BRUSELAS, 3 Jul. (EUROPA PRESS) -
La inmigración será una de las prioridades políticas incluidas en la agenda de la Presidencia finlandesa de la UE, que empezó el 1 de julio y terminará el 31 de diciembre, y su primer ministro, Matti Vanhanen, señaló hoy la necesidad de buscar "medidas comunes" con las que todos los Estados miembros "soporten la carga", de manera que no sólo recaiga en los países receptores, como España, Malta o Italia.
Vanhanen y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, confirmaron su compromiso para actuar sobre los flujos migratorios a la UE durante la rueda de prensa en Helsinki que siguió a la primera reunión de trabajo entre la recién estrenada Presidencia finlandesa de la UE y el Ejecutivo comunitario.
El primer ministro de Finlandia señaló que "el Mediterráneo necesita nuestro apoyo" y se mostró dispuesto a trabajar para "poder encontrar medidas comunes a nivel de la UE". Para ello aludió a la "solidaridad interna de la UE, esto es, poder llevar la carga que todos tenemos que soportar juntos y no dejar a los Estados miembros soportar estos fardos solos".
Propuso dos tipos de medidas, en primer lugar, "reforzar la cooperación en las fronteras" y, por otra parte, "también una política común hacia los países de origen y fuentes de la inmigración".
Barroso, por su parte, celebró que la Presidencia finlandesa asuma la inmigración como un punto prioritario y coincidió en la necesidad de que todos los países de la UE compartan la responsabilidad de la gestión de los flujos migratorios, debido a que, además, los países receptores no son el destino final de todas las personas que llegan a Europa.
Aunque apostó por "tener un enfoque común" sobre inmigración, el presidente de la Comisión se negó a iniciar "un debate de competencias en la materia" sobre cuál debería ser la función de los Gobiernos y la de Bruselas.
Aseguró que la gestión de la inmigración es "una cuestión de sentido común" y apuntó que países como España, Italia o Malta "no lo pueden hacer solos para regular esta cuestión". Agregó, además, que "estas personas no se quedan, pasan a estos países para pasar a otros de Europa".
AMPLIACIÓN
Barroso y Vanhanen encabezaron la reunión entre todos los ministros del Gobierno de Finlandia y los 25 comisarios europeos para mantener un primer intercambio de puntos de vista sobre los trabajos de la Presidencia durante el segundo semestre de este año.
En la agenda figuran la política de ampliación y la continuación del debate sobre el futuro del tratado constitucional, algo que, sin embargo, se zanjará previsiblemente en la primavera de 2007, bajo Presidencia alemana de la UE.
Por lo que respecta a la ampliación, ambos mandatarios insistieron en que la UE mantendrá sus compromisos con los países candidatos, a los que, en contrapartida, se reclama que cumplan con todos los requisitos.
Vahnanen explicó que "el punto de partida" de la discusión sobre la ampliación "es muy claro": "la UE debe mantener sus compromisos y su capacidad de absorción" que, dijo, "no es un nuevo criterio, pero al mismo tiempo los candidatos tienes que cumplir todos los requisitos y se aplicarán los mismos criterios para todos".
El primer ministro finlandés expresó su deseo de que Rumanía y Bulgaria completen sus progresos para obtener una opinión favorable de la Comisión en su informe de otoño y poder adherirse a la UE el 1 de enero de 2007. También mostró su intención de seguir negociando con Croacia y Turquía.
De estos dos países, Turquía es el que presenta más dificultades debido a una negativa a reconocer a Chipre que tendrá un momento crucial en diciembre, cuando expira el plazo que tiene este país para firmar el Protocolo de Ankara, lo que supondrá la entrada de barcos y aviones chipriotas a sus puertos y aeropuertos.
Vahanen señaló que la apertura de un nuevo capítulo de negociación con Turquía "se podría acordar antes del final de la Presidencia (finlandesa) si cumple con los requisitos" y advirtió que este país "debería registrar progresos" antes del informe de la Comisión el próximo octubre.