Asegura que está dispuesto a dejarle el mando de las fuerzas de seguridad para que sepa lo que es combatir las drogas
MANILA, 28 Oct. (Reuters/EP) -
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha cargado este lunes contra la vicepresidenta del país, Leni Robredo, por sus críticas contra la campaña de guerra contra las drogas y ha amagado con entregarle el control de las fuerzas de seguridad para que entienda su papel como mandatario.
El presidente de Filipinas tiene una difícil relación con la vicepresidenta Robredo, que llegó a la Vicepresidencia como candidata de un partido rival y que ha criticado la campaña de lucha contra el consumo y el tráfico de drogas que ha provocado miles de muertos desde que Duterte asumió el poder, en 2016.
"Entregaré mis competencias en materia de imposición de la ley", ha dicho Duterte, en un discurso ante nuevos altos cargos gubernamentales. "Se las daré a la vicepresidenta durante seis meses. Le dejaré hacer. Veremos lo que pasa. No interferiré", ha señalado.
No está claro si Duterte ha hecho su propuesta en tono sarcástico o era una oferta real, aunque el mandatario ha asegurado que enviará una carta a Robredo, una antigua abogada defensora de los Derechos Humanos.
Las declaraciones del presidente de Filipinas llegan después de que Robredo dijera en una entrevista con Reuters que han muerto demasiadas personas como consecuencia de la campaña de guerra contra la droga puesta en marcha por Duterte.
Las declaraciones de la vicepresidenta de Filipinas han contrariado a Duterte, sus asesores y seguidores. En la entrevista, Robredo también emplazó a que se permita el acceso de Naciones Unidas para que investigue las acusaciones de violaciones de Derechos Humanos cometidas durante la campaña antidroga.
Horas después, Duterte ha dicho ante la prensa que Robredo puede asumir las competencias de mando de las fuerzas de seguridad en cualquier momento, incluso este mismo lunes por la noche. "Si quiere, puede comisionarse para ser la zarina contra las drogas", ha explicado. "Le dejaré un espacio claro, para que sepa lo fácil que es controlar las drogas", ha añadido.
En una entrevista con la cadena ANC este lunes, Robredo ha mantenido sus críticas a la campaña antidroga de Duterte. "No me puedo quedar sentada y mirar al otro lado", ha afirmado. "Si veo algo mal, creo que es mi obligación verbalizar lo que veo. No importa que seamos pocos", ha asegurado.
Las autoridades de Filipinas han rechazado las acusaciones de organizaciones de Derechos Humanos, que mantienen que el Gobierno está aprovechando la campaña antidroga para ejecutar a traficantes y a sospechosos argumentando que se oponen a su arresto. La campaña antidroga ha acabado con la vida de más de 6.000 personas desde que Duterte asumió el mando del país en junio de 2016.
