Crónica Uganda.- Uganda y LRA ponen en marcha el alto el fuego tras 21 años de conflicto y dos millones de desplazados

Los rebeldes han comenzado a desplazarse a dos puntos de reunión en Sur de Sudán, donde quedarán bajo protección de sus autoridades hasta el fin de la negociación

Europa Press Internacional
Actualizado: martes, 29 agosto 2006 19:36

NUEVA YORK, 29 Ago. (EUROPA PRESS) -

Tras 21 años de conflicto armado, 100.000 muertos y dos millones de desplazados, el Ejército de Uganda suspendió hoy todas sus operaciones contra el grupo rebelde Ejército de Resistencia del Señor (LRA) en el norte de Uganda y la provincia semiautónoma de Sur de Sudán, con motivo de la entrada en vigor, desde las 6.00 de la mañana (5.00 hora peninsular española), del alto el fuego acordado el pasado sábado por Ejecutivo y rebeldes durante las negociaciones que están teniendo lugar en Juba, Sudán, según informaron fuentes oficiales.

"El comandante en jefe de las Fuerzas de Defensa del Pueblo de Uganda (UPDF) --cargo que ostenta el presidente de Uganda, Yoweri Museveni-- ha ordenado el cese de todas las búsquedas y operaciones contra el LRA", confirmó el portavoz del Ejército, Felix Kulaije. "Por la presente el UPDF deberá retirarse de sus puestos y de la vigilancia de las personas desplazadas internamente. No deben disparar a miembros del LRA a menos que sea en defensa de la población", explicó.

Kulaije aclaró también que Museveni ha dado esta orden en cumplimiento del acuerdo preliminar firmado el pasado sábado en Juba y en el que se recoge el "cese de las hostilidades". El LRA por su parte ya había aplicado con anterioridad un alto el fuego unilateral anunciado el pasado 4 de agosto por su líder, Joseph Kony.

El acuerdo implica que Uganda garantice a los rebeldes, cuyo número oscila entre 500 y 5.000, un corredor para llegar hasta dos puntos de reunión en el Sur de Sudán. Los militares, según fuentes del Ministerio de Defensa, están instalando corredores por los que los rebeldes del LRA podrán acceder, desde hoy y durante las próximas tres semanas, a los puntos designados para su reunión, y donde quedarán abajo la protección de las fuerzas de la provincia sudanesa.

El Ejército, que ha nombrado a dos altos cargos para verificar el cumplimiento del acuerdo, permanecerá en alerta y responderá apropiadamente si el LRA ataca a cualquier civil, explicaron las mismas fuentes, citadas por la agencia de noticias de la ONU, Irin.

"El UPDF aún tiene el deber y el mandato constitucional de proteger al pueblo", aseguró la viceministra de Defensa, Ruth Nankabirwa. "Se les ha ordenado que no disparen a no ser que sea para proteger a las personas", especificó. "Estamos en un periodo de calma y no esperamos ningún tiroteo en el norte de Uganda ni el las zonas designadas corredores seguros", zanjó.

12 DE SEPTIEMBRE: FECHA CLAVE

Los rebeldes se instalarán en dos campos, y permanecerán en ellos hasta el fin de las negociaciones, bajo protección del Gobierno de Sudán. Se espera que las reuniones se retomen el próximo jueves, y el presidente Museveni ha dado como fecha límite para alcanzar un acuerdo definitivo y sostenible, hasta el próximo 12 de septiembre.

Los puntos de encuentro, ambos inhabitados y situados en la frontera de Sudán con Uganda, se sitúan en Ri Kwangba (estado de Equatoria Occidental), a dónde se espera que acuda el líder de la guerrilla del LRA; y Owiny ki Bul (estado de Equatoria Oriental).

Menos de 24 horas después de que se firmara el primer tratado para la tregua, los combatientes del LRA comenzaron a prepararse para su traslado a los puntos de reunión. A través de mensajes transmitidos por radio, se ordenó a todos los integrantes detener todo tipo de ataque o molestia para los civiles mientras realizan el movimiento hacia dichos puntos. Esta mañana, ya se pudo ver a algunos combatientes que habían abandonado sus escondites en la selva. "Son pocos, grupos pequeños, los remanentes que quedaron de los comandos del norte de Uganda", explicó un portavoz del Ejército, Chris Magezi.

20.000 NIÑOS SECUESTRADOS

El conflicto comenzó en 1986, cuando un grupo de rebeldes tomó el norte del país africano, y comenzó una cruzada contra le Gobierno de Museveni, para tratar de sustituirlo por un Ejecutivo basado en los diez mandamientos. El líder, Kony, se declaró profeta de Dios, y afirmó tener poderes sobrenaturales, que le llevaron a liderar este movimiento que, según datos de la ONU, ha secuestrado a más de 20.000 niños en el país para convertirlos en niños soldado, esclavos sexuales o mensajeros de la guerrilla.

Las atrocidades cometidas por el LRA además han obligado abandonar sus hogares a unos dos millones de personas. Este otras cosas, se acusa a los combatientes del LRA de torturas como cortar las lenguas y los labios a civiles inocentes.

Las negociaciones aún deben resolver el problema de Kony y sus tres comandantes acusados por el Tribunal Penal Internacional (TPI) de La Haya por crímenes de guerra. Pese a que el presidente Museveni prometió amnistía para todos ellos si las negociaciones llegan a buen puerto, el TPI confirmó ayer que las órdenes de arresto y los cargos emitidos contra los rebeldes permanecen vigentes.

Por su parte, Kony, cuyas apariciones en público desde que comenzó el conflicto se cuentan con los dedos de la mano, se ha declarado inocente de todos los cargos de los que el TPI le acusa.

ESPERANZAS PARA LA PAZ

Las reacciones al anuncio de esta tregua, que parece poner un punto de esperanza a la oportunidad de uno de los conflictos más sangrientos del mundo, no se han hecho esperar. El Coordinador para la Ayuda de Emergencia de la ONU, Jan Egeland, estimó que el acuerdo es positivo, aunque exigió la liberación inmediata de todos los niños y mujeres secuestrados por el LRA.

"He descrito consistentemente la situación en el norte de Uganda como la peor y más descuidada emergencia desde que llegué aquí por primera vez en noviembre de 2003. Ahora, con la ayuda del Gobierno de Sur de Sudán, tenemos la oportunidad real de hacer progresos", señaló.

"La comunidad humanitaria permanece preparada para asistir a estas mujeres y niños en su retorno y su reintegración", garantizó Egeland. "Su inmediata liberación sería un mensaje positivo para la comunidad internacional sobre las intenciones serias del LRA para llegar a una resolución pacífica del conflicto". Algunos se han mostrado reticentes a creer en la verdadera vocación del grupo de Kony para poner punto y final al conflicto, ya que en treguas anteriores, los combatientes aprovecharon para reubicarse, rearmarse y ampliar los reclutamientos con vistas a continuar sus operaciones.

Otros en cambio se muestran más cautos. El analista del ONG International Crisis Group, David Mozersky, señaló que este es sólo un primer paso y ahora habrá que esperar a ver si el alto el fuego se mantiene.

Los grupos de Derechos Humanos han condenado también la oferta de Museveni de ofrecer amnistía a los líderes de la guerrilla, pese a que el presidente argumenta que la paz es más importante que la celebración de un juicio internacional.

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