BRUSELAS, 31 May. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro de Bélgica, Guy Verhofstadt, animó hoy a los países de la UE que todavía no lo han hecho a que continúen con sus respectivos procesos de ratificación de la Constitución europea a pesar de los rechazos francés y holandés, al mismo tiempo que apuntó la necesidad de ir avanzando en otras estrategias de integración, como en el ámbito de la economía o de una política de defensa común.
Verhofstadt inauguró hoy un ciclo de comparecencias de líderes europeos ante el Pleno del Parlamento Europeo para hablar del futuro de Europa y, concretamente, sobre cómo proceder con la Constitución europea. Precisamente, éste será el tema central del próximo Consejo Europeo, que se celebrará el 15 y 16 de junio próximos.
Indicó que en la situación actual en la UE "hace falta valor político para encajar un revés y mirar hacia delante" y su discurso fue aplaudido por la mayoría de los grupos políticos, a excepción de los euroescépticos y los formados por grupos nacionalistas, que en general le reprocharon su falta de consideración al rechazo que expresaron los franceses y los holandeses en las urnas.
Por el momento, 15 Estados miembros -entre ellos Bélgica y España- ya han adoptado la Constitución europea, que fue rechazada en los referendos de Francia y Países Bajos hace un año, algo que consideró "una bofetada a la Constitución". A partir de entonces otros países europeos decidieron congelar la ratificación nacional y se inició un proceso de reflexión que no ha concluido por el momento y que, según Verhofstadt, ha dado muy pocos resultados en estos doce meses.
Indicó que "todavía no sabemos si la Constitución ha pasado a mejor vida o podrá sobrevivir" y constató que "estamos en una situación de confusión un año después". "Tenemos que ser sinceros, el periodo de reflexión que se anunció no ha aportado prácticamente nada y en vez de un intercambio de puntos de vista en los últimos 12 meses he registrado un silencio abrumador", dijo.
El primer ministro belga aludió a la posibilidad de mantener el status quo, "dar la Constitución por perdida y atenernos a (el Tratado de) Niza", en vigor actualmente, o apostar por "opciones a la carta" del actual texto, a pesar de que supuso que cada Estado miembro elegirá de forma distinta según sus intereses.
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Por eso, consideró que "sólo hay una opción", consistente en "seguir adelante con la ratificación porque cada ciudadano de la UE tiene la posibilidad de pronunciarse sobre la Constitución. Ha habido dos 'noes' y 15 'síes' y no sería una democracia si no se tuviera en cuenta esta aritmética", dijo.
Indicó que "aquellos que han congelado la ratificación tienen la obligación de reanudarla", algo necesario para que pueda aplicarse la declaración que los líderes europeos adjuntaron al tratado constitucional en previsión de que algún país de la UE rechazara el tratado.
Verhofstadt recordó la existencia de una declaración que dice que "si cuatro quintas partes han aprobado la Constitución, el Consejo Europeo abordaría este asunto", algo que dijo no podrá ocurrir si no continúa el proceso de ratificación. "Si conseguimos el quórum de 4/5 partes será una situación completamente nueva que abre perspectivas para superar el bloqueo actual" y después decidir sobre si "la Constitución es ésta u otra, porque habrá que renegociarla", dijo.
En este contexto, indicó que su contribución al debate del próximo Consejo Europeo tendrá "dos vías": por un lado "seguir con la ratificación" y dar "un salto cualitativo, un nuevo proyecto" para que la UE incremente su integración en aspectos que consideró fundamentales, como la economía, las relaciones exteriores, la economía del conocimiento o en política de defensa.
Consideró que "la Cumbre del 15 y 16 (de junio) será importante porque vamos a decidir cómo salir adelante". "No estoy en contra de que se prorrogue el proceso de reflexión", dijo pero anunció que propondrá que también haya una reflexión sobre la declaración adjunta a la Constitución que hace referencia a la mayoría de 4/5.
PP y PSOE, A FAVOR
El eurodiputado del PSOE, Carlos Carnero, apostó también por continuar la ratificación, no sólo "para que haya más países que la hayan ratificado", sino también "para que el proceso de reflexión sea real, para explicar el coste de la no Constitución" a los ciudadanos.
Iñigo Méndez de Vigo, del PP, valoró la aportación de Verhostadt como una actitud a favor de la UE, en quien admitió que "los europeos han perdido la ilusión". No obstante, aprovechó la situación geográfica de Bélgica -entre Francia y Países Bajos- para recomendarle que pruebe un día a hacer como si la UE no existiese, con la reimplantación de los pasos fronterizos y el franco belga o la supresión de las disposiciones que rigen el mercado interno. "Así verán lo que es la UE", dijo.
Los tres grupos mayoritarios de la Eurocámara -Partido Popular Europeo (PPE), Partido Socialista Europeo (PSE) y Alianza de Liberales y Demócratas de Europa (ALDE)- coincidieron con Verhofstadt en la necesitad de continuar con el proceso de ratificación.
El jefe de grupo del PPE, Hans Gert Poettering, indicó que el Tratado de Niza, en vigor actualmente, "no puede ser la base para llevar a 500 millones de personas a un futuro bueno" y apostó por "ir más allá". Dijo que "lo que necesitamos ahora es un llamamiento a todos los Gobiernos" y celebró la opinión del primer ministro belga de seguir con el proceso de ratificación.
Por el PSE, Martín Schulz, calificó de "valiente" la alocución de Verfofstadt y recordó la opinión de su grupo de que "la Constitución no está muerta, hay que agotar la posibilidad de la vía de la ratificación y no pasar página". No obstante, se preguntó que "si logramos 20 votos a favor, ¿qué vamos a hacer con los dos negativos?".
El líder del ALDE, Graham Watson, defendió la Constitución como "lo que nos puede ayudar a que avance Europa" y tomó como ejemplo las intenciones de ratificar de Lituania y Finlandia para asegurar que "no está muerta". Monica Frassoni, de Los Verdes, constató asimismo que los europeos "necesitan una Constitución y tenemos que encontrar las formas para conquistar a los ciudadanos, pero no será con más mercado, liberalización o armas".
EUROESCÉPTICOS
Por su parte, los representantes de partidos euroescépticos y nacionalistas de extrema derecha hicieron las declaraciones más tajantes en contra de reanudar las ratificaciones, apelando al reconocimiento de la voluntad popular expresada en las urnas.
El euroescéptico británico Nigel Farage, adscrito al grupo Independencia y Democracia, preguntó a Verhofstadt "qué parte de la palabra "no" no entiende" y calificó de "farsa" el debate sobre el futuro de la UE. Por su parte, Frank Vanhecke, eurodiputado belga del partido de extrema derecha flamenco, Vlaams Belang, criticó la intención de su primer ministro de "hacer caso omiso de los resultados de Francia y Países Bajos" y que anime a seguir la ratificación cuando Verhofstadt no convocó un referéndum en Bélgica.