WASHINGTON, 25 Abr. (EUROPA PRESS) -
Las detenciones de inmigrantes irregulares que cruzaron la frontera entre México y Estados Unidos caen un 28 por ciento en el último semestre --respecto al mismo periodo del año anterior--, algo que el Gobierno estadounidense achaca a la "inversión en la seguridad fronteriza", según ha señalado el secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson.
"Ahora tenemos más tecnología que en ningún otro momento de la historia", ha explicado Johnson en un acto convocado para presentar a los medios de comunicación esta cifra de detenciones, un dato que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por su sigla en inglés) considera "indicador de los intentos totales de cruzar la frontera de manera irregular".
En dicho periodo --desde el 1 de octubre del 2014-- Estados Unidos detuvo a 151.805 personas que cruzaron ilegalmente la frontera sur del país, 60.000 menos (28 por ciento menos) que en el mismo periodo del anterior año fiscal, tal y como informa la cadena estadounidense Univision.
"Este descenso se explica en buena medida por los recursos adicionales que destinamos a la protección de la frontera sur el verano pasado a raíz de la crisis de los niños menores no acompañados, recursos que siguen funcionando", ha agregado el jefe de la seguridad nacional de Estados Unidos.
De hecho, celebra que la cifra de detenciones de menores no acompañados haya caído por encima de la media, en un 45 por ciento en el último semestre (con un total de 15.627 menores interceptados). La mayoría de las detenciones tienen lugar en los estados de Texas y Arizona --el 84 por ciento del total--.
En cualquier caso, Johnson ha advertido de que no se puede hablar de una "misión cumplida", sino que insiste en que se debe hacer aún más "para fortalecer la seguridad de la frontera sur". Para ello, se ha pedido más recursos en el presupuesto del año fiscal 2016, que irían especialmente destinados a tecnología de vigilancia.
Por último, ha destacado las campañas informativas realizadas en los países centroamericanos --Honduras, El Salvador y Guatemala--, de donde provienen la mayor parte de los inmigrantes irregulares que tratan de acceder a suelo estadounidense.
