BRUSELAS, 29 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea propuso hoy a los Estados miembros de la Unión Europea la suspensión parcial de las negociaciones de adhesión con Turquía en ocho de los 35 capítulos que integran el proceso, a la vista de que Ankara sigue negándose a abrir sus puertos y aeropuertos a la vecina Chipre, tal y como le exigen los Veinticinco, según anunció en rueda de prensa el comisario responsable de Ampliación, Olli Rehn.
Los capítulos que no podrán abrirse hasta que Turquía cambie de posición son los de libre circulación de bienes, derecho de establecimiento y libertad de proveer servicios, servicios financieros, agricultura y desarrollo rural, pesca, política de transporte, unión aduanera y relaciones exteriores, los más directamente vinculados con la aplicación del llamado protocolo de Ankara, que obliga al país candidato a extender el acuerdo aduanero a los veinticinco Estados miembros de la UE, incluído Chipre.
Bruselas recomienda, además, que no se cierre ninguno de los restantes capítulos de forma definitiva hasta que el Ejecutivo comunitario haya confirmado que Turquía cumple plenamente con las obligaciones del mencionado protocolo, pero también deja claro que los capítulos no afectados directamente por la cuestión aduanera, como el de política económica y monetaria, política empresarial e industrial, control financiero y educación y cultura, podrán abrirse "sin interferencias".
A pesar de que las negociaciones arrancaron en octubre de 2005, hasta la fecha Ankara y la UE sólo han concluido un primer capítulo, el de Investigación y Ciencia, que se cerró el pasado junio en Luxemburgo.
"Aunque se haya ralentizado el proceso, el tren sigue en marcha", ilustró el comisario Rehn al explicar la decisión tomada hoy por el colegio de comisarios, de cuyo debate se limitó a indicar que fue "serio y franco" y se saldó con una posición "consensuada". "No hay ningún tipo de congelación o hibernación. Hay una ralentización pero el tren está sobre los raíles y sigue adelante", remachó Rehn.
El responsable de Ampliación garantizó, igualmente, que la decisión de paralizar ocho capítulos se tomó sobre "sólidos principios jurídicos y técnicos" y no estuvo basada en cuestiones políticas. Rehn confía ahora en que los Veinticinco le den su visto bueno y sigan los pasos de la Comisión.
No obstante la postura de los Estados miembros dista mucho de ser unánime. Consciente de estas diferencias, subrayó que la Comisión ha mantenido "estrechos contactos" con la mayoría de ellos en diferentes etapas del proceso y que, por tanto, tiene una "buena panorámica" de lo que se piensa en las capitales.
Además, el anuncio de Bruselas, que se adelantó una semana respecto a lo inicialmente previsto, coincide con la celebración en Riga de la cumbre de la OTAN, donde hoy se multiplican las consultas entre miembros de la UE y de éstos con el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, presente en la cita.
Pese a la propuesta de suspender en parte el proceso negociador, Rehn se mostró convencido de que Turquía todavía está a tiempo de "marcar un gol de oro" y rectificar su postura, dejando así en "agua de borrajas" la recomendación del Ejecutivo comunitario, que ahora tendrán que analizar los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea en la reunión que celebrarán en Bruselas el próximo 11 de diciembre.
"Turquía necesita a Europa y Europa necesita a Turquía", prosiguió el responsable de Ampliación, quien recordó también que la UE es una comunidad de derecho y que, cuando se asumen obligaciones contractuales, si no se cumplen "tiene que haber consecuencias". "Somos firmes pero justos, porque damos a Turquía la perspectiva de la adhesión una vez que haya cumplido con las condiciones que se le imponen", remachó.
VISITA DEL PAPA
En cuanto a si la apuesta a favor del ingreso de Turquía en la UE realizada ayer en Ankara por el Papa Benedicto XVI ha pesado algo en la decisión de Bruselas, Rehn eludió pronunciarse y se ciñó a responder que había visto "con agrado" el éxito que está teniendo la visita del Papa y que ello "facilitará el diálogo entre civilizaciones", como así lo puso de manifiesto el propio primer ministro Erdogan.
Dijo también que no se habían mantenido contactos con Estados Unidos sobre la cuestión de Turquía, al ser preguntado específicamente sobre este extremo.
A partir de ahora, será la Comisión quien comunique a los Veinticinco en sus informes anuales sobre Turquía cualquier progreso que haga el país y, cuando cumpla con sus obligaciones Bruselas lo constatará ante los Veinticinco. "No se necesita ningún psicodrama más", advirtió Rehn.
Las obligaciones a las que tiene que hacer frente Turquía derivan de la declaración firmada por los Veintincinco en septiembre de 2005 en la que explicitan que la falta de aplicación "total y no discriminatoria" del Protocolo de Ankara tendría "consecuencias" en el proceso de negociación y que la Comisión evaluaría su grado de cumplimiento a finales de 2006.
PRINCIPAL ESCOLLO
Ya en el informe que presentó el Ejecutivo comunitario el pasado 8 de noviembre se mencionaba la cuestión chipriota como el principal escollo para evitar sorpresas en el camino europeo de Turquía. A partir de entonces, la presidencia de turno de la UE, que ostenta Finlandia este semestre, redobló sus esfuerzos para arrancar un acuerdo a turcos y chipriotas.
La fórmula finlandesa planteaba reducir las restricciones comerciales a los turco-chipriotas que residen en la parte norte de Chipre si Turquía abría a cambio sus puertos y aeropuerots a barcos y aviones greco-chipriotas. El plan garantizaría al puerto de Famagusta, en el norte, libre comercio con la UE si la parte turca entregaba el control de la cercana localidad abandonada de Varosha y devolvía a sus antiguos moradores casas y propiedades.
La propuesta hizo aguas este lunes día 27 de noviembre en Tampere y la presidencia en ejercicio del Consejo admitió que era imposible llegar a un acuerdo.
Dejó así en manos de Comisión y Consejo tomar una decisión sobre el curso de las negociaciones con Turquía el próximo 11 de diciembre, antes de que los Jefes de Estado y de Gobierno celebren en Bruselas la cumbre de los días 14 y 15 de este mismo mes que se consagrará, entre otros asuntos, a debatir sobre la ampliación y de la que Finlandia quiere excluir a toda costa la cuestión turca.
En un comunicado emitido tras el anuncio de la Comisión Europea, la presidencia considera que la recomendación de Rehn constitutuye "una base sólida" para la discusión del Consejo y recuerda que, hasta la fecha, Turquía no ha cumplido sus obligaciones, por lo que serán los ministros de Exteriores de la UE los que decidirán cómo afectará ello al proceso de adhesión.
VIAJE A ANKARA
"La decisión que se adopte el 11 de diciembre deberá reflejar la idea de que la UE espera de los países candidatos que cumplan sus obligaciones. Debe garantizar la continuidad del proceso de adhesión y permitir que se pueda normalizar cuando se cumplan las condiciones", señala el primer ministro finlandés, Mati Vanhanen, que viajará este viernes a Turquía para entrevistarse con el primer ministro turco en un último intento por lograr un acuerdo sobre Chipre.
Hoy, el también finlandés Rehn rindió tributo a los esfuerzos realizados por el Gobierno de su país para solucionar el contencioso turco-chipriota y, concretamente, al ministro de Exteriores, Erkki Tuomioja, cuyo padre, Sakari Tuomioja, fue enviado especial de la Unión Europea para la cuestión chipriota y murió sin ver resuelto el conflicto de la divida isla mediterránea. Al hilo de esta situación, el comisario garantizó el apoyo de Bruselas a la ONU para la reanudación de las conversaciones entre las dos comuniddes.