NUEVA YORK, 30 Ago. (del corresponsal de EUROPA PRESS Carlos López) -
El controlador aéreo que se encontraba trabajando la mañana en la que el avión de Comair se estrellara en la localidad de Lexington (Kentucky), causando la muerte de 49 personas, autorizó el despegue del reactor e inmediatamente después se dio la vuelta para realizar unas gestiones administrativas, momento en el que el avión tomó la pista equivocada.
La responsabilidad no sólo recae ahora en el controlador aéreo que se encontraba trabajando en la torre de control en aquel momento sino que también a punta a la propia Administración Federal de Aviación por autorizar la presencia de un sólo controlador aéreo en la torre del aeropuerto de Lexington.
El pasado domingo un pequeño avión CRJ-100 que realizaba un trayecto regional hasta la ciudad de Atlanta se estrelló aproximadamente a un kilómetro del final de la pista de despegue. Las primeras investigaciones apuntaron inmediatamente a un error del piloto a la hora de elegir la pista de despegue.
El Comair 5191 tomó una pista de menor longitud a la requerida por este tipo de aeronaves para despegar y no pudo lograr la velocidad necesaria para conseguir sustentación una vez que el piloto se dio cuenta del problema. El accidente se saldó con la muerte de 49 personas y un herido en estado crítico que todavía se encuentra en recuperación.