Crónica UE(2).-Narbona pide que la UE aplique el Fondo de Solidaridad a los efectos de inundaciones, sequías e incendios

Actualizado: jueves, 9 marzo 2006 16:16

El Consejo de Medio Ambiente aprueba una estrategia para reducir la contaminación atmosférica

BRUSELAS, 9 Mar. (EUROPA PRESS) -

La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, propuso hoy que la Unión Europea (UE) adapte el Fondo de Solidaridad para que sus recursos también puedan emplearse para paliar los efectos de sequías, incendios forestales e inundaciones, que también deberán tener en cuenta la "especificidad de la orografía" española.

El Fondo de Solidaridad es el instrumento que habilitó la UE para hacer frente a las pérdidas económicas que generaron las grandes inundaciones que registró Europa central en el verano de 2002 y que Narbona pidió que se amplíe a otro tipo de catástrofes naturales y a otros Estados Miembros.

La propuesta hace referencia a dos documentos que estudió el Consejo de Medio Ambiente de este jueves, uno relativo a la creación de una acción común para luchar contra la sequía y la propuesta de directiva relativa a la evaluación y gestión de las inundaciones.

En ambos casos, la ministra indicó que "hay que revisar los instrumentos comunitarios de apoyo a los países miembros en todo tipo de catástrofes naturales, no sólo inundaciones, donde hay que mejorar las especificaciones de riesgos para dar cabida a nuestras propias características".

"El Fondo (de Solidaridad) es una herramienta que hoy no da cobertura a problemas que tenemos en nuestro país", dijo Narbona, que confió en que pueda alcanzarse un "acuerdo político" a este respecto teniendo en cuenta además que el Parlamento estudia una propuesta parecida presentada por el eurodiputado del PP Gerardo Galeote.

La petición de fondos europeos para hacer frente a catástrofes naturales está ligada, en primer lugar, con el documento que presentaron España y otros ocho Estados miembros para que la UE se dote de una política común para hacer frente a las sequías y prevenir en lo posible sus efectos, que se dejan sentir particularmente en los países mediterráneos.

Junto a Narbona, los ministros de Bélgica, Grecia, Francia, Italia, Chipre, Malta, Portugal y Eslovenia solicitaron a la Comisión Europea que elabore un informe sobre la situación actual de la sequía en la UE para el Consejo de Medio Ambiente de después del verano.

La ministra recordó que la sequía "no es sólo un problema de España", puesto que otros países europeos también la sufren, como Reino Unido, Francia, Italia o Grecia, enumeró. Sin embargo, admitió que España "sufre desde el año pasado una situación especialmente severa, pero nada que no pueda suceder en el este de la cuenca mediterránea y algunos países no mediterráneos".

Los países firmantes se muestran conscientes de que la sequía es "un fenómeno natural" que, no obstante, "debería gestionarse de manera planificada", para lo que proponen una serie de medidas y reclaman que se dediquen a este fin fondos europeos.

"La sequía provoca un gran daño medioambiental y pérdidas socioeconómicas. La provisión de apoyo financiero para prevenir y mitigar estas consecuencias parece, por tanto, esencial. Fondos europeos apropiados dentro de los instrumentos ya existentes tendrían una función a este respecto", indica el documento.

GESTIÓN DE INUNDACIONES

Por otra parte, el consejero de Medio Ambiente de Islas Canarias, Domingo Berriel, defendió en nombre de las comunidades autónomas y del Gobierno central la postura española en relación a la propuesta de directiva de evaluación y gestión de las inundaciones, donde España quería ver reconocidas sus especificidades orográficas y para lo que también se reclaman fondos comunitarios.

En términos generales, la propuesta trata de establecer en la UE sistemas de control y prevención entre los distintos países para reforzar la capacidad de reacción, creación de mapas de riesgo e informar a la población sobre los efectos de las riadas e inundaciones.

Berriel explicó que "nuestro interés es que no se centre sólo en atender los problemas de los ríos del norte de Europa, sino también de los problemas de la cuenca mediterránea y zonas susceptibles de constituir un riesgo cierto, sea en una zona de tradición inundable o no". "En la España diversa existen riesgos de todo tipo y esa política tiene que extenderse a toda la realidad orográfica de los distintos territorios", indicó el consejero.

Narbona abundó en la pretensión de España de que la futura directiva incluya "una mayor precisión en la definición de los riesgos de gota fría, de torrenteras, que son frecuentes en muchas regiones españolas y que no tienen que ver con los ríos caudalosos del norte y centro de Europa".

CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA

En otro orden de cosas, los ministros de Medio Ambiente aprobaron una estrategia para reducir la contaminación atmosférica que, entre otros elementos, apuesta por "seguir intensificando la investigación científica en materia de efectos de la contaminación atmosférica sobre el medio ambiente y la salud" y se muestra de acuerdo con la propuesta de la Comisión Europea de "fijar objetivos provisionales sobre salud y medio ambiente hasta 2020".

Narbona mostró el "pleno apoyo" de España a esta estrategia, en la que, dijo, "nos estamos basando para modificar la legislación que existe en España sobre contaminación atmosférica, vigente desde 1972" y subrayó la "extraordinaria incidencia sobre salud y calidad de vida", puesto que en España "todos los años tenemos 16.000 muertes prematuras por contaminación atmosférica", afirmó.

También en relación a la calidad del aire, la ministra se mostró conforme con los umbrales que propone en la actualidad la Comisión europea para reducir la emisión de sustancias contaminantes por parte de los vehículos, aunque apostó por ser incluso más restrictivos en una segunda fase, a partir de 2010.

El Consejo examinó hoy la propuesta de reglamento para homologar los tipos de motores, que pretende la reducción de las cantidades de dióxidos de carbono, partículas de combustión, hidrocarburos y óxidos nitrógenos y con las que Narbona apostó por "ir más allá prefigurando una segunda fase que será más ambiciosa en sus objetivos".