Muchos de ellos viven a la intemperie y se han registrado algunas muertes
MADRID, 30 May. (EUROPA PRESS) -
Miles de migrantes y refugiados atrapados en Bosnia están durmiendo al raso ante la falta de plazas en los centros de acogida e incluso algunos han muerto intentando buscar cobijo, según ha alertado la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR), subrayando que necesitan asistencia humanitaria urgente.
Las autoridades bosnias estiman que unas 6.000 personas, entre ellas mujeres y niños, han entrado en el país, pero los centros de tránsito, que albergan a unos 3.500 de ellos, están llenos, por lo que el resto se han visto obligados a dormir al raso.
"La gente está durmiendo en parques, aparcamientos, aceras y en edificios peligrosos", ha resumido la directora de operaciones de la FICR en Bosnia, Indira Kulenovic. Según ha contado, hace unas semanas tres migrantes murieron en un incendio en un edificio abandonado "cuando una vela que usaban provocó un fuego", mientras que otro murió tras caer de un edificio en el que se había refugiado.
Kulenovic ha subrayado que "el estrés psicológico entre los migrantes es alto" y como ejemplo ha citado a un hombre que se prendió fuego la semana pasada "por desesperación". "La situación es extrema", ha advertido.
Por otra parte, el secretario general de la Cruz Roja Bosnia, Rajko Lazic, ha subrayado que pese a los esfuerzos de las organizaciones humanitarias para ofrecer comida y cobijo, la condiciones de muchas de ellas siguen siendo inadecuadas en los centros y mucho peores para quienes están fuera de ellos.
LA SITUACIÓN ESTÁ LLEGANDO A UN PUNTO CRÍTICO
"Nuestros equipos están haciendo lo que pueden pero se encuentran desbordados y la situación ha llegado a un punto crítico", ha advertido, subrayando que "esta es una crisis humanitaria".
Según la FICR, como resultado de lo atestados que están los centros, ha habido un incremento alarmante de algunas enfermedades transmisibles. El ministro de Salud, Nermina Cemalovic, informó el 15 de mayo de 800 casos de sarna en los centros de tránsito en Bihac.
Las autoridades sanitarias también están tratando de evitar un brote de sarampión, siguiendo a todos los contactos conocidos de al menos dos trabajadores humanitarios que han sido hospitalizados con la enfermedad. Además, las autoridades han instado a las agencias humanitarias a que todo su personal esté adecuadamente vacunado.
"Estamos extremadamente preocupados por las personas en movimiento en Bosnia. Llegan en malas condiciones y muchos, incluidos niños, han caminado durante semanas", ha explicado Kulenovic. "Están hambrientos, agotados, enfermos, tienen frío y están traumatizados por el viaje", ha añadido, subrayando que las lluvias de las últimas semanas han empeorado su situación.
Con la primavera, según la FICR, se están registrando más llegadas y está aumentando la presión en la zona de Una-Sana, en el noroeste del país cerca de la frontera con Croacia. Bosnia registró en 2018 la llegada de 25.000 migrantes y refugiados.
