Crónica Uzbekistán.- AI y HRW piden que se haga justicia con las víctimas de la masacre de Andiján

Ambas ONG recuerdan a los cientos de personas que hace un año perdieron la vida en la localidad uzbeka

Europa Press Internacional
Actualizado: sábado, 13 mayo 2006 14:31

MADRID, 13 May. (EUROPA PRESS) -

Las ONG Amnistía Internacional (AI) y Human Rights Watch (HRW) pidieron hoy que no se olvide a los cientos de personas que murieron el año pasado en la localidad uzbeka de Andiján por los disparos de las fuerzas de seguridad contra una manifestación de oposición al Gobierno, matanza de la que mañana se conmemora el primer aniversario.

"La matanza perpetrada el año pasado en Andiján sigue sirviendo de pretexto a las autoridades de Uzbekistán para reprimir la libertad de expresión en nombre de la seguridad nacional y de la 'lucha contra el terrorismo'", indicó por su parte AI en un comunicado.

Según la organización, la comunidad internacional "no debe cerrar los ojos ante los homicidios y los actos de tortura que se cometen en Uzbekistán", prosigue el comunicado en vísperas del aniversario de la muerte de cientos de personas, muchas de ellas civiles.

"Las autoridades de Uzbekistán han ignorado de forma flagrante los llamamientos de la comunidad internacional para que emprenda una investigación internacional imparcial, independiente y profunda" sobre los hechos, afirmó la investigadora sobre Uzbekistán de AI, Maisy Weicherding.

"Se han negado a adoptar medidas efectivas para investigar sobre la violencia empleada por las fuerzas de seguridad y entregar ante la justicia a los presuntos autores de actos de violencia", prosiguió Weicherding.

Un año después de la tragedia, "sigue siendo igual de necesaria y urgente una investigación sobre los sucesos que se produjeron en Andiján, si se quiere establecer la verdad sobre estos polémicos incidentes". Asimismo, AI destacó la necesidad de pagar reparaciones "especialmente en forma de indemnización a todas las víctimas de violaciones de Derechos Humanos perpetradas durante aquellos días", prosiguió.

El 13 de mayo de 2005 las fuerzas de seguridad de Uzbekistán abrieron fuego de forma indiscriminada contra los manifestantes reunidos en Andiján, en el oeste de Uzbekistán, para protestar contra la política de represión del Gobierno y el incremento de la pobreza en el país.

Cientos de personas sospechosas de participar en la manifestación fueron detenidas, y muchas de ellas "pudieron haber sufrido malos tratos y torturas", informó AI. Asimismo, otras cientos de personas huyeron a la vecina Kirguistán para solicitar asilo y "decenas de ellas fueron juzgadas y condenadas tras procesos que no respondían a las normas internacionales".

SILENCIO DEL GOBIERNO

Por su parte, HRW denunció que un año después de lo ocurrido, nadie haya sido declarado responsable e instó a la comunidad internacional a "hacer más para hacer llegar la justicia a las víctimas de la masacre". "El Gobierno uzbeko ha hecho grandes esfuerzos por silenciar a las personas que han intentado dar a conocer la verdad sobre lo ocurrido en Andiján", señaló la ONG.

"La necesidad de una respuesta coordinada a nivel internacional a la masacre de Andiján es hoy más urgente que nunca", señaló el director ejecutivo de HRW, Kenneth Roth. "El Gobierno uzbeko no ha hecho nada para detener a los responsables de esta atrocidad y la comunidad internacional ha fracasado en sus esfuerzos por compeler a las autoridades a hacerlo", añadió Roth para el que las víctimas "se merecen como mínimo la justicia".

En un informe de diez páginas dado a conocer ayer, HRW instó a la UE a reforzar las sanciones adoptadas el pasado otoño contra el Gobierno y a denegar la concesión de visados para el presidente, Islam Karimov, así como otros altos cargos por su responsabilidad en lo ocurrido.

Por otro lado, la ONG insta a la Administración Bush a prohibir la concesión de visados al presidente uzbeko para reforzar las sanciones de la UE. Desde la masacre de Andiján, el Gobierno de Karimov "ha agudizado su presión sobre activistas de Derechos Humanos, periodistas independientes e instituciones civiles", según han denunciado HRW, AI y otras organizaciones de Derechos Humanos.

"El Gobierno uzbeko ha realizado grandes esfuerzos por silenciar a todo aquel que ha intentado contar la verdad sobre Andiján", indicó Roth. "Numerosos defensores de los Derechos Humanos que soportaron todas las formas de represión en el pasado han tenido ahora que abandonar el país y detener su trabajo", añadió.

Estados Unidos y la Unión Europea deben aceptar que el Gobierno uzbeco acepte "una investigación independiente e internacional sobre lo ocurrido", indicó Roth quien instó asimismo a "aumentar la presión sobre las autoridades".

Por último, HRW pidió a la comunidad internacional que urja a los gobiernos de la región, especialmente a Kirguistán, Kazajistán, Ucrania y Rusia a no forzar el regreso a Uzbekistán de personas que corren riesgo de sufrir tortura y persecución.

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