D'Alema dice que el "orgullo nacional" francés no podía permitir que Italia liderase la fuerza de Líbano

Europa Press Internacional
Actualizado: lunes, 28 agosto 2006 17:44

MADRID, 28 Ago. (EUROPA PRESS) -

El ministro italiano de Asuntos Exteriores, Massimo D'Alema, considera que los franceses tienen una "fuerte dosis de orgullo nacional" y que por eso, ante la oferta italiana de liderar la fuerza internacional de la ONU para Líbano, "cuando vieron que Italia les adelantaba en la política de Líbano, no pudieron dejarlo estar", en una entrevista con la revista 'Time'.

Respecto a cuándo decidió Italia ofrecerse para liderar la fuerza, afirmó que su Gobierno ha tenido una "posición sólida respecto a que la solución tenía que pasar por la comunidad internacional, implicar al mundo árabe, y que Europa tenía que asumir el liderazgo". "Tuvimos un fuerte apoyo de Estados Unidos, que era una condición previa para tener éxito y, con el apoyo de otros países, era difícil para (el presidente francés, Jacques) Chirac mantener su posición (sobre el número de tropas)".

Chirac ofreció inicialmente 200 soldados --ya hay 200 franceses en la FINUL-- y la semana pasada elevó el número a 2.000. El presidente de la República argumenta que no ha cambiado de opinión, sino que no podía decidir el envío de soldados antes de conocer con detalle el mandato y las reglas de enfrentamiento de la misión.

Los Veinticinco decidieron, el pasado viernes, el envío de hasta 6.900 soldados para reforzar la Fuerza Interina de la ONU en Líbano (FINUL), más de la mitad de los efectivos que hacen falta para pasar de 2.000 a 15.000. Francia liderará la fuerza hasta febrero de 2007 y, a partir de ese momento, el mando pasará a Italia.

En la entrevista, el ministro italiano lanza también mensajes a Israel, afirmando que este país tuvo una reacción de "acto reflejo" a la agresión de Hezbolá, "más que una estrategia específica".

"Hay que tener objetivos claros en mente. La naturaleza del conflicto ha cambiado, y ya no es un conflicto árabe-israelí. Hay un riesgo de que Israel sea visto como la primera avanzadilla hostil de occidente y, en la época del choque de civilizaciones, esto es muy peligroso", argumenta.

Además, considera que ha llegado el momento de que Israel se dé cuenta de que "Europa es su amiga" y supere sus susceptibilidades hacia el Viejo Continente. "Entiendo plenamente la psicología de los israelíes, que se sienten asediados. Están rodeados de países hostiles, que propugnan claramente su destrucción. ¿Pero por qué enviamos nuestros soldados a Líbano? Porque queremos garantizar la seguridad de Israel", añadió.

El mandato de la fuerza internacional prosiguió, es reforzar al Gobierno libanés, "no destrozar Hezbolá, que por ahora es una parte importante de la sociedad libanesa". "Esperamos que Hezbolá se transforme en un movimiento político legítimo, pero si quiere reanudar las hostilidades debe saber que deberá hacer frente a la comunidad internacional".

A su juicio, "ciertamente existe" el riesgo de que la instalación progresiva de la democracia en la región puede abrir las puertas a los extremistas, como ha sucedido en los territorios palestinos, "pero no hay alternativa a la democracia".

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