Cumbre UE.- Los Veinticinco asumen la importancia de Argelia en la política energética, como pidió Zapatero

Actualizado: viernes, 16 junio 2006 19:14

BRUSELAS, 16 Jun. (EUROPA PRESS) -

Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE aceptaron finalmente hacer referencia a Argelia como factor en la política energética en las conclusiones del Consejo Europeo celebrado ayer y hoy en Bruselas, como había pedido el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. Según fuentes diplomáticas, la petición de Zapatero recibió el apoyo expreso de su colega portugués, José Sócrates, y de la Comisión Europea.

Concretamente, el texto final aboga por "hacer un mejor uso del mecanismo de la Política Europea de Vecindad" para los intereses energéticos de la UE y a última hora se añadió que "un diálogo reforzado con Argelia será particularmente relevante".

La referencia a Argelia se suma así a la de Rusia, con quien los Veinticinco quieren firmar un acuerdo energético y en esta cumbre pidieron a la Comisión Europea que identifique los elementos concretos que puede contener el acuerdo. Argelia es el principal suministrador de gas a España --con alrededor del 80% del gas que se consume--.

Las conclusiones en materia energética se basaron en el informe presentado conjuntamente por el Ejecutivo comunitario y el Alto Representante de la UE para la Política Exterior, Javier Solana, en el que se aboga por poner la política exterior comunitaria al servicio de los objetivos de los Veinticinco en materia energética.

El objetivo final es evitar problemas de suministro como los vividos a principios de año por el enfrentamiento entre Rusia y Ucrania. Los socios preferentes en este campo identificados por Solana son Rusia, pero también Argelia, Noruega, Turquía, Ucrania y los países del Cáucaso.

Teniendo en cuenta la "interdependencia" entre la UE y Rusia en el sector energético, el Alto Representante propuso cerrar un "acuerdo global" que cubra "todos los productos energéticos" y que facilite las inversiones comunitarias en la modernización de las redes rusas. "El objetivo debería ser la integración de los mercados europeo y ruso de la energía, de manera no discriminatoria, transparente, recíproca y benéfica para las dos partes", afirma el documento.

Solana quiere que el acuerdo energético se discuta en paralelo a la renovación del Acuerdo de Asociación y Cooperación entre la UE y Rusia, que empezará a negociarse en los próximos meses. Los Veinticinco importan de Rusia el 24% del gas que consumen y el 27% del petróleo. Pese a esta acentuada dependencia, el Ejecutivo comunitario insiste en que Moscú también tiene interés en un marco estable de relaciones porque las compras energéticas de la UE representan aproximadamente el 8% del PIB ruso.

El texto considera imprescindible continuar con la asociación energética estratégica con Noruega y buscar un enfoque similar con Argelia, que en la actualidad suministra el 10% del gas de la UE, aunque la Comisión cree que esta cantidad podría doblarse y llegar a ser casi igual de importante que la de Rusia. También se apunta la necesidad de ayudar a Turquía a convertirse en "una gran plataforma de tránsito de la energía", reforzar la cooperación con Ucrania y convertir la energía en un asunto primordial de la política de vecindad.

Finalmente, el Alto Representante y el Ejecutivo comunitario creen que es necesario reforzar el diálogo con los países productores y de tránsito de África del Norte y África Continental, el Cáucaso, el Caspio, Asia Central, Oriente Medio, el Golfo y América Latina y favorecer la aparición de nuevos corredores energéticos mediante los proyectos de nuevos gaseoductos en estas zonas.

RIESGOS DE CHINA

Pero el documento defiende que el diálogo energético no debe limitarse a los países productores sino también a los grandes consumidores, como Estados Unidos, Japón, China o India. Con estos países abogan por hablar de la mejora de la transparencia y el funcionamiento de los mercados mundiales, así como del desarrollo de fuentes renovables y de la eficiencia energética.

La UE está especialmente preocupada por el crecimiento imparable del consumo en China, que si continúa al ritmo actual podría "hacer explotar el sistema", según un experto comunitario. También alerta de las "implicaciones políticas": Beijing compra el 80% de la producción petrolera de Sudán, lo que explica su postura poco enérgica en el conflicto de Darfur. También ha adquirido toda la producción de Gabón para los próximos 15 años.