MADRID, 4 Sep. (EUROPA PRESS) -
El jefe de la Policía de Irlanda del Norte, Simon Byrne, ha dimitido este lunes de su cargo en medio de las presiones tras varias polémicas, como la de la filtración de los datos personales de más de 10.000 agentes y otros trabajadores del organismo.
"Los últimos días han sido muy difíciles para todos los afectados sin tener en cuenta las cosas que se han hecho bien y las que se han hecho mal. Ahora es el momento de que otra persona dirija esta orgullosa y firme organización", ha afirmado Byrne en un comunicado leído por la presidenta de la Comisión de la Policía de Irlanda del Norte, Deirdre Toner.
"Quiero darle las gracias a quienes me han demostrado su confianza y su amistad y por su puesto también quiero dar las gracias a los valientes hombres y mujers del Servicio de Policía de Irlanda del Norte", ha añadido.
La Comisión de la Policía, un organismo encargado de supervisar la labor del jefe de la polícia norirlandesa, ha aceptado ya la dimisión de Byrne en una sesión de urgencia celebrada este mismo lunes. La Comisión está formada pro 19 personas, diez por nombramiento político --incluidas tres del Sinn Féin y tres del Partido Democrático Unionista (DUP)-- y nueve independientes.
La semana pasada un juez determinó que la Policía había sancionado ilegalmente a dos agentes para complacer al Sinn Féin. Los policías fueron sancionados tras detener y esposar en febrero de 2021 --con las restricciones por la COVID-19 en vigor-- a un hombre por desórdenes durante una ceremonia de homenaje a cinco católicos asesinados por unionistas en 1992.
Además de las sanciones, Byrne se disculpó por lo ocurrido. A ello se suma el escándalo por la filtración de datos, lo que provocó un aumento de las peticiones de dimisión dirigidas a Byrne.
Andalucía
