en una declaración; o la supresión de la libre competencia de la lista de objetivos de la Unión, pese a que se retoma también en un protocolo.

Y aunque admitió que se ha reforzado ligeramente el poder de los parlamentos nacionales para pronunciarse sobre la legislación comunitaria que les concierne, subrayó que esta novedad ya estaba contenida en el texto salido de la Convención.

NEGATIVA A REABRIR EL MANDATO

También compareció ante la comisión de Asuntos Constitucionales de la Eurocámara el ministro portugués de Asuntos Exteriores y presidente de turno del Consejo, Luis Amado, que expuso ante los diputados el calendario que pretende seguir Lisboa para aprobar el Tratado de Reforma y sacar a la UE de su actual "impasse". La CIG se lanzará en la reunión de jefes de la diplomacia de los Veintisiete del 23 de julio, fecha en que la presidencia entregará a las delegaciones el primer borrador del texto.

Esa misma semana se convocará a los expertos jurídicos de los Estados miembros. Los ministros de Asuntos Exteriores tratarán de resolver las "cuestiones políticas más difíciles" en su reunión informal de principios de septiembre, mientras que la aprobación final se realizará en la cumbre del 18 y 19 de octubre. "Todavía tenemos obstáculos que superar en la transformación del mandato en Tratado pero pensamos que la voluntad política será determinante para que de aquí a final de año encontremos soluciones para los problemas que todavía subsisten", dijo.

Amado se mostró dispuesto a aclarar y matizar cuestiones del mandato pero pidió a todas las delegaciones --en un mensaje dirigido especialmente a Polonia, que quiere revisar de nuevo el sistema de voto-- que no reabran lo ya acordado "porque si no hipotecaremos todas nuestras posibilidades de llegar a buen puerto a finales de año".

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