DAKAR, 2 Jun. (Reuters/EP) -
La Cruz Roja ha alertado de la posible propagación del ébola de Guinea a la vecina Guinea Bissau tras las violentas protestas contra los controles situados en los pueblos fronterizos del norte de Guinea, que han obligado a la organización internacional a retirar a sus trabajadores de la zona.
La epidemia de Ébola se detectó en Guinea hace más de un año y ha matado ya a más de 11.000 personas en el África occidental. Por el momento, Guinea Bissau, cuyo sistema de salud se considera "vulnerable" incluso para los estándares regionales bajos, no se ha visto afectada por el mortal virus.
Ahora, un aumento de los casos en Boke, provincia fronteriza de Guinea, combinada con la resistencia violenta a los esfuerzos para controlarlo, han elevado las preocupaciones en torno a la posibilidad de que el ébola se propagarse a este país.
Boke, que llevaba meses sin informar de ningún caso de ébola, ha registrado seis nuevos casos en la segunda quincena de mayo, lo que ha provocado que haya una lista de más de 230 personas que se consideran en situación de riesgo de contraer la fiebre hemorrágica, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El pasado viernes, una multitud enfurecida atacó una comisaría de Policía y edificios públicos en la localidad de Kamsar (Boke) después de que varios cooperantes de la Cruz Roja trataran de identificar a una mujer que se cree que han estado en contacto con un paciente de ébola.
Dos coches de la Cruz Roja y la vivienda de uno de los trabajadores de la ONG fueron atacados durante el fin de semana pasado, mientras que un almacén que contiene equipos para llevar a cabo entierros seguros para víctimas del ébola, visto como algo crucial para contener el virus, ha sido incendiado.
Corinne Ambler, coordinadora de Comunicación Regional de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja, ha condenado los ataques y se ha mostrado "muy preocupada" ante la posibilidad de que el ébola pueda llegar a Guinea Bissau.
