Demonizar a los salafistas en Túnez solo sirve para reforzarles

Europa Press Internacional
Actualizado: jueves, 18 octubre 2012 19:06

PARIS 18 Oct. (Reuters/EP) -

El líder del partido islamista moderado Ennahda, Rachid Ghannouchi, ha advertido este jueves de que demonizar a los salafistas, una rama ultraconservadora del Islam, es un error que en último término podría llevar a que estos se hicieran con el poder.

Los políticos opositores laicos en Túnez denunciaron la semana pasada que un vídeo filtrado de una reunión secreta entre Ghannouchi,cuyo partido gobierna el país, y los salafistas demuestra que el Gobierno no es la fuerza moderada islámica que dice ser.

Rechazando estas acusaciones, Ghannouchi ha señalado al diario francés 'Le Monde' que Túnez debería aprender de los errores del pasado, cuando aplastar a las fuerzas opositoras las radicalizó y envalentonó a algunas de ellas para intentar derrocar al Gobierno.

Algunos elementos de los movimientos salafistas deberían ser autorizados a participar en la transición hacia la democracia en Túnez siempre y cuando actúen en el marco de la ley. "Uno debe distinguir entre los fundamentalistas que se dedican a la violencia y los demás", ha defendido Ghannouchi. "Si demonizamos a los salafistas, entonces en diez o quince años estarán en el poder", ha advertido.

Túnez, donde una revuelta popular derrocó al presidente Zine al Abidine Ben Alí en 2011, está gobernado actualmente por un gobierno encabezado por los islamistas que ha prometido que no impondrá la 'sharia' y respetará los derechos de las mujeres.

En un vídeo conocido la semana pasada, se escucha a Ghannouchi discutiendo qué partes del país han caído en manos de los islamistas y aconsejando a los salafistas dónde deberían concentrar sus esfuerzos para incrementar su influencia.

Según Ghannouchi, la grabación se ha sacado de contexto y ha sido manipulada por la oposición para influir en la opinión pública tunecina y occidental y destruir la idea de que puede haber una distinción entre el Islam moderado y los radicales.

"Querían poner a los dos en la misma bolsa", ha lamentado, añadiendo que la reunión fue un intento para persuadir a los salafistas de que trabajen pacíficamente por el cambio en el marco de la política.

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